MCFARLAND. Estados Unidos, 2015. Un film de Niki Caro
Esta sensible película de la realizadora Niki Caro puede que sea objetada por ser sentimental, por transitar nuevamente en la pasión por el deporte y demostrar de qué manera el triunfo del espíritu puede operar milagros. Sin embargo, en su defensa puede arguirse que el film está basado en una historia real ocurrida no hace mucho tiempo atrás y que además se destaca por su manera profunda en describir la existencia cotidiana de una comunidad latina que realiza grandes esfuerzos para vivir dignamente.
La acción se ubica en 1987 y sigue los pasos del entrenador de fútbol americano Jim White (Kevin Kostner) quien por razones disciplinarias en la escuela donde trabajaba se ve obligado a desplazarse con su señora Cheryl (Maria Bello) y sus dos hijas Julie (Morgan Saylor) y Jamie (Elsie Fisher) a McFarland, una pequeña y empobrecida región agrícola ubicada en el Valle Central de California que está poblada mayoritariamente por habitantes latinos de origen mexicano. El contraste no puede ser mayor para un típico ciudadano americano que habiendo gozado del confort de la clase media, tanto él como los suyos se sienten desubicados frente a gente de baja condición social y en donde el español, que él no domina, es la lengua predominante de esa población. Afortunadamente logra conseguir un trabajo similar al que tenía en una escuela de enseñanza media donde al poco tiempo observa la habilidad de correr que tienen sus jóvenes alumnos. A pesar de no tener experiencia alguna en el cross-country, eso lo estimula para preparar a estos estudiantes en ese deporte para formar un equipo que pueda competir exitosamente en ocasión de campeonatos futuros. Si bien el director de la escuela (Valente Rodríguez) en principio no es muy favorable a esa idea, lo cierto es que la proposición es aceptada y finalmente se logra una formación integrada con 7 dotados corredores, incluyendo a Thomas (Carlos Pratts), el más rápido del grupo y que en principio se muestra distante con Jim.
Aunque lo que sobreviene resulta fácil de predecir, la directora se ha basado en hechos reales donde los personajes conservan los mismos nombres que sus principales protagonistas. En forma nada forzada se contempla la transformación de Jim y su familia quienes sintiéndose al principio como sapos de otro pozo, llegan a superar las diferencias culturales existentes entre ellos y la gente que los rodea. Así, en varias escenas queda reflejada la sorpresa de los americanos al descubrir el calor humano emanado de humildes trabajadores que brindándoles genuino afecto les invitan a compartir una comida e incluso ofreciéndoles parte de la misma para que la lleven a su hogar.
Describiendo la realidad social imperante, el relato expone claramente las condiciones en que la comunidad campesina debe luchar arduamente en la explotación agrícola donde para tal fin los hijos, desde la temprana adolescencia, constituyen una valiosa ayuda familiar; así se aprecia cómo estos jóvenes deportistas deben levantarse a altas horas de la madrugada para trabajar la tierra antes de comenzar la jornada escolar donde la misma culminará con el entrenamiento que Jim les imparte. Toda esa ilustración es lo que brinda al relato una gran intensidad donde en cierta forma parecería que se está contemplando un documental antes que un film de ficción.
A pesar de que la historia descripta puede prestarse para la fácil manipulación del espectador, la realizadora evita endulzarla para que la emoción que genera resulte completamente natural.
Todas las interpretaciones se caracterizan por su solidez pero si hubiese que hacer nombres entre los jóvenes se distinguen Pratts y Ramiro Rodríguez. De todos modos, es necesario destacar la sobria y humana caracterización que Kostner logra de su personaje brindando, posiblemente, el mejor papel de su carrera como actor.
Impecable es también la dirección de Niki Caro que además de un film deportivo ha logrado un documento social donde queda demostrado el importante papel desempeñado por los inmigrantes en su contribución al desarrollo de la economía estadounidense.
Conclusión: Un film que siendo previsible satisface plenamente como drama deportivo y documento social.
Jorge Gutman