LES OPPORTUNISTES (Il Capitale Umano). Italia, 2014. Un film de Paolo Virzi
Esta producción que Italia ha sometido a Hollywood para el Oscar 2015 a la Mejor Película Extranjera, es un drama estilísticamente elegante que utilizando como excusa un fatal accidente, el realizador Paolo Virzi aprovecha para efectuar una velada crítica al comportamiento de una elevada clase económica en contraposición con la clase media.
Tomando como referencia la novela Human Capital del autor americano Stephen Amidon publicada en 2004, la acción que en el libro tiene lugar en Connecticut ha sido trasladada a la región italiana de Brianza, próxima a Milán. Aunque sin seguir exactamente la misma estructura que la obra literaria, el director optó por dividir al film en varios capítulos. En su prólogo, que se desarrolla en vísperas de la navidad, se observa que en horas de la noche un ciclista es atropellado por una camioneta donde la persona responsable, sin que se sepa quién es, huye del lugar dejando abandonado al accidentado moribundo.
El primer segmento, que se retrotrae en un lapso de 6 meses, se centraliza en Dino Ossola (Fabrizio Bentivoglio), un agente inmobiliario de clase media casado en segundas nupcias (Valeria Golino) que trata de mejorar su situación económica; aprovechando que su hija Serena (Matilde Gioli) ‑de su primer matrimonio- está noviando con Massimiliano (Guglielmo Pinelli) quien es el hijo de Giovanni Bernaschi (Fabrizio Gifuni), un magnate financiero que maneja hedge funds (fondos de cobertura), Dino no duda en hipotecar su casa para invertir su dinero en la empresa de aquél, tratando de introducirse en su encumbrado círculo para lograr un ascenso social.
El segundo capítulo enfoca a Carla (Valeria Bruni Tedeschi), la insegura, vulnerable e insatisfecha esposa de Giovanni, quien habiendo sido una aspirante a actriz, trata de encontrar un sentido a su existencia, tratando de revivir las fortunas de un dilapidado teatro con el dinero de su marido; en tanto, nada le impide mantener una aventura amorosa con el director artístico (Luigi Lo Cascio) del mismo.
En el tercer episodio se siguen los pasos de Serena quien demuestra un interés especial en Luca (Giovanni Anzaldo), un atribulado artista; a partir del vínculo que los une, el espectador se irá imponiendo sobre lo que pasó en la noche del accidente fatal, permitiendo que la historia arribe a un convincente epílogo.
Aunque en los sucesivos capítulos Virzi apela a la repetición de hechos a través de la perspectiva de cada uno de los principales personajes, el recurso funciona muy bien al permitir una buena superposición, e intersección de los mismos con la incorporación de nuevos elementos para que las piezas del rompecabezas queden bien integradas.
Con una actuación irreprochable y un ritmo que se mantiene homogéneo a lo largo de su narración, el film se valoriza por la buena delineación de sus personajes. Además y aunque sin profundizar demasiado, el film muestra cómo la avaricia, codicia e inescrupulosidad de consolidados grupos económicos pueden manejar arbitrariamente el destino de los menos afortunados; al así hacerlo, el relato no escatima sus críticas sobre el vacío moral de la sociedad contemporánea, así como el efímero valor de la vida humana donde el accidente del ciclista con el que comienza esta historia ofrece plena prueba de ello.
Conclusión: Virzi ofrece un sobrio thriller a la vez que un buen drama sobre el valor del capital humano. Jorge Gutman