ANOMALISA. Estados Unidos, 2015. Un film de Charlie Kaufman y Duke Johnson
Si bien Charlie Kaufman es muy conocido por el ingenio que demostrara como guionista en Being John Malkovich (1999), Adaptation (2002) y Eternal Sunshine Of The Spotless Mind (2004), en Anomalisa ‑con la co-dirección de Duke Johnson- ofrece un film fascinante a la vez que trascendente por su contenido. Ratificando su gran poder de imaginación en el guión que le pertenece basado en su propia obra de teatro, Kaufman brinda un relato de animación de gran humanidad aplicando la técnica del stop-motion.
La historia presenta a Michael Stone (David Thewlis), un conferencista motivacional y autor de libros que vive en Los Ángeles con su mujer e hijo, aunque no muy satisfecho en su matrimonio, que atraviesa la crisis existencial de la mediana edad. En viaje de negocios, llega a Cincinnati para ofrecer una conferencia sobre el servicio a la clientela. Después de haberse registrado en el hotel, para atenuar su aburrimiento decide llamar a una mujer que había abandonado 10 años atrás; sin embargo, ese reencuentro se frustra cuando ella descubre que Michael solamente pretende obtener sus favores sexuales. La situación se torna más favorable cuando llega a conocer a Lisa (Jennifer Jason Leigh), una chica tímida que se aloja en el mismo hotel y que manifiesta gran admiración por él después de haber leído un libro suyo; lo que comienza como un inocente flirteo va convirtiéndose en algo más serio, hasta que finalmente surge entre ambos una improbable relación amorosa no exenta de contenido erótico que deviene anómala por las características asumidas.
A diferencia de otras películas animadas, la presente es exclusivamente para adultos con un contenido que deja importante espacio para la reflexión al ilustrar melancólicamente el vacío existencial, la dificultosa comunicación humana, la soledad así como la alienación atravesada por Michael. Dentro de ese contexto y a pesar de tratarse de un film de animación, los personajes transmiten un sorprendente verismo merced a la técnica empleada de tomar imágenes fijas sucesivas de la realidad. Muy bueno es el apoyo que prestan con sus voces Thewlis y Jason Leigh como así también Tom Noonan para el resto de los personajes; en tal sentido, los realizadores han obtenido de sus actores una magnífica contribución.
Conclusión: El film constituye una cautivante experiencia para el público que lo contempla que, además de disfrutarlo, lo deja pensando sobre el mensaje que ofrece: la fallida despersonalización que aqueja al género humano de la sociedad contemporánea, volviéndolo extraño y ajeno frente al mundo que lo circunda. Jorge Gutman