TRUMAN. España-Argentina, 2015. Un film de Cesc Gay
Esta comedia dramática ha logrado cosechar 5 Goyas en la última entrega de premios de España incluyendo al mejor film, realizador (Cesc Gay), actor principal (Ricardo Darín), actor de reparto (Javier Cámara) y guión original (Gay compartido con Tomas Aragay). Estas distinciones están ampliamente justificadas teniendo en cuenta que Truman realmente impacta por su historia, puesta en escena y su sobresaliente interpretación.
Abordar el tema de la ineluctable mortalidad no es sencillo cuando se trata de eludir los aspectos lúgubres con situaciones espontáneamente ocurrentes que atenúan el impacto dramático central. Precisamente allí se valoriza la presencia de un magnífico libreto donde describiendo con naturalidad a sus personajes permite crear un clima íntimo de gran calidez, reflejando valores tan importantes como el de la amistad en circunstancias especiales.
Ricardo Darín anima a Julián, un actor teatral argentino viviendo en Madrid quien enfrenta la inminencia de su muerte debido a un cáncer terminal. Resignado a su suerte, frente al médico que lo atiende rehúsa someterse a tratamientos que puedan debilitar su cuerpo, prefiriendo que lo que le queda de vida pueda disfrutarlo del mejor modo posible. Inesperadamente recibe la visita de Tomás (Cámara), un amigo español de la infancia que se desempeña como profesor universitario en Winnipeg, que habiéndose impuesto de su enfermedad llega por 4 días para reencontrarse con él.
El guión permite contrastar magníficamente las dos personalidades. Julián no admite ser objeto de piedad o compasión alguna y es así que frente a su amigo confronta su enfermedad con cierto tono irónico para disfrutar lo máximo que se pueda durante la breve estancia en que ambos estarán juntos; por su parte Tomás, que es más tranquilo en su manera de ser, trata de amoldarse a la situación impidiendo que el fantasma de la muerte constituya un obstáculo para despedir a su amigo.
Además de Tomás, Julián tiene otro gran compañero que es Truman, su entrañable, leal e incondicional perro; preocupado por saber cómo un fiel animal puede experimentar la ausencia definitiva de su dueño, su propósito es el de encontrarle un hogar que lo adopte con el mismo cariño que él le prodiga.
En otros aspectos, una de las situaciones realistas aunque incómodas del relato demuestra que nadie es irremplazable por más valioso que sea; así, el productor (José Luis Gómez) de la obra que Julián actualmente está representando con gran éxito en el teatro, le anuncia en su camarín que en pocos días más otro actor ocupará su lugar antes que el mal alcance un nivel que le imposibilite actuar. También resulta de interés, el viaje que realiza a Ámsterdam acompañado de Julián, donde se encuentra estudiando su hijo (Oriol Pla) a fin de celebrar su cumpleaños.
Con gran sencillez pero de manera efectiva, el realizador logra un film de profunda humanidad; evitando cualquier desborde sentimental, su narración alcanza legítima emoción entremezclada con un fino humor que emana de sus acertados diálogos.
Las actuaciones son maravillosas donde existe una maravillosa complicidad entre los dos personajes protagónicos. Una vez más, Darín confirma que es el mejor actor latinoamericano de su generación, brindando genuina naturalidad en la composición de un ser que enfrenta la muerte con total dignidad; por su parte, Cámara en un papel más reprimido ofrece una notable caracterización de quien cruzó el Atlántico para darle un último abrazo a su gran amigo. En un rol menor, aunque funcional a la trama del film, resulta convincente la participación de Dolores Fonzi.
En esencia, Gay ofrece un canto a la amistad en un film de notable sensibilidad que es rematado con una emotiva e inesperada escena final. Jorge Gutman