THE BIRTH OF A NATION. Estados Unidos, 2014. Un film de Nate Parker
Este film es otro respetable documento abordando la tragedia americana del racismo. Su estreno no puede ser más oportuno teniendo en cuenta los violentos episodios raciales que recientemente han tenido lugar en Estados Unidos. En este caso el realizador Nate Parker ilustra la rebelión de 1831 liderada por el negro Nat Turner y considerada como la más sangrienta de la historia americana.
El libreto escrito por el realizador y Jean McGianni Celestin presenta al pequeño Nat cuya familia es mantenida como esclava en una plantación algodonera de Virginia. Inteligente y bien motivado, el chico goza de la simpatía y aprecio de Elizabeth (Penelope Ann Miller), la mujer del dueño de la plantación, quien le enseña a leer así como también lo introduce a la biblia. La lectura del libro sagrado ejerce gran influencia en la etapa adulta de Nat (Parker) donde con su fe religiosa se convierte en un respetado predicador moralista de la población negra local.
En la primera parte de la trama queda muy bien descripta la forma despótica en que los esclavos son tratados, como si fuesen ganado en lugar de seres humanos. Con todo, Nat a pesar de su condición recibe un trato más humanizado por parte de su amo Samuel Turner (Armie Hammer). Ese hecho le crea una ambivalencia en su conducta en la medida que se comporta con deferente obediencia y respeto hacia él y su familia, mientras que al propio tiempo contempla la explotación de su gente por parte de los restantes hacendados blancos.
Simultáneamente a lo ya descripto, Nat conoce a Cherri Ann (Aja Naomi King), una joven chica negra maltratada, cuando en un remate de esclavos es comprada por Samuel; la cálida relación sentimental que se forjará entre ellos es retratada con delicada ternura.
Es en su segunda mitad, donde el film adquiere un carácter épico. Por haber bautizado a un hombre blanco, Nat es severamente reprendido y golpeado por su amo; ese hecho le hace adquirir plena conciencia del sufrimiento de sus pares y es así que lo impulsa a liderar un movimiento de sedición; en consecuencia, valiéndose de hachas y filosos cuchillos los esclavos emprenden una furiosa embestida contra los blancos. La respuesta de la contraparte no se hace esperar, generando una batalla campal que origina una secuencia muy bien coreografiada, además de ser la nota más dramática e impactante del relato. El desenlace de esta historia deja en el espectador un amago de tristeza porque a pesar de que Abraham Lincoln aboliría la esclavitud varias décadas después, el drama racial no ha desaparecido en el incipiente siglo en que vivimos.
El valor de este film radica en su contenido que además de invitar a la reflexión se presta al debate. Ahora bien, desde el punto de vista de apreciación crítica, no siempre el relato conserva fluidez, en parte por sus diálogos un tanto excesivos y en otros aspectos debido a que no siempre prevalece la sutileza necesaria para describir las escenas de violencia. Otro aspecto a observar es que la transformación del pacífico Nat en líder guerrero es expuesta con inapropiada rapidez.
La interpretación de Parker como protagonista está ampliamente lograda mostrando carisma y envergadura en el personaje caracterizado; también se destaca Hammer, como un hombre que a pesar de defender sus intereses de clase y raza es de alguna manera consciente de la degradación sufrida por los negros. Globalmente analizado, The Birth of a Nation es un honesto retrato de la gran tragedia sufrida por los esclavos afromericanos y sin duda Parker rinde un buen tributo a sus víctimas. Jorge Gutman