El Impac­to de la Gue­rra en Dos Adolescentes

THE NOTE­BOOK. Hun­gría-Ale­ma­nia-Aus­tria-Fran­cia, 2013. Un film de Janos Szasz

Nue­va­men­te la cruen­ta Segun­da Gue­rra Mun­dial sir­ve de ins­pi­ra­ción para tra­tar una dra­má­ti­ca his­to­ria, tal como que­da refle­ja­do en The Note­book, del direc­tor hún­ga­ro János Szász. El rea­li­za­dor en cola­bo­ra­ción con Andras Sze­ker efec­tuó una adap­ta­ción de la nove­la de Ago­ta Kris­tof cuyo lúgu­bre con­te­ni­do, que pue­de no ser apro­pia­do para cual­quier tipo de audien­cia, está muy bien refle­ja­do en la pantalla.

Aquí no se des­cri­be la tra­ge­dia del Holo­caus­to tal como el cine lo ha veni­do tra­tan­do en nume­ro­sas oca­sio­nes sino que se ilus­tra el caso espe­cial de dos niños casi ado­les­cen­tes vivien­do el impac­to del conflicto.

 Laszlo Gyemant y Andras Gyemant

Lasz­lo Gye­mant y Andras Gyemant

Con el pro­pó­si­to de pro­te­ger­los de los ata­ques aéreos que tie­nen lugar duran­te la ocu­pa­ción ale­ma­na en la Hun­gría de 1944, los padres (Ulrich Matthes, Gyöngy­vér Bog­nar) de dos hijos melli­zos (Lasz­lo Gye­mant, Andras Gye­mant) de 13 años de edad creen que esta­rán mejor res­guar­da­dos en una ais­la­da zona del inte­rior del país don­de habi­ta la abue­la mater­na (Piros­ka Mol­nar) en una des­gar­ba­da cho­za. El encuen­tro no pue­de ser más gla­cial don­de los chi­cos com­prue­ban cómo su madre, que duran­te 20 años no man­tu­vo con­tac­to con su pro­ge­ni­to­ra, es reci­bi­da por ella con máxi­ma frial­dad y total des­pre­cio; con gran reluc­tan­cia la ancia­na acep­ta hacer­se car­go de los meno­res duran­te la ausen­cia mater­nal y es ahí que comien­za una suer­te de con­vi­ven­cia infer­nal para los mucha­chos. Aquí, el espec­ta­dor debe rea­li­zar un esfuer­zo de cre­di­bi­li­dad para supo­ner que los her­ma­nos esta­rán mejor pro­te­gi­dos vivien­do con una mujer que olvi­dan­do su con­di­ción de abue­la, asu­me todas las carac­te­rís­ti­cas de una bru­ja arpía como si estu­vie­se emer­gien­do de algu­nos de los cuen­tos de los her­ma­nos Grimm.

Fren­te al mal tra­to físi­co y emo­cio­nal que les brin­da la abue­la, los melli­zos se some­ten a un sin­gu­lar ejer­ci­cio de cas­ti­go recí­pro­co e inclu­so rea­li­zan por unos días una huel­ga de ham­bre a fin de estar mejor adap­ta­dos para con­vi­vir con tal cruel per­so­na­je. A medi­da que el tiem­po trans­cu­rre, los her­ma­nos van regis­tran­do en un dia­rio que les entre­gó su padre las dife­ren­tes impre­sio­nes que van expe­ri­men­tan­do duran­te los difí­ci­les días de la gue­rra, entre las mis­mas, obser­van­do a los sol­da­dos del régi­men nazi que con­du­cen a pri­sio­ne­ros hacia los cam­pos de con­cen­tra­ción; en ese regis­tro tam­bién va inclui­do algu­nas rela­cio­nes que man­tie­nen con los aldea­nos del lugar inclu­yen­do a una ado­les­cen­te (Orsol­ya Toth) hija de una veci­na cie­ga y muda.

En un som­brío y tris­te rela­to don­de sutil­men­te que­dan evi­den­cia­da la des­di­cha de la Segun­da Gue­rra, afor­tu­na­da­men­te la vio­len­cia de la mis­ma no se regis­tra en pan­ta­lla; cuan­do se lle­ga al des­en­la­ce que se pro­du­ce con la fina­li­za­ción del con­flic­to, lo que se apre­cia son algu­nas esce­nas que sub­vier­ten total­men­te las expec­ta­ti­vas aguar­da­das y que le res­ta a cada espec­ta­dor encon­trar su significado.

Con­clu­sión: Con una estu­pen­da foto­gra­fía y sóli­da inter­pre­ta­ción, este extra­ño rela­to muy bien rea­li­za­do es de una inten­sa negru­ra y que si emo­cio­nal­men­te pue­de resul­tar un poco tibio sin duda sabrá ser apre­cia­do por una audien­cia adul­ta.  Jor­ge Gut­man