UNE NOUVELLE AMIE / THE NEW GIRLFRIEND. Francia, 2014. Un film escrito y dirigido por François Ozon
Después de su estreno en el TIFF del año pasado, con su estreno comercial el público tiene oportunidad de juzgar el último film de François Ozon que sin duda no habrá de defraudar a sus seguidores ni a quienes buscan filmes osados pero tratados con mesura y fineza. Ese es el caso de Une nouvelle amie donde el realizador aborda el tema del travestismo basándose en una obra de la autora inglesa Ruth Rendell, recientemente desaparecida, quien se caracterizó fundamentalmente por sus logradas novelas de misterio. En cierta forma, en este caso hay un aura de misterio pero no en la forma concebida tradicionalmente, aunque no excluye la nota de sorpresa y desconcierto.
En las primeras escenas se aprecia la gran amistad existente de Laura (Isilde Le Besco) y Claire (Anais Demoustier) que data de la infancia y curiosamente, ambas amigas se casaron prácticamente en forma simultánea. Cuando Laura se enferma gravemente, en su lecho de muerte le pide a su amiga que vele por su marido David (Romain Duris) y su bebé nacido hace poco tiempo a lo que Claire está completamente dispuesta a cumplir con la voluntad de esa persona tan querida. Cuando días después del sepelio, ella llega inesperadamente al hogar de David, descubre al desconsolado viudo vestido con ropas que pertenecieron a su difunta esposa mientras le ofrece el biberón a su hijita Lucie; allí él confiesa a Claire que siempre disfrutó de posar como mujer. De allí en más los acontecimientos se desenvuelven de tal manera haciendo que Claire se convierta en cómplice del travestismo de David que adopta la personalidad femenina de “Virginia” y que al propio tiempo la relación que se da entre ambos está lejos de ser sospechada por el marido de Claire (Raphael Personnaz).
Aunque el punto de partida resiste credibilidad, el encanto de este elegante film reside en el modo en que el relato está construido y la considerable mesura y aplomo que emplea Ozon al abordar el delicado tema del travestismo y las confusiones de identidad sexual que atraviesan los principales personajes de esta historia. Queda como balance una fina comedia de introspección psicológica que se adentra en las misteriosas ramificaciones adoptadas por el comportamiento sexual del ser humano.
Del breve elenco, por la dimensión de sus roles son Duris y Demoustier los que se destacan. Duris plenamente persuade animando el complejo personaje de un hombre que gustando del sexo opuesto se siente confortable actuando como mujer, en tanto que Demoustier es suficientemente convincente como la persona que se deja llevar en un juego perverso para finamente quedar atrapada en el mismo.
Conclusión: Resulta difícil categorizar a esta fantasía sexual pero en todo caso la combinación de comedia y melodrama confiere a este film un encanto especial. Jorge Gutman