TOM AT THE FARM (Tom à la ferme). Canada, 2013. Un film de Xavier Dolan
En su cuarto film el joven realizador Xavier Dolan retorna con un thriller psico-erótico donde por primera vez utiliza un tema que no le pertenece. Basado en una pieza de teatro de Michel-Marc Bouchard, Dolan ha participado en la elaboración del guión conjuntamente con la colaboración de Bouchard para abordar la historia de un joven muchacho de Montreal que por circunstancias inesperadas ve complicada su vida al involucrarse con una familia rural cuyos integrantes no parecen guardar una coherente actitud mental.
Tomándose su tiempo, Dolan se solaza en los primeros 10 minutos del film mostrando a Tom (Dolan) viajando con su coche hasta llegar a destino en una zona rural de Quebec para asistir a los funerales de su amante Guillaume; durante el trayecto el tema musical Los Molinos de tu Pensamiento de Michel Legrand acompaña melodiosamente el panorama pastoral que se contempla a lo largo de la ruta.
Una vez que arriba al lugar previsto Tom es bien recibido por Agathe (Lise Roy), una viuda que es la madre del difunto viviendo en la aislada granja dejada por su marido. Aunque ella no sabía nada sobre el visitante, al enterarse de que fue amigo de su hijo le pide que hable en el funeral que tendrá lugar al día siguiente. De inmediato se sabe que esta mujer ignoraba la orientación sexual de Guillaume y manifiesta su frustración porque Sara, su supuesta novia que vive en Montreal, no viene al funeral. La nota conflictiva se produce con Francis (Pierre-Yves Cardinal), el hijo mayor de Agathe, que sí estaba al corriente sobre la homosexualidad de su hermano y que responde a una personalidad caracterizada por una marcada homofobia y represiva sexualidad.
El relato se vuelve más tenso cuando después del funeral Francis utiliza un tono intimidatorio y violento hacia Tom para que no revele la relación que mantuvo con su hermano. Las continuadas amenazas y agravios físicos y emocionales que el joven recibe de Francis motivarían a que cualquier persona normal abandonara de inmediato el lugar después del funeral, pero obviamente eso no sucede. Es allí que el guión adopta un giro radical al ir creando una atmósfera turbia que contribuye a lograr cierto suspenso psicológico aunque a expensas de resistir la credibilidad; eso se produce en el vínculo homoerótico de naturaleza sadomasoquista –no muy sutilmente expuesto- que se establece entre Tom y Francis. Simultáneamente y para mantener las imposturas sobre la sexualidad de Guillaume frente a Agathe, Tom se comunica con Sarah (Evelyne Brochu) para que venga a la granja; con su arribo la situación llega a complicarse más aunque resulte decididamente irrealista.
Con el material del cual dispone, Dolan como realizador ofrece un film que atina con momentos sorprendentes pero que en otras instancias no logra superar algunas incongruencias del guión cuando los personajes se van alejando de un comportamiento humano coherente. Como aconteció con sus filmes precedentes este joven realizador acude nuevamente a recursos visuales expresivos que confirman una vez más su talento en esta materia tratando de compensar en parte los aspectos deliberadamente oscuros de un drama psicológico no muy convincente por la actitud inconsistente de sus personajes. A su favor, el film cuenta con un homogéneo nivel de interpretación, donde Roy se destaca como la madre no del todo normalmente estable y Cardinal demuestra solidez imponiendo su malsana personalidad para proteger a su hermano fallecido y el honor de su familia. En los factores técnicos de producción se destaca la contribución fotográfica de Andre Turpin captando la zona agrícola de Quebec.
Conclusión: Un film formalmente agradable con una historia de dudosa credibilidad. Jorge Gutman