MOMMY. Canada, 2014. Un film escrito y dirigido por Xavier Dolan
Xavier Dolan entrega con Mommy el trabajo más logrado de su corta y prolífera carrera que le valió obtener en el último Festival de Cannes el Premio del Jurado. Con solo 25 años de edad y con su apreciable currículum, el joven realizador da muestra de una gran imaginación y capacidad al momento de concebir sus historias. Aquí, tal como lo hiciera con su ópera prima J’ai tué ma mère (2009), vuelve a enfocar la relación entre un hijo y su madre aunque en este caso vuelque más su simpatía y comprensión a la figura materna.
El relato filmado en formato 1:1, originando un encuadre vertical en lugar del acostumbrado horizontal, transcurre en 2015 en un lugar ficticio de la provincia de Quebec donde se acaba de adoptar una ley que permite que los padres puedan internar a hijos con graves problemas de conducta. Eso es lo que acontece con Steve (Antoine-Olivier Pilon), un adolescente de 15 años que padece de un trastorno de comportamiento que lo vuelve hiperactivo, impulsivo y con déficit de atención y que residiendo en un centro especializado las autoridades no pueden seguir manteniéndolo después de haber provocado un incendio en la cafetería del establecimiento; eso motiva a que Diane (Anne Dorval), su madre monoparental con problemas económicos, tenga que hacerse cargo del mismo; sin embargo, la forzada cohabitación dista de ser armoniosa alcanzando algunos momentos de inusitada violencia.
A través del gran esfuerzo de amor y comprensión hacia un hijo con el cual es prácticamente imposible convivir, Dolan demuestra de qué forma siempre puede alentarse algún gesto de compasión en esa relación simbiótica de amor y odio de estos dos personajes. A los efectos de otorgar a su relato una mayor envergadura dramática, el director introduce la figura de Kyla (Suzanne Clement), una noble vecina que es profesora y un poco tartamuda que brindará solidaridad, afecto y educación escolar al muchacho a la vez que tendrá una gravitación especial en su madre.
La interpretación es estupenda comenzando por la composición insuperable que realiza Dorval como la madre poco refinada y de hablar grosero, capaz de producir los sentimientos más dispares en su hijo; por su parte el joven Pilon infunde una inusual energía caracterizando a ese muchacho perturbado que es capaz de estallar como una bomba y al propio tiempo exhibir un rostro angelical de pura inocencia que resultaría incapaz de daño alguno. No menos importante aunque en un plano menor es el desempeño de Clement.
Sin duda este film de mordaces diálogos deja una positiva impresión, a pesar de ciertas observaciones; así, en algunas instancias la relación madre-hijo tiende a desmesurarse emocionalmente, donde las partes se entienden gritando en lugar de hablar normalmente, como también la ecléctica música (Celine Dion, Dido, Oasis, etc.) resulta a veces un poco estridente. Más allá de los aspectos señalados, el público se encuentra con una obra de gran ternura y compasión, magníficamente dirigida, excelentemente interpretada y en donde el apreciable estilo visual, característico en los trabajos de Dolan, se equilibra apropiadamente con su contenido.
Como nota al margen debe señalarse que Mommy ha sido escogido por Canadá para optar al Oscar 2014 en la categoría de mejor film extranjero no hablado en inglés de este año. Jorge Gutman