LA PROCHAINE FOIS JE VISERAI LE COEUR. Francia, 2014. Un film escrito y dirigido por Cédric Anger
Este film se basa en un caso real sobre acontecimientos que estremecieron a Francia entre mayo de 1978 y abril de 1979 y que tuvo como protagonista al asesino serial Alain Lamare.
El guión del realizador, basado en el libro “Un assassin au-dessus de tout soupçon” (Un asesino por encima de toda sospecha), utiliza ciertas licencias para acomodar el relato a una historia de ficción donde Lamare es aquí remplazado por el personaje de Frank Neuhart.
Desde las primeras escenas en donde se observa al conductor de un automóvil persiguiendo en horas nocturnas y en una ruta campestre a una joven en bicicleta para voltearla con violencia, queda detectado que ese acto se debe a Franck (Guillaume Canet); un extraño sujeto que de día se desempeña como gendarme policial y de noche actúa como un implacable criminal.
El relato no mantiene la intriga de otros filmes del género porque para el público queda esclarecido desde un principio quién es el asesino. En cambio lo que trata de destacar es la personalidad tortuosa de un individuo que cuando no está en funciones muestra un sentimiento de intenso sufrimiento que en muchos casos se traduce en una autoflagelación. Pero del mismo modo que en forma masoquista llega a disfrutar de su dolor, no tiene reparos en recoger a jóvenes mujeres haciendo autostop para luego ejecutarlas sin piedad.
Lo que resulta interesante es el comportamiento que adopta Frank en el lugar de trabajo donde nadie sospecha de su persona y además participa con sus colegas en la investigación de sus propios crímenes. Por añadidura y jugando al gato y el ratón, en sus momentos de soledad se deleita enviando cartas anónimas a sus superiores manifestando que seguirá matando a otras mujeres hasta el momento en que él sea asesinado.
Si bien su compleja personalidad queda bien descripta mostrando su timidez, su malhumor en la mayor parte de su diaria rutina, así como su dificultad para relacionarse con el sexo femenino, el film nunca explica cuáles son las causas que motivan a este angustiado psicópata para actuar de tal manera ni tampoco ofrece elementos de su pasado para comprender mejor su conducta ni menos aún su doble personalidad.
El realizador relata los hechos tal como han ocurrido sin explicación de otra índole, cuidando de mantener la sobriedad en la exposición de los crímenes. Si bien la primera parte es la que ofrece un suspenso satisfactorio, lo que continúa se vuelve un tanto repetitivo conduciendo a la captura del asesino en un final relatado precipitadamente.
Según los créditos finales, después de evaluaciones psiquiátricas realizadas el criminal fue considerado irresponsable de sus actos por haber estado afectado de una rara enfermedad mental; de este modo no llegó a ser juzgado.
Conclusión: Sin ser un film excepcional, satisface por la muy buena composición que Canet logra del criminal, así como por la lograda reconstrucción de época. Jorge Gutman