WHILE WE’RE YOUNG. Estados Unidos, 2014. Un film escrito y dirigido por Noah Baumbach
La aspiración de recuperar los años de juventud es uno de los aspectos considerados en Mientras Seamos Jóvenes, una comedia dramática de Noah Baumbach que centra su atención en un matrimonio de mediana edad y las consecuencias deparadas en su encuentro con otra pareja mucho más joven.
Ben Stiller y Naomi Watts animan al matrimonio integrado por Josh y Cornelia, de cuarenta y tantos años; viviendo en Nueva York de manera confortable, tratan de autoconvencerse de que son auténticamente felices aunque hay razones para suponer lo contrario. Así, Cornelia deseosa de tener hijos ya ha tenido varios abortos involuntarios y es consciente de que a su edad no podrá concebir nuevamente. Josh, por su parte, es un cineasta documentalista que después de haber hecho un film hace tiempo, ahora se siente bloqueado para concluir el proyecto en que está embarcado desde hace 10 años; a todo ello se agrega algunos problemas de salud vinculados con su artritis y capacidad visual. En consecuencia, la buena relación conyugal no puede ocultar una frustración existencial dado que a pesar de sentirse jóvenes, el paso inflexible del tiempo les impone una diferente realidad.
Sus vidas cobran un significativo impulso cuando en una clase de cine donde Josh enseña, él llega a conocer a Jamie (Adam Driver) y su esposa Darby (Amanda Seyfried), quienes son veinte años más jóvenes. Josh se siente halagado frente a la admiración que Jamie ‑un aspirante a cineasta que conoce bien poco de cine- le profesa. Es así, que al poco tiempo, frente a la energía contagiosa de la joven pareja Josh y Cornelia experimentan la sensación de haber retornado a sus años de juventud, lo que permite a Josh recuperar su autoestima.
El conflicto dramático se produce cuando Jamie comienza a apropiarse de las ideas de Josh y éste siente que ha sido usado y traicionado en la confianza que había depositado en la honestidad del joven matrimonio. Así, el realizador introduce un tópico de especial interés al demostrar lo que ocurre cuando los egos personales entran en juego y los aspectos del arte se entremezclan con la propiedad intelectual de su creador.
La propuesta de Baumbach no carece de originalidad dentro del marco de una cultura contemporánea donde quien supera los 40 años es pasible de ser considerado “viejo”. Sin embargo las intenciones del film superan a su resultado, en parte debido a que su narración errática impide que el relato resulte lo suficientemente envolvente así como su relativa ingeniosidad y gracia intermitente no alcanzan hacer eco en la medida necesaria. En consecuencia, la comedia se deja ver pero sin llegar a trascender.
Del competente elenco, sobresale Stiller transmitiendo la vulnerabilidad, frustración y neurosis emergentes de su personaje.
Conclusión: Sin ser un trabajo totalmente logrado, el film interesa por su tema contrastando a dos generaciones diferentes y aludiendo a la inexorabilidad del tiempo que no puede ser detenido. Jorge Gutman