Rencontres Internationales du Documentaire de Montréal (RIDM)
En estos días se está realizando en Montreal la décimo novena edición del RIDM, que como lo señala su título es un festival que propone al público una selección de los mejores documentales del año a nivel nacional e internacional. Este evento que se realiza entre el 10 y el 20 de noviembre constituye una vitrina exponiendo a un gran número de cineastas que promueven una visión exigente e innovadora de la realidad basada en el cine. Este año el festival presenta 128 filmes procedentes de 35 países y sin duda atrae a aquéllos espectadores que aprecian el arte del documental.
He aquí un comentario de algunos de los filmes proyectados.
Para los amantes del cine de América Latina, Cinema Novo (Brasil) es un film de visión imprescindible enfocando el movimiento de jóvenes realizadores brasileños que durante las décadas de los años 50 y 60 renovaron la cinematografía del país insuflándole una vitalidad y creatividad asombrosa. Es dentro de ese contexto que Eryk Rocha, hijo del cofundador de ese movimiento renovador, efectúa un bello homenaje a Glauber Rocha a través de un valioso documental. Así, a través de un excelente material de archivo se puede asistir a comentarios realizados en ese entonces por Rocha (padre), Leon Hirszman, Walter Lima Jr., Paulo César Saraceni, Joaquim Pedro de Andrade, Nelson Pereira do Santos, quienes entre otros realizadores dejaron un legado maravilloso a través de sus creaciones.
El mérito de este documental se acrecienta a su vez por la forma en que gracias al montaje de Renato Vallone se han podido integrar los comentarios efectuados con los extractos de aproximadamente 100 filmes de esa época de oro. De ese excelente ensamble, Eryk Rocha logra que el espectador capte cuáles han sido las motivaciones de los directores mencionados que impulsaron a ofrecer un cine no conformista y nada complaciente para explorar y reflejar el contexto político-social de esa época; al propio tiempo, el documental también se refiere al modo en que el advenimiento de la dictadura militar de 1964 que se prolongó hasta 1985 influyó en el devenir de esta nouvelle vague. En esencia, el director efectuó con este film un encomiable trabajo que seguramente servirá para inspirar a una nueva generación de cineastas.
La experiencia de jóvenes inmigrantes que llegan a un país desconocido es lo que la directora Nele Wohlatz aborda en su ópera prima El Futuro Perfecto (Argentina). Xiaobin Zhang es una adolescente de 17 años de origen chino que viene a Buenos Aires para estar con su familia después de cierto tiempo de haber permanecido separada de ella. Como toda persona inmigrante los comienzos no le resultan fáciles, sobre todo cuando en su caso desconoce la lengua del país anfitrión. Es así que el documental sigue las vicisitudes de esta joven, que por razones prácticas adopta el nombre de Beatriz, mostrando los esfuerzos que realiza para esta adaptación.
El interés del relato radica en contraponer la actitud de la joven deseosa de insertarse a la nueva sociedad con la de sus padres que prácticamente no tienen interés en sumergirse a la misma. No obstante y con el magro dinero que puede reunir de sus primeros trabajos en una fiambrería, decide tomar lecciones de español; en el aula de clase compartirá su experiencia con otros compañeros de estudio entre los cuales se destaca la presencia de Vijay (Saroj Kumar Malik), un muchacho inmigrante proveniente de India que simpatiza con ella e incluso le propone matrimonio.
El título del film alude a la manera en que Beatriz aprende a conjugar los tiempos de los verbos, pasando del modo indicativo al condicional donde a través de este último queda expresado el deseo de lograr un futuro perfecto. Con sencillez a la vez que con expresiva sensibilidad y enfatizando la importancia del lenguaje como medio de comunicación, la directora transmite a través de su protagonista el derrotero de muchos inmigrantes que tratan de forjar una nueva identidad en el país anfitrión y haciendo esfuerzos para que los sueños idealizados se conviertan en realidad para gozar de un mejor porvenir. Si bien el documental dura escasos 65 minutos aquí podría citarse nuevamente el refrán de Gracián “lo bueno si breve, dos veces bueno”; esa cualidad ha sido apreciada por el Festival de Locarno que distinguió a la película como mejor primer film.
Hasta dónde la burocracia actuando en forma arbitraria puede afectar negativamente la vida de inocentes personas queda reflejada en el documental Manuel de libération (Rusia) de Alexander Kuznetsov. El film que transcurre en una clínica neuropsiquiátrica de Tinskaya constituye un hogar sustituto para sus pacientes quienes se encuentran desprovistos por completo de sus derechos civiles. Lo interesante es que los alojados no son infantes ni tampoco personas de edad madura; más bien, se trata de personas adultas que se encuentran en la primavera de sus vidas pero desprovistas de libertad. Si bien resultaría admisible que seres internado con serias deficiencias mentales no se encuentran en condición de llevar una vida independiente, lo que el documental demuestra es que gran parte de los mismos apenas esboza levísimas deficiencias que de ningún modo les dificultaría al recobrar su libertad, la posibilidad de poder trabajar aunque fuese en tareas menores y al propio tiempo constituir una familia.
El relato se centra en el caso real de Yulia y Katia, dos mujeres que siendo huérfanas y habiendo sido abandonadas por sus madres, han sido confinadas en este asilo y que buscan la manera de salir de este encierro para llevar una vida normal; eso implica solicitar a las autoridades pertinentes que revisen sus casos quienes a su vez se basan en informes psiquiátricos del pasado que les impide obtener un veredicto satisfactorio. Si bien finalmente Yulia logra su objetivo, Katia sigue privada de su libertad a pesar de que su comportamiento se ajusta al de una persona absolutamente normal.
Dentro de un estilo sobrio y depurado .Kuznetsov ha sabido ilustrar el espíritu de solidaridad que existe entre los residentes del establecimiento como también la calidez que demuestran a Yulia en el momento de la despedida después de una estancia de 11 años de convivencia. Un film ciertamente emotivo.
Las peripecias vividas por un periodista independiente apostado en lugares arriesgados del mundo donde los estallidos bélicos se encuentran a la orden del día es lo que enfoca el director Santiago Bertolino considera en Freelancer on the Front Lines (Canadá), centrando su atención en Jesse Rosenfeld. De 32 años de edad, este joven canadiense que en 2007 concluyó sus estudios de Ciencia Política en la Universidad de Mc Gill, es un periodista entusiasta y determinado a reportar los eventos vividos en las zonas de guerra. Es de este modo que Bertolino lo sigue con su cámara desde su hogar en Toronto para emprender la tarea encomendada por el semanario Now a fin de cubrir en Egipto las elecciones de Mayo de 2014, donde como es sabido triunfó Abdel Fattah al-Sissi, el ex jefe de las fuerzas armadas. Ubicado en la Plaza Tahir de El Cairo. Rosenfeld entrevista a civiles del lugar donde tanto los disidentes islamistas como aquéllos que apoyan fervientemente al militar electo expresan sus divergentes opiniones sobre el clima político y social que se está viviendo.
Posteriormente y colaborando con la publicación estadounidense The Daily Beast se dirige a Israel para ilustrar el estado de deterioro de Gaza como consecuencia del conflicto bélico de Julio de 2014 donde las fuerzas de defensa del gobierno israelí lanzaron allí la Operación Margen Protector. De allí, prosigue su viaje para reportar sobre los campos de refugiados en Turquía, así como después, entrevista a algunos militares kurdos que se encuentran en una zona montañosa del norte de Irak luchando contra los militantes del Estado Islámico ubicados a escasos kilómetros del lugar.
Arriesgando en muchas ocasiones sus vidas, Bertolino se adhiere al itinerario de Rosenfeld quien posteriormente a través de la publicación de sus artículos emite su opinión sobre lo que le tocó presenciar. Además de mostrar de qué modo trabaja un periodista en el terreno, la forma de establecer los contactos a fin de lograr ciertas entrevistas, así como las frustraciones experimentadas cuando no se logra el propósito perseguido, el film expone claramente la pasión que Rosenfeld vuelca en su trabajo; para él su objetivo primordial es el de transmitir las atrocidades que acontecen en las líneas de fuego del Medio Oriente a través de una visión personal e independiente. Con todo, lo más importante para él es que el contenido de sus artículos permita que sus lectores por solidaridad humana no permanezcan indiferentes sobre las escenas de violencia y el horror de lo cotidiano sufridos por la gente que habita la turbulenta región.
Otro testimonio de la corrupción, ultraje y abusos existentes en ciertas regiones de México se observa en el documental Tempestad (México) de la realizadora salvadoreña Tatiana Huezo. El film se centra en dos mujeres, Miriam Carvajal y Adelia Alvarado, que a pesar de no conocerse sus destinos se entrecruzan.
En Matamoros, Miriam ha sido arrestada y encarcelada por un delito que jamás cometió. Habiendo trabajado en un puesto de migraciones de Cancún, ella ha sido falsamente achacada de haber estado involucrada en un tráfico humano. Si la injusticia de ser acusada y encontrarse en prisión ya es suficiente razón para desmoralizar a un ser humano, lo peor acontece después cuando en ese encierro forzado Miriam contempla cómo el centro de reclusión es controlado por un poderoso cartel, cuyos integrantes cruelmente abusan de las mujeres presas.
Por su parte, Adelia trabaja en un circo y en un día cualquiera inesperadamente se encuentra con que su hija ha sido secuestrada sin llegar a saber sobre su paradero; durante una década, ese incidente ha marcado su vida y ha influido en su trabajo; más aún, tratando de descifrar el misterio sólo se encuentra con la discutible actuación de la justicia para que su caso se resuelva o aclare; además del profundo dolor que causa a una madre ver que su hija se ha esfumado, esa pena se encuentra agravada al saber que el secuestro se produjo por policías judiciales con el propósito de usar a la joven en una red de tráfico humano. ¿Cómo se puede vivir con la incertidumbre de no saber si la hija aún vive o no?
Huezo logró un documental de profunda fuerza conmovedora permitiendo que estas dos mujeres expongan su caso; al así hacerlo, el público se siente sobrecogido frente a actos de impunidad aberrante.
Un interesante tema es el que Avi Mograbi encara en Entre les frontières (Francia-Israel) al enfocar su atención a refugiados que llegan al territorio israelí procedentes de Sudán y Eritrea. Después de varios años de espera en que estos refugiados son alojados en Holot, un centro de retención ubicado en pleno desierto próximo a la frontera con Egipto, el director teatral Chen Alon y Mograbi decidieron en 2014 utilizar un local abandonado para que el mismo se convierta en un taller teatral; en el mismo, recurriendo a las personas afectadas como también a artistas israelíes han tratado de recrear dramáticamente las desventuras de estos habitantes que no gozan de un estado civil específico. De esta manera donde una realidad se convierte en expresión artística, además de constituir una suerte de catarsis y desahogo para estos refugiados se logró que las autoridades adoptaran una solución al desafortunado conflicto. El relato se convierte en un lúcido documental demostrando de qué manera el arte puede influir para cambiar la realidad imperante.
Con reminiscencias del excelente film Boyhood (2014) de Richard Linklater, la realizadora Aslaug Holm decidió filmar en Brothers (Noruega), ocho años de la vida de sus dos hijos que comenzó en 2007 cuando Markus, el mayor tenía 8 años y Lukas 5 en el día que éste último comienza su educación elemental. Teniendo como escenario el departamento ocupado en Oslo y su casa campestre, la realizadora ha querido registrar la evolución de sus vástagos desde la tierna infancia hasta la adolescencia para reflejar al mismo tiempo el significado y la trascendencia de la hermandad, los sueños de cada uno de ellos y la forma de encontrar un lugar en el mundo para que los mismos se concreten. Con gran amor hacia ambos, esta noble madre registra los pequeños y grandes momentos de sus hijos donde cada uno de ellos manifiesta lo que quisiera llegar a ser; así, se sabe que Markus a quien le apasiona el fútbol desearía convertirse en jugador profesional, en tanto que Lukas más reflexivo y filosófico manifiesta su inquietud con respecto a los misterios del universo. A todas luces, este film es un documento íntimo, distintivo e impregnado de ternura que Aslaug comparte con el público. Este film mereció el premio al mejor documental internacional en el Festival Hot Docs de Toronto de 2016.
El sorprendente documental Austerlitz (Alemania) ‑que fue presentado en el TIFF de este año, es uno de los mejores que exhibe el RIDM. He aquí la opinión vertida sobre el mismo. “Este film constituye un legado del Holocausto a través de la visión del excelente documentalista Sergei Loznitsa. Filmado en blanco y negro y con planos fijos que a veces resultan de duración excesiva, a pesar de que carece de diálogos y no existe narración alguna, queda claro que el director quiere traslucir hasta qué punto tiene sentido que lo que fue en el pasado un horroroso campo de concentración quede transformado en la actualidad en un parque temático.
Eso es lo que se aprecia en el antiguo lugar de exterminio de Sachsenhausen ubicado en Alemania. Así en la larga toma inicial que tiene lugar en la puerta de entrada donde ingresa un importante contingente de visitantes, está grabada una inscripción “Arbeit macht frei” (el trabajo os hace libres); ese es el lema que había sido emplazado por el régimen nazi en numerosos campos de concentración. Ya en el interior se va observando a los turistas, con especial referencia a jóvenes luciendo llamativas remeras, tomando fotos, comiendo sus meriendas y/o prestando atención a los guías que los van conduciendo y narrándoles los tristes episodios del Holocausto.
A falta de diálogos, las imágenes quieren reflejar que el público que contempla esta dramática exhibición la considera similar a cualquier otra atracción turística sin realmente compenetrarse en la tragedia que está presenciando.
Si acaso la intención de Loznitsa es demostrar cómo una exhibición revestida de tragedia puede originar a que el turista lo tome como si fuese un entretenimiento similar a cualquier otro, lo cierto es que quien elige hacerlo es porque se siente motivado sin que nadie lo obligue a recibir o consumir algo que no le interese; de allí que resulte muy discutible calificar de trivial o superficial la actitud de quien visita este parque turístico.
La visión de este documental se presta al debate, pero más allá de cualquier discusión al respecto lo cierto es que cinematográficamente está excelentemente realizado”.
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