Una Colo­ri­da Fauna

ZOO­TO­PIA. Esta­dos Uni­dos, 2016. Un film de Byron Howard, Rich Moo­re y la co-direc­ción de Jared Bush.

ZOOTOPIAUna vez más los estu­dios Dis­ney con la exce­len­te visión crea­do­ra de John Las­se­ter, uno de los miem­bros que fun­da­ron los estu­dios Pixar, ofre­cen con Zoo­to­pia una pro­duc­ción ani­ma­da real­za­da con el sello de la exce­len­cia. Diri­gi­do por Byron Howard, Rich Moo­re y la cola­bo­ra­ción de Jared Bush, éste es un film don­de no hay deta­lle alguno que se haya deja­do libra­do al azar. Ade­más de lo esen­cial­men­te téc­ni­co, la pelí­cu­la se des­ta­ca por la mag­ní­fi­ca des­crip­ción de per­so­na­jes ani­ma­les sor­pren­den­te­men­te huma­ni­za­dos, su diná­mi­ca rea­li­za­ción y por la his­to­ria con­ce­bi­da por Jared Bush y Phil Johns­ton que resul­ta mucho más amplia que lo que en apa­rien­cia pare­cía a su inicio.

El rela­to pre­sen­ta un con­jun­to de mamí­fe­ros que habi­tan en Zoo­to­pia, una ciu­dad de moder­nos dise­ños arqui­tec­tó­ni­cos. En ese gran con­glo­me­ra­do urbano lle­ga pro­ce­den­te del inte­rior Judy Hopps (Gin­ni­fer Good­win), una sim­pá­ti­ca cone­ji­ta que des­de peque­ña soñó con lle­gar a ser poli­cía; 15 des­pués logra obte­ner la mejor cali­fi­ca­ción al com­ple­tar sus estu­dios en tal mate­ria. En su pri­mer tra­ba­jo al que es des­ti­na­da ella se encuen­tra rodea­da de ani­ma­les de mayor pre­sen­cia físi­ca, como ele­fan­tes, rino­ce­ron­tes, hipo­pó­ta­mos, entre otros; su dimi­nu­ta figu­ra hace que Bogo (Idris Elba), el poco sim­pá­ti­co búfa­lo jefe de poli­cía, le asig­ne una tarea de poca rele­van­cia; la mis­ma con­sis­te en veri­fi­car las con­tra­ven­cio­nes de esta­cio­na­mien­to, don­de en su pri­mer día de tra­ba­jo logra apli­car más de 200 bole­tas de mul­ta. Dota­da de una vita­li­dad, deter­mi­na­ción y ener­gía a toda prue­ba no se deja ven­cer por rea­li­zar este tra­ba­jo menor; al poco tiem­po la suer­te pare­ce estar de su lado cuan­do debi­do a cir­cuns­tan­cias espe­cia­les su jefe le encar­ga que se ocu­pe de escla­re­cer en no más de 48 horas el mis­te­rio de una serie de resi­den­tes des­apa­re­ci­dos que se vie­ne regis­tran­do en la ciu­dad. En prin­ci­pio todo gira­ría en torno de una serie de ani­ma­les pre­da­do­res que ate­mo­ri­zan a las pre­sas de esta metrópoli.

Para cum­plir su come­ti­do esta cone­ji­ta cuen­ta con la cola­bo­ra­ción de Nick (Jason Bate­man) un zorro píca­ro, char­la­tán y poco con­fia­ble a quien en prin­ci­pio ella man­tie­ne cier­tos pre­jui­cios sobre su mane­ra de ser; con todo, al poco tiem­po lle­ga­rán a for­mar un buen equi­po. De allí en más ambos que­dan invo­lu­cra­dos en una com­pli­ca­da aven­tu­ra que no con­vie­ne reve­lar, don­de la his­to­ria adquie­re mati­ces más complejos.

Espe­cial dis­tin­ción mere­cen las voces vívi­das de Good­win y Bate­man quie­nes ofre­cen gran expre­si­vi­dad a sus res­pec­ti­vos per­so­na­jes; no menos impor­tan­te es la efi­cien­te asis­ten­cia vocal de Elba, J.K. Sim­mons, Octa­via Spen­cer, Bon­nie Hunt, entre otras voces. La popu­lar can­tan­te Sha­ki­ra brin­da sus cuer­das voca­les a una sim­pá­ti­ca gace­la que ento­na la can­ción ori­gi­nal del film “Try Everything” con letra y músi­ca de Sia y Star­ga­te. Y ya que se ha hecho men­ción a la músi­ca se reco­mien­da al públi­co que per­ma­nez­ca en la sala duran­te la pro­yec­ción de los cré­di­tos fina­les don­de pre­sen­cia­rá un exce­len­te cua­dro musi­cal con la inter­ven­ción de todos los ani­ma­les can­tan­do y bai­lan­do den­tro de un cli­ma de mar­ca­do optimismo.

Varias mora­le­jas pue­den des­pren­der­se de este film. Más allá de des­ta­car el prin­ci­pio de cons­tan­cia y volun­tad de supera­ción que ani­ma a nues­tra heroí­na, el rela­to per­mi­te sutil­men­te ilus­trar algu­nos de los pro­ble­mas que afec­tan a nues­tra socie­dad, tales como la buro­cra­cia, la corrup­ción de cier­tos fun­cio­na­rios en el ejer­ci­cio de la fun­ción públi­ca, como así tam­bién las per­cep­cio­nes aprio­rís­ti­cas que con­du­cen a pre­jui­cios y dis­cri­mi­na­cio­nes entre los seres huma­nos. Lo más impor­tan­te, y como no podría ser de otro modo pro­vi­nien­do de Dis­ney, es el noble men­sa­je que deja acer­ca de la impor­tan­cia que adquie­re el esfuer­zo colec­ti­vo para que las dife­ren­cias entre la gen­te (ani­ma­les en este caso) sean sub­sa­na­das a fin de vivir en paz y armonía.

A todas luces, éste es un muy buen film des­ti­na­do a todo tipo de audien­cia que sin duda apre­cia­rá cada uno de los ele­men­tos des­ta­ca­dos en esta eva­lua­ción crítica.
Jor­ge Gutman