El Bai­le de la Graduación

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

PROM QUEEN. THE MUSI­CAL Autor: Kent Stai­nes.  Músi­ca: Colleen Daun­cey. Letra: Aki­va Romer-Segal. Direc­ción Escé­ni­ca: Mar­cia Kash. Direc­ción Musi­cal: Mark Cami­lle­ri. Coreó­gra­fo: Sean Chees­man. Esce­no­gra­fía y Dise­ño del Ves­tua­rio: John C. Din­ning. Ilu­mi­na­ción: Luc Prai­rie. Dise­ño del Soni­do: Peter Balov. Elen­co. Ales­san­dro Cos­tan­ti­ni, Jonathan Cullen, Katee Julien, Syl­vain Scott, Syd­ney Sco­tia, Kol­ton Ste­wart, David Sil­ves­tri, Zach Coun­sil, Stuart Dow­ling, Gabi Eps­tein, Ale­xia Gourd, Hai­ley Lewis, Jamie Mayers, Lucas Meeu­se, Mike Melino, Patrick Park, Stepha­nie Sy, Jonathan Whit­ta­ker. Dura­ción: 2 horas 30 minu­tos (inclu­yen­do un entre­ac­to de 20 minu­tos.) Repre­sen­ta­cio­nes: Has­ta el 23 de Noviem­bre de 2016 en la sala prin­ci­pal del Segal Cen­tre (www.segalcentre.org)

El tér­mino “Prom Night” está refe­ri­do a la vela­da del bai­le gra­dua­ción de los estu­dian­tes que fina­li­zan la ense­ñan­za media; sin duda, se tra­ta de uno de los acon­te­ci­mien­tos más tras­cen­den­tes en la vida de todo ado­les­cen­te. Uno de los aspec­tos que carac­te­ri­zan a este even­to es que los egre­sa­dos deben encon­trar una pare­ja con la cual asistir.

Lo que ante­ce­de ha ser­vi­do al dra­ma­tur­go Kent Stai­nes para dra­ma­ti­zar un caso real acon­te­ci­do a Marc Hall en Cana­dá, más pre­ci­sa­men­te en la ciu­dad de Osha­wa de la pro­vin­cia de Onta­rio. En 2002, Marc de 17 años de edad habien­do ter­mi­na­do sus estu­dios secun­da­rios se apres­ta­ba a cele­brar la fies­ta de gra­dua­ción; debi­do a su orien­ta­ción sexual dife­ren­te resol­vió que el mucha­cho con quien esta­ba vin­cu­la­do sen­ti­men­tal­men­te lo acom­pa­ña­ra para tal oca­sión. Esa deci­sión cau­só estu­por en las auto­ri­da­des del cole­gio cató­li­co don­de Marc estu­dia­ba y de nin­gún modo esta­ban dis­pues­tos a tole­rar que uno de sus alum­nos eli­gie­se como pare­ja a alguien del mis­mo sexo.

Fote de Andrée Lanthier

Fote de Andrée Lanthier

A pesar de todo, el joven no se inmu­tó y con­tra vien­to y marea luchó legal­men­te para que la deci­sión fue­se rever­ti­da para poder asis­tir a la cele­bra­ción con la per­so­na que había elegido.

Lo que el públi­co apre­cia en Prom Queen, the Musi­cal no es sola­men­te el recuen­to de los acon­te­ci­mien­tos vivi­dos por Hall sino que asis­te a tra­vés de una obra musi­cal. La pre­gun­ta que le cabe al lec­tor de estas líneas es si el espec­tácu­lo fun­cio­na como tal; la res­pues­ta es un rotun­do SI.

Trans­for­mar un dra­ma real al len­gua­je musi­cal es posi­ble cuan­do exis­te ima­gi­na­ción y talen­to como lo que acon­te­ce en este caso. En pri­mer lugar cabe des­ta­car que el tex­to ha sabi­do recrear mag­ní­fi­ca­men­te el con­flic­to dra­má­ti­co a tra­vés de esce­nas bien orques­ta­das, des­de la pri­me­ra en que los alum­nos son invi­ta­dos a regis­trar los nom­bres de sus acom­pa­ñan­tes para el bai­le de gra­dua­ción has­ta la últi­ma en que Marc ape­la su caso ante la jus­ti­cia y logra que la mis­ma se expi­da a su favor al acep­tar a su pare­ja del mis­mo sexo.

Foto de Andrée Lanthier

Foto de Andrée Lanthier

Otro aspec­to a seña­lar es la ade­cua­da inser­ción de los núme­ros musi­ca­les que se aso­cian muy bien a cada una de las face­tas que va ofre­cien­do el rela­to a tra­vés de su desa­rro­llo. Aun­que las can­cio­nes no son fáci­les de tara­rear e inclu­so de recor­dar, las mis­mas son sufi­cien­te­men­te agra­da­bles para dejar una bue­na impre­sión. Todo ello se com­ple­men­ta con una exce­len­te coreo­gra­fía de Sean Chees­man que otor­ga gran vita­li­dad al espectáculo.

Resal­tan­do los méri­tos de la obra se encuen­tra la acer­ta­da pues­ta escé­ni­ca de Mar­cia Kash quien ha per­mi­ti­do que la narra­ción man­ten­ga per­ma­nen­te­men­te un rit­mo flui­do a la vez que que obtu­vo lo máxi­mo posi­ble de su entu­sias­ta elen­co. Den­tro del mis­mo ha sido afor­tu­na­do con­tar con la par­ti­ci­pa­ción de Ales­san­dro Cos­tan­ti­ni para ani­mar al per­so­na­je prin­ci­pal; este joven actor se sumer­ge por com­ple­to en la piel de Marc per­mi­tien­do que su caris­ma, sim­pa­tía y dina­mis­mo así como su apor­te vocal en casi todos los núme­ros musi­ca­les que le toca par­ti­ci­par, con­quis­te de inme­dia­to al públi­co que lo observa.

Entre otros nom­bres que mere­cen des­ta­car­se del repar­to se encuen­tran Jonathan Cullen como Jason, la pare­ja de Marc, Katee Julien, carac­te­ri­zan­do a la abne­ga­da madre que ofre­ce su máxi­mo apo­yo y com­pren­sión a Marc, Stuart Dow­ling como el direc­tor del cole­gio, Jonathan Whit­ta­ker dan­do vida a la auto­ri­dad cató­li­ca de la escue­la que con­si­de­ra “abo­mi­na­ble” a cual­quier mani­fes­ta­ción homo­se­xual, David Sil­ves­tri ani­man­do al abo­ga­do Lon­nie Wynn que defien­de el caso de Marc en el estra­do judi­cial, Syd­ney Sco­tia y Kol­ton Ste­wart como dos de los com­pa­ñe­ros de escue­la de Marc y Gabi Eps­tein como una de las pro­fe­so­res del colegio..

A los méri­tos apun­ta­dos es impor­tan­te des­ta­car que esta obra cons­ti­tu­ye una cele­bra­ción del cora­je de un joven y de toda una comu­ni­dad que se agru­pa para apo­yar­lo a la vez que resal­ta la impor­tan­cia de la tole­ran­cia y la no dis­cri­mi­na­ción en una socie­dad civi­li­za­da. Si bien a tra­vés de los años, ha habi­do una nota­ble trans­for­ma­ción y acep­ta­ción social de que a todos los seres huma­nos les corres­pon­de los mis­mos dere­chos inde­pen­dien­te­men­te de su orien­ta­ción sexual, lamen­ta­ble­men­te la homo­fo­bia aún per­ma­ne­ce laten­te; de allí la tras­cen­den­cia que adquie­re este espectáculo.

Por su esti­lo, dis­tin­ción, emo­ti­vo con­te­ni­do humano y noble men­sa­je ins­pi­ra­dor Prom Queen, the Musi­cal es alta­men­te reco­men­da­ble.