BELLE. Gran Bretaña, 2013. Un film de Amma Asante
Un relato delicadamente tratado sobre algunos aspectos sociales prevalecientes en la Gran Bretaña del siglo XVIII es lo que ofrece el drama de época Belle de carácter biográfico dirigido por Amma Asante.
El relato que comienza en 1769 está ligeramente basado en Dido Elizabeth Belle (Gugut Mbatha-Raw), la hija ilegítima del capitán Sir John Lindsay (Matthew Goode) y de una esclava negra del Caribe. Al morir su madre, su padre la envía a vivir a la casa de sus tíos, el aristocrático juez Lord Mansfield (Tom Wilkinson) y su señora Lady Mansfield (Emily Watson), para que cuiden de ella dado que él debe retornar a proseguir sus funciones en la Real Armada. El primer encuentro de Belle con su nueva familia produce una no disimulada sorpresa por parte de sus parientes al observar el color de su piel. De todos modos ella es aceptada como miembro de la familia recibiendo una buena educación, aunque eso no impide que en ciertas ocasiones sea discriminada como cuando no puede sentarse a cenar en la misma mesa en la ocasión en que sus parientes reciben a distinguidos invitados.
A medida que transcurre el tiempo Belle va a adaptándose a las características del ambiente como así también a respetar las formalidades y los códigos sociales imperantes que forman parte del estilo de vida de sus anfitriones. En todo caso, su existencia encuentra gran solaz en la estrecha amistad compartida con Lady Elizabeth Murray (Sarah Gadon), su media prima, quien también es criada por los Mansfield y a quien ella considera como su hermana adoptiva. Todo cambia para Belle cuando a la muerte de su padre ella hereda una gran fortuna y es allí donde los prejuicios sociales y raciales parecerían quedar de lado al otorgarle la completa libertad de codearse con los miembros de los altos círculos aristocráticos.
Simultáneamente, el relato enfoca la arista romántica de Belle con John Davinier (Sam Reid), un idealista e inteligente abogado, motivado políticamente y aprendiz de Lord Mansfield. El film adquiere un matiz dramático cuando en 1783 el juez debe intervenir en el caso de la masacre del Zong, un buque carguero que traficó más de 100 esclavos africanos y que fueron ahogados en el mar intencionalmente por sus dueños a fin de cobrar sus respectivos seguros de vida. El veredicto adoptado por Lord Mansfield abriría el camino para que la esclavitud fuese eliminada por completo de Gran Bretaña.
Puede que el guión de Misan Sagay no se ajuste fehacientemente a la veracidad de los hechos aquí contemplados, pero en todo caso el film está muy bien relatado y en muchas ocasiones pareciera estar basado en la literatura de Jane Austen, por la forma en que están planteados los aspectos sociales. No menos importante es el acertado enfoque de la realizadora abordando la discriminación racial así como el tema de la esclavitud, demostrando cómo el negocio del tráfico de esclavos contribuyó grandemente en la posición económica de un sector de la población. Todos los aspectos señalados están tratados con notable sobriedad dentro del contexto de un período histórico en el que quedan reflejadas las contradicciones de una sociedad en vías de profundos cambios. En cuanto al nivel de actuación, tanto Mbatha-Raw en el papel protagónico como el resto del elenco transmiten completa convicción a sus respectivos roles.
Conclusión: Un decoroso film de época dentro del marco de la sociedad inglesa de la segunda mitad del siglo XVIII. Jorge Gutman