HOW TO TRAIN YOUR DRAGON 2. Estados Unidos, 2014. Un film escrito y dirigido por Dean DeBlois
Teniendo en consideración que Cómo entrenar a tu dragón (2010) constituyó un notable éxito de público y de crítica, no es sorprendente que los estudios Dream Works hayan decidido ofrecer una secuela a la historia inspirada en la serie de libros del mismo nombre de la escritora británica Cressida Cowell. Tanto la adaptación efectuada por Dean DeBlois como su eficaz realización hacen de esta continuación un buen film de animación que además de entretener y maravillar por sus logros técnicos, remite un mensaje pacifista para el público joven.
La acción se desarrolla cinco años después de la historia original en el mismo lugar, la ficticia isla de Berk, donde vikingos y dragones han logrado una perfecta integración conviviendo en armonía. Stoic (voz de Gerard Butler), jefe de la tribu, aspira a que su hijo Hiccup (voz de Jay Baruchel) que ya ha dejado de ser adolescente, lo reemplace asumiendo el liderazgo; sin embargo, tal como se lo hace notar a su noviecita Astrid (America Ferrera), el joven no se encuentra aún preparado y prefiere avizorar nuevos horizontes volando en el lomo de su fiel dragón Toothless. En uno de sus viajes sale al encuentro de Eret (voz de Kit Harrington), un pirata mercenario que trabaja para Drago Bludvist (voz de Djimon Hounsou); éste se ocupa de atrapar dragones para formar un ejército encabezado por el salvaje dragón Alfa quien es capaz de manipular a los más pequeños de su especie. Frente al peligro inminente, Stoic y Hiccup deciden enfrentar al enemigo aunque utilizando diferentes estrategias; mientras que el primero decide pasar al enfrentamiento armado, Hiccup prefiere utilizar la diplomacia de la persuasión, aunque en última instancia esta tentativa resultará infructuosa.
Simultáneamente, Hiccup encuentra a Valka (voz de Cate Blanchett) quien resulta ser su madre que había abandonado el hogar cuando él era aún bebé y que lo hizo porque no estaba de acuerdo con el espíritu guerrero de Stoic. El emotivo encuentro permite que el joven llegue a descubrir la gruta secreta donde Valka ha vivido durante 20 años cuidando y protegiendo a dragones a los cuales ha aprendido a quererlos como también interiorizándose de los hábitos y costumbres de estos animales para mejor comprenderlos.
A medida que transcurre la historia va adquiriendo un carácter sombrío por lo que la misma está destinada más para adolescentes y adultos que para niños; de todos modos, ese hecho no afecta la esencia del film donde hay varios aspectos que se desprenden del mismo. Así queda reflejado el sentido de familia a través de los profundos lazos afectivos que vinculan a los personajes humanos; a su vez, cuando el drama golpea a la puerta y Hiccup se ve forzado a convertirse en jefe de la aldea, el cálido homenaje que le rinde a su padre llega a cundir en el ánimo del espectador. No menos importante es la comunicación entre humanos y animales, donde especies diferentes pueden llegar a crear sólidos lazos afectivos. Al propio tiempo, queda claro que en la lucha entablada entre las fuerzas del bien (Hiccup) y las del mal (Drago) la ambición del poder ilimitado sólo puede conducir a la destrucción.
Dejando de lado su contenido, es loable la atención a los más mínimos detalles formales que DeBlois tuvo en consideración para lograr lo que se propuso; para ello contó con la valiosa colaboración de Pierre-Olivier Vincent en los diseños de producción. Digno de destacar es el modo en que la animación de los dragones permite que adquieran una especial personalidad como si se trataran de perros u otros animales domésticos con quienes se puede interrelacionar; asimismo es admirable los rasgos de los personajes humanos donde pareciera que fueran caracterizados por actores en vivo. Los efectos visuales constituyen otro de los factores que embellecen al film donde entre algunas de las maravillas que la vista alcanza a vislumbrar figura la del santuario de los dragones cuidados por Valka. Finalmente, en lo que concierne a la música se destaca aquí una balada céltica (Where No One Goes) entonada en dúo por Valka y Stoick que aporta notable calidez celebrando el encuentro entre estos dos personajes.
Conclusión: Una muy satisfactoria continuación de la franquicia dragoniana que al igual que en su primera parte sigue brindando un enorme placer gracias al excelente equipo de producción y a una historia muy bien urdida. Jorge Gutman