THE LITTLE PRINCE/LE PETIT PRINCE. Francia, 2015. Un film de Mark Osborne
La célebre novela El Principito de Antoine de Saint Exupéry, que desde su publicación en 1943 se ha convertido en uno de los libros franceses más leídos y traducido a múltiples idiomas, ya fue llevada al cine en 1974 por el director Stanley Donen. Ahora ha sido el turno del realizador Mark Osborne quien intentó revivir esta emblemática obra literaria sabiendo muy bien el riesgo que asumía para trasladarla a la pantalla.
En su tratamiento Osborne apeló a un recurso ingenioso al permitir que el relato asuma el doble carácter de insertar una historia dentro de la que concibió Saint Exupéry, tratando de que el sentido humanitario que la anima quede bien reflejado.
La adaptación efectuada por Irena Brignull y Bob Persichetti, se centra en una niña cuya madre la ha regimentado estrictamente para que durante el verano dedique su tiempo para estudiar y encontrarse en buenas condiciones a fin de que pueda ser aceptada en una escuela privada de considerable prestigio; al propio tiempo su progenitora desea que ella esté preparada para ser adulta. Cuando ambas se mudan a un nuevo barrio, la niña conoce a un vecino anciano de alma infantil que despierta en ella inmediata simpatía; esa relación que deviene amistosa le permite a ella saber que cuando él era joven fue un experimentado aviador; evidentemente, se trata del mismo personaje que Saint Exupéry relata en su novela. Cuando el aviador le cuenta a su amiguita cómo conoció al principito la historia adopta un giro fantástico donde Osborne trata de reproducir el sentido último de la gran obra literaria. De este modo la niña se introduce en un universo diferente llegando a constatar lo hermoso que significa para ella vivir plenamente su infancia sin que nadie le sustraiga la ilusión de soñar.
En términos de animación la calidad técnica ha permitido que el film resulte visualmente agradable de contemplar .gracias a la creatividad demostrada por el equipo que participó en tal delicada tarea. Aquí se ha adoptado un criterio dual; así,: para la parte realista del relato se ha utilizado el diseño tradicional de animación a través de imágenes generadas por computadora, en tanto que para la historia fantasiosa y poética del relato se ha recurrido a la metodología stop motion (imagen por imagen).
Puede que los puristas seguidores del escritor francés se sientan contrariados con esta adaptación, sin embargo es muy difícil de invalidar la gran audacia asumida por el director y sus guionistas dado que el libro original ha sido reinventado con delicadeza, manteniendo sus valores esenciales. Si bien este emotivo y sensible film podrá tener como principal destinatario a la audiencia juvenil, el público adulto también lo disfrutará, sobre todo porque la historia propuesta permite apreciar la forma en que los niños observan el mundo de los adultos.
En Canadá el film se exhibe tanto en inglés como en francés. En la versión inglesa las voces de los personajes principales corresponden a Mackenzie Foy (La Niña), Jeff Bridges (el aviador), Rachel Adams (la madre) y Riley Osborne (el principito); en la versión francesa han participado Clara Poincaré (la niña), André Dussollier (el aviador), Florence Foresti (la madre) y Andrea Santamaria (el principito). Jorge Gutman