UNBROKEN. Estados Unidos, 2014. Un film de Angelina Jolie
Ubicándose nuevamente detrás de la cámara, la popularísima actriz Angelina Jolie siente una especial predilección para enfocar dramas bélicos. Así como lo hiciera en su film precedente In the Land of Blood and Honey (2011) sobre la guerra de Bosnia, en Unbroken encara un episodio de la Segunda Guerra Mundial abordando al atleta americano Louie Zamperini durante sus dos años como prisionero de los japoneses.
Teniendo como base el libro homónimo de Laura Hillenbrand y en una adaptación realizada por los cineastas Joel y Ethan Coen junto con Richard Lagravanese y William Nicholson, el relato comienza cuando el conflicto bélico ya está en marcha y Zamperini (Jack O’Connell) participa como teniente en un bombardero de la Fuerza Aérea americana junto con otros soldados en un ataque aéreo desenfrenado contra los japoneses.
Durante esas escenas el film intercala otras del pasado con una rápida revista a sus años de problemática infancia como hijo de inmigrantes italianos viviendo en el sur de California y su posterior afición deportiva por el atletismo; así, a los 19 años de edad llega a competir en las Olimpíadas de Berlín de 1936 en la carrera de los 5000 metros logrando ocupar un respetable octavo puesto. Volviendo al presente, cuando la nave aérea sufre un grave accidente estrellándose en el Pacífico con la muerte de 8 de sus tripulantes, Zamperini logra salvar su vida junto con el piloto capitán Russell Phillips (Domhnall Gleeson) que es también su amigo y el sargento Francis McNamara (Finn Wittrock). Ahí comienza para estos sobrevivientes un vía crucis al quedar a la deriva en dos balsas salvavidas; con el peligro latente de amenazadores tiburones, calman su hambre con peces que logran pescar digiriéndolos crudos y saciando la sed con el agua de la lluvia. Aguardando que puedan ser recogidos por algún avión o helicóptero de las fuerzas aliadas, las esperanzas parecen atenuarse hasta que a los 33 días McNamara fallece y 14 días después Phillips y Zamperini son rescatados por un barco enemigo japonés, donde son hechos prisioneros de guerra; de allí en más ambos quedan separados.
En su última y extensa parte el film reseña el calvario de Zamperini a través del martirio que sufre por la despiadada brutalidad ejercida en el campo de concentración por el sádico comandante japonés Watanabe (Takamasa Ishihara, más conocido por su nombre de músico y compositor como Miyavi). Los castigos que sufre Louie resultan desgarrantes de ver y en tal sentido Jolie ofrece un film de gran dureza donde sin duda, el propósito que la anima es mostrar hasta qué punto la guerra llega a deshumanizar por completo al individuo.
En un decoroso trabajo de la directora se muestra la trayectoria de un individuo que a pesar del inhumano tratamiento recibido durante los dos años de cautiverio ha tratado de mantener una fortaleza a toda prueba para que el daño físico recibido no llegase a quebrar su espíritu. A pesar de su detestable violencia este documento es honesto y a todas luces respetable en la medida que evita caer en los clisés que suelen abundar en relatos de guerra.
Si este buen film no alcanza a ser grandioso es porque a pesar de las peripecias dramáticas que rodean a sus personajes, con especial referencia a Zamperini, el relato no alcanza totalmente a cundir con la fuerza necesaria como para adentrarse con más emoción en el ánimo del espectador y porque en ciertos trechos del relato su desarrollo se resiente un poco. Con todo y más allá de las observaciones señaladas, el resultado es satisfactorio por su calificado elenco, sobre todo el desempeño de O’Connell y Miyavi, como también por la contribución fotográfica de Roger Deakins y la sobria banda sonora del compositor Alexandre Desplat.
Conclusión: Un buen relato dramático de Angelina Jolie. Jorge Gutman