THE BEST OF ME. Estados Unidos, 2014. Un film de Michael Hoffman
No hay benevolencia posible para rescatar un film decididamente pobre como lo es TheBest of Me. Tratándose de una adaptación de una novela de Nicholas Sparks, uno podría aguardar un relato que aunque sensiblero fuese medianamente atractivo. Sin embargo, la falta de originalidad en la dirección de Michael Hoffman aunado con el pobre guión de Will Feters y J. Mills Goodloe conspiran para que esta película carezca de convicción y termine naufragando.
El relato que transcurre en Louisiana comienza en la época actual y centra su atención en Amanda (Michelle Monaghan) y Dawson (James Mardsen), quienes en su juventud estuvieron enamorados pero que el destino motivó a que siguieran diferentes rumbos. Hoy día ella es una madre y esposa proveniente de un hogar burgués que no guarda sentimiento de amor alguno hacia su marido (Sebastian Arcelus), mientras que Dawson sigue soltero trabajando en la industria petrolera donde acaba de recobrarse de un accidente que por poco le cuesta la vida. Ambos llegan a reencontrarse después de 21 años de no haberse visto para asistir a los funerales de Tuck (Gerald McRaney), un hombre viudo que como gran amigo común les prestó considerable ayuda a través de los años. Ese reencuentro hace que afloren los recuerdos del pasado donde los jóvenes Amanda (Liana Liberato) y Dawson (Luke Bracey) vivieron un romance apasionado a pesar de los esfuerzos del padre de ella que intentó separarlos por razones de estatus social; a todo ello, el pobre Dawson debió sufrir los embates de su feroz progenitor padre (Sean Bridgers) que lo tuvo a mal traer.
Con una exposición lentísima y plagada de clisés, recién a los 70 minutos de metraje se llega a conocer la causa que obligó a que la pareja se separara. Como donde hubo fuego, cenizas quedan, el reencuentro presente abre las puertas para una segunda oportunidad amorosa hasta arribar a un final que aunque no previsible, deja bastante que desear, sobre todo en la coda final que por respeto a quien quiera ver el film no se habrá de revelar.
Más parecido a un culebrón de televisión que a un buen relato romántico, la elección del elenco es uno de sus peores defectos. Así, una mínima precaución debió haber sido tomada para que existiesen rasgos físicos de los actores que pudiesen emparentar la naturaleza de los personajes actuales con los del pasado; como eso no ocurre, resulta difícil asociarlos a través del tiempo; para peor no se vislumbra la química necesaria entre Amanda y Dawson para que la historia romántica convenza. Finalmente, la forma que adopta la historia con sus coincidencias rebuscadas y tragedias forzadas más los insulsos diálogos del guión motivan a que el desinterés del relato cobre mayor fuerza a medida que el metraje transcurre y que poco importe la suerte corrida por los protagonistas de esta historia.
Conclusión: Un film pobre donde su elenco poco puede hacer para rescatarlo de su mediocridad. Jorge Gutman