Fes­ti­val del Cine Docu­men­tal 2016

Ren­con­tres Inter­na­tio­na­les du Docu­men­tai­re de Mon­tréal (RIDM)

En estos días se está rea­li­zan­do en Mon­treal la déci­mo nove­na edi­ción del RIDM, que como lo seña­la su títu­lo es un fes­ti­val que pro­po­ne al públi­co una selec­ción de los mejo­res docu­men­ta­les del año a nivel nacio­nal e inter­na­cio­nal. Este even­to que se rea­li­za entre el 10 y el 20 de noviem­bre cons­ti­tu­ye una vitri­na expo­nien­do a un gran núme­ro de cineas­tas que pro­mue­ven una visión exi­gen­te e inno­va­do­ra de la reali­dad basa­da en el cine. Este año el fes­ti­val pre­sen­ta 128 fil­mes pro­ce­den­tes de 35 paí­ses y sin duda atrae a aqué­llos espec­ta­do­res que apre­cian el arte del documental.

He aquí un comen­ta­rio de algu­nos de los fil­mes proyectados.

Para los aman­tes del cine de Amé­ri­ca Lati­na, Cine­ma Novo (Bra­sil) es un film de visión impres­cin­di­ble enfo­can­do el movi­mien­to de jóve­nes rea­li­za­do­res bra­si­le­ños que duran­te las déca­das de los años 50 y 60 reno­va­ron la cine­ma­to­gra­fía del país insu­flán­do­le una vita­li­dad y crea­ti­vi­dad asom­bro­sa. Es den­tro de ese con­tex­to que Eryk Rocha, hijo del cofun­da­dor de ese movi­mien­to reno­va­dor, efec­túa un bello home­na­je a Glau­ber Rocha a tra­vés de un valio­so docu­men­tal. Así, a tra­vés de un exce­len­te mate­rial de archi­vo se pue­de asis­tir a comen­ta­rios rea­li­za­dos en ese enton­ces por Rocha (padre), Leon Hirsz­man, Wal­ter Lima Jr., Pau­lo César Sara­ce­ni, Joa­quim Pedro de Andra­de, Nel­son Perei­ra do San­tos, quie­nes entre otros rea­li­za­do­res deja­ron un lega­do mara­vi­llo­so a tra­vés de sus creaciones.

Una escena de Cinema Novo

Una esce­na de Cine­ma Novo

El méri­to de este docu­men­tal se acre­cien­ta a su vez por la for­ma en que gra­cias al mon­ta­je de Rena­to Vallo­ne se han podi­do inte­grar los comen­ta­rios efec­tua­dos con los extrac­tos de apro­xi­ma­da­men­te 100 fil­mes de esa épo­ca de oro. De ese exce­len­te ensam­ble, Eryk Rocha logra que el espec­ta­dor cap­te cuá­les han sido las moti­va­cio­nes de los direc­to­res men­cio­na­dos que impul­sa­ron a ofre­cer un cine no con­for­mis­ta y nada com­pla­cien­te para explo­rar y refle­jar el con­tex­to polí­ti­co-social de esa épo­ca; al pro­pio tiem­po, el docu­men­tal tam­bién se refie­re al modo en que el adve­ni­mien­to de la dic­ta­du­ra mili­tar de 1964 que se pro­lon­gó has­ta 1985 influ­yó en el deve­nir de esta nou­ve­lle vague. En esen­cia, el direc­tor efec­tuó con este film un enco­mia­ble tra­ba­jo que segu­ra­men­te ser­vi­rá para ins­pi­rar a una nue­va gene­ra­ción de cineastas.

La expe­rien­cia de jóve­nes inmi­gran­tes que lle­gan a un país des­co­no­ci­do es lo que la direc­to­ra Nele Woh­latz abor­da en su ópe­ra pri­ma El Futu­ro Per­fec­to (Argen­ti­na). Xiao­bin Zhang es una ado­les­cen­te de 17 años de ori­gen chino que vie­ne a Bue­nos Aires para estar con su fami­lia des­pués de cier­to tiem­po de haber per­ma­ne­ci­do sepa­ra­da de ella. Como toda per­so­na inmi­gran­te los comien­zos no le resul­tan fáci­les, sobre todo cuan­do en su caso des­co­no­ce la len­gua del país anfi­trión. Es así que el docu­men­tal sigue las vici­si­tu­des de esta joven, que por razo­nes prác­ti­cas adop­ta el nom­bre de Bea­triz, mos­tran­do los esfuer­zos que rea­li­za para esta adaptación.

Xiaobin Zhang en El Futuro Perfecto

Xiao­bin Zhang en El Futu­ro Perfecto

El inte­rés del rela­to radi­ca en con­tra­po­ner la acti­tud de la joven deseo­sa de inser­tar­se a la nue­va socie­dad con la de sus padres que prác­ti­ca­men­te no tie­nen inte­rés en sumer­gir­se a la mis­ma. No obs­tan­te y con el magro dine­ro que pue­de reu­nir de sus pri­me­ros tra­ba­jos en una fiam­bre­ría, deci­de tomar lec­cio­nes de espa­ñol; en el aula de cla­se com­par­ti­rá su expe­rien­cia con otros com­pa­ñe­ros de estu­dio entre los cua­les se des­ta­ca la pre­sen­cia de Vijay (Saroj Kumar Malik), un mucha­cho inmi­gran­te pro­ve­nien­te de India que sim­pa­ti­za con ella e inclu­so le pro­po­ne matrimonio.

El títu­lo del film alu­de a la mane­ra en que Bea­triz apren­de a con­ju­gar los tiem­pos de los ver­bos, pasan­do del modo indi­ca­ti­vo al con­di­cio­nal don­de a tra­vés de este últi­mo que­da expre­sa­do el deseo de lograr un futu­ro per­fec­to. Con sen­ci­llez a la vez que con expre­si­va sen­si­bi­li­dad y enfa­ti­zan­do la impor­tan­cia del len­gua­je como medio de comu­ni­ca­ción, la direc­to­ra trans­mi­te a tra­vés de su pro­ta­go­nis­ta el derro­te­ro de muchos inmi­gran­tes que tra­tan de for­jar una nue­va iden­ti­dad en el país anfi­trión y hacien­do esfuer­zos para que los sue­ños idea­li­za­dos se con­vier­tan en reali­dad para gozar de un mejor por­ve­nir. Si bien el docu­men­tal dura esca­sos 65 minu­tos aquí podría citar­se nue­va­men­te el refrán de Gra­cián “lo bueno si bre­ve, dos veces bueno”; esa cua­li­dad ha sido apre­cia­da por el Fes­ti­val de Locarno que dis­tin­guió a la pelí­cu­la como mejor pri­mer film.

Has­ta dón­de la buro­cra­cia actuan­do en for­ma arbi­tra­ria pue­de afec­tar nega­ti­va­men­te la vida de ino­cen­tes per­so­nas que­da refle­ja­da en el docu­men­tal Manuel de libé­ra­tion (Rusia) de Ale­xan­der Kuz­netsov. El film que trans­cu­rre en una clí­ni­ca neu­ro­psi­quiá­tri­ca de Tins­ka­ya cons­ti­tu­ye un hogar sus­ti­tu­to para sus pacien­tes quie­nes se encuen­tran des­pro­vis­tos por com­ple­to de sus dere­chos civi­les. Lo intere­san­te es que los alo­ja­dos no son infan­tes ni tam­po­co per­so­nas de edad madu­ra; más bien, se tra­ta de per­so­nas adul­tas que se encuen­tran en la pri­ma­ve­ra de sus vidas pero des­pro­vis­tas de liber­tad. Si bien resul­ta­ría admi­si­ble que seres inter­na­do con serias defi­cien­cias men­ta­les no se encuen­tran en con­di­ción de lle­var una vida inde­pen­dien­te, lo que el docu­men­tal demues­tra es que gran par­te de los mis­mos ape­nas esbo­za leví­si­mas defi­cien­cias que de nin­gún modo les difi­cul­ta­ría al reco­brar su liber­tad, la posi­bi­li­dad de poder tra­ba­jar aun­que fue­se en tareas meno­res y al pro­pio tiem­po cons­ti­tuir una familia.

Yulia en Manuel de libération

Yulia en Manuel de libération

El rela­to se cen­tra en el caso real de Yulia y Katia, dos muje­res que sien­do huér­fa­nas y habien­do sido aban­do­na­das por sus madres, han sido con­fi­na­das en este asi­lo y que bus­can la mane­ra de salir de este encie­rro para lle­var una vida nor­mal; eso impli­ca soli­ci­tar a las auto­ri­da­des per­ti­nen­tes que revi­sen sus casos quie­nes a su vez se basan en infor­mes psi­quiá­tri­cos del pasa­do que les impi­de obte­ner un vere­dic­to satis­fac­to­rio. Si bien final­men­te Yulia logra su obje­ti­vo, Katia sigue pri­va­da de su liber­tad a pesar de que su com­por­ta­mien­to se ajus­ta al de una per­so­na abso­lu­ta­men­te normal.

Den­tro de un esti­lo sobrio y depu­ra­do .Kuz­netsov ha sabi­do ilus­trar el espí­ri­tu de soli­da­ri­dad que exis­te entre los resi­den­tes del esta­ble­ci­mien­to como tam­bién la cali­dez que demues­tran a Yulia en el momen­to de la des­pe­di­da des­pués de una estan­cia de 11 años de con­vi­ven­cia. Un film cier­ta­men­te emotivo.

Las peri­pe­cias vivi­das por un perio­dis­ta inde­pen­dien­te apos­ta­do en luga­res arries­ga­dos del mun­do don­de los esta­lli­dos béli­cos se encuen­tran a la orden del día es lo que enfo­ca el direc­tor San­tia­go Ber­to­lino con­si­de­ra en Free­lan­cer on the Front Lines (Cana­dá), cen­tran­do su aten­ción en Jes­se Rosen­feld. De 32 años de edad, este joven cana­dien­se que en 2007 con­clu­yó sus estu­dios de Cien­cia Polí­ti­ca en la Uni­ver­si­dad de Mc Gill, es un perio­dis­ta entu­sias­ta y deter­mi­na­do a repor­tar los even­tos vivi­dos en las zonas de gue­rra. Es de este modo que Ber­to­lino lo sigue con su cáma­ra des­de su hogar en Toron­to para empren­der la tarea enco­men­da­da por el sema­na­rio Now a fin de cubrir en Egip­to las elec­cio­nes de Mayo de 2014, don­de como es sabi­do triun­fó Abdel Fat­tah al-Sis­si, el ex jefe de las fuer­zas arma­das. Ubi­ca­do en la Pla­za Tahir de El Cai­ro. Rosen­feld entre­vis­ta a civi­les del lugar don­de tan­to los disi­den­tes isla­mis­tas como aqué­llos que apo­yan fer­vien­te­men­te al mili­tar elec­to expre­san sus diver­gen­tes opi­nio­nes sobre el cli­ma polí­ti­co y social que se está viviendo.

Pos­te­rior­men­te y cola­bo­ran­do con la publi­ca­ción esta­dou­ni­den­se The Daily Beast se diri­ge a Israel para ilus­trar el esta­do de dete­rio­ro de Gaza como con­se­cuen­cia del con­flic­to béli­co de Julio de 2014 don­de las fuer­zas de defen­sa del gobierno israe­lí lan­za­ron allí la Ope­ra­ción Mar­gen Pro­tec­tor. De allí, pro­si­gue su via­je para repor­tar sobre los cam­pos de refu­gia­dos en Tur­quía, así como des­pués, entre­vis­ta a algu­nos mili­ta­res kur­dos que se encuen­tran en una zona mon­ta­ño­sa del nor­te de Irak luchan­do con­tra los mili­tan­tes del Esta­do Islá­mi­co ubi­ca­dos a esca­sos kiló­me­tros del lugar.

Arries­gan­do en muchas oca­sio­nes sus vidas, Ber­to­lino se adhie­re al iti­ne­ra­rio de Rosen­feld quien pos­te­rior­men­te a tra­vés de la publi­ca­ción de sus artícu­los emi­te su opi­nión sobre lo que le tocó pre­sen­ciar. Ade­más de mos­trar de qué modo tra­ba­ja un perio­dis­ta en el terreno, la for­ma de esta­ble­cer los con­tac­tos a fin de lograr cier­tas entre­vis­tas, así como las frus­tra­cio­nes expe­ri­men­ta­das cuan­do no se logra el pro­pó­si­to per­se­gui­do, el film expo­ne cla­ra­men­te la pasión que Rosen­feld vuel­ca en su tra­ba­jo; para él su obje­ti­vo pri­mor­dial es el de trans­mi­tir las atro­ci­da­des que acon­te­cen en las líneas de fue­go del Medio Orien­te a tra­vés de una visión per­so­nal e inde­pen­dien­te. Con todo, lo más impor­tan­te para él es que el con­te­ni­do de sus artícu­los per­mi­ta que sus lec­to­res por soli­da­ri­dad huma­na no per­ma­nez­can indi­fe­ren­tes sobre las esce­nas de vio­len­cia y el horror de lo coti­diano sufri­dos por la gen­te que habi­ta la tur­bu­len­ta región.

Otro tes­ti­mo­nio de la corrup­ción, ultra­je y abu­sos exis­ten­tes en cier­tas regio­nes de Méxi­co se obser­va en el docu­men­tal Tem­pes­tad (Méxi­co) de la rea­li­za­do­ra sal­va­do­re­ña Tatia­na Hue­zo. El film se cen­tra en dos muje­res, Miriam Car­va­jal y Ade­lia Alva­ra­do, que a pesar de no cono­cer­se sus des­ti­nos se entrecruzan.

tempestadEn Mata­mo­ros, Miriam ha sido arres­ta­da y encar­ce­la­da por un deli­to que jamás come­tió. Habien­do tra­ba­ja­do en un pues­to de migra­cio­nes de Can­cún, ella ha sido fal­sa­men­te acha­ca­da de haber esta­do invo­lu­cra­da en un trá­fi­co humano. Si la injus­ti­cia de ser acu­sa­da y encon­trar­se en pri­sión ya es sufi­cien­te razón para des­mo­ra­li­zar a un ser humano, lo peor acon­te­ce des­pués cuan­do en ese encie­rro for­za­do Miriam con­tem­pla cómo el cen­tro de reclu­sión es con­tro­la­do por un pode­ro­so car­tel, cuyos inte­gran­tes cruel­men­te abu­san de las muje­res presas.

Por su par­te, Ade­lia tra­ba­ja en un cir­co y en un día cual­quie­ra ines­pe­ra­da­men­te se encuen­tra con que su hija ha sido secues­tra­da sin lle­gar a saber sobre su para­de­ro; duran­te una déca­da, ese inci­den­te ha mar­ca­do su vida y ha influi­do en su tra­ba­jo; más aún, tra­tan­do de des­ci­frar el mis­te­rio sólo se encuen­tra con la dis­cu­ti­ble actua­ción de la jus­ti­cia para que su caso se resuel­va o acla­re; ade­más del pro­fun­do dolor que cau­sa a una madre ver que su hija se ha esfu­ma­do, esa pena se encuen­tra agra­va­da al saber que el secues­tro se pro­du­jo por poli­cías judi­cia­les con el pro­pó­si­to de usar a la joven en una red de trá­fi­co humano. ¿Cómo se pue­de vivir con la incer­ti­dum­bre de no saber si la hija aún vive o no?

Hue­zo logró un docu­men­tal de pro­fun­da fuer­za con­mo­ve­do­ra per­mi­tien­do que estas dos muje­res expon­gan su caso; al así hacer­lo, el públi­co se sien­te sobre­co­gi­do fren­te a actos de impu­ni­dad aberrante.

Un intere­san­te tema es el que Avi Mogra­bi enca­ra en Entre les fron­tiè­res (Fran­cia-Israel) al enfo­car su aten­ción a refu­gia­dos que lle­gan al terri­to­rio israe­lí pro­ce­den­tes de Sudán y Eri­trea. Des­pués de varios años de espe­ra en que estos refu­gia­dos son alo­ja­dos en Holot, un cen­tro de reten­ción ubi­ca­do en pleno desier­to pró­xi­mo a la fron­te­ra con Egip­to, el direc­tor tea­tral Chen Alon y Mogra­bi deci­die­ron en 2014 uti­li­zar un local aban­do­na­do para que el mis­mo se con­vier­ta en un taller tea­tral; en el mis­mo, recu­rrien­do a las per­so­nas afec­ta­das como tam­bién a artis­tas israe­líes han tra­ta­do de recrear dra­má­ti­ca­men­te las des­ven­tu­ras de estos habi­tan­tes que no gozan de un esta­do civil espe­cí­fi­co. De esta mane­ra don­de una reali­dad se con­vier­te en expre­sión artís­ti­ca, ade­más de cons­ti­tuir una suer­te de catar­sis y des­aho­go para estos refu­gia­dos se logró que las auto­ri­da­des adop­ta­ran una solu­ción al des­afor­tu­na­do con­flic­to. El rela­to se con­vier­te en un lúci­do docu­men­tal demos­tran­do de qué mane­ra el arte pue­de influir para cam­biar la reali­dad imperante.

Con remi­nis­cen­cias del exce­len­te film Boyhood (2014) de Richard Lin­kla­ter, la rea­li­za­do­ra Aslaug Holm deci­dió fil­mar en Brothers (Norue­ga), ocho años de la vida de sus dos hijos que comen­zó en 2007 cuan­do Mar­kus, el mayor tenía 8 años y Lukas 5 en el día que éste últi­mo comien­za su edu­ca­ción ele­men­tal. Tenien­do como esce­na­rio el depar­ta­men­to ocu­pa­do en Oslo y su casa cam­pes­tre, la rea­li­za­do­ra ha que­ri­do regis­trar la evo­lu­ción de sus vás­ta­gos des­de la tier­na infan­cia has­ta la ado­les­cen­cia para refle­jar al mis­mo tiem­po el sig­ni­fi­ca­do y la tras­cen­den­cia de la her­man­dad, los sue­ños de cada uno de ellos y la for­ma de encon­trar un lugar en el mun­do para que los mis­mos se con­cre­ten. Con gran amor hacia ambos, esta noble madre regis­tra los peque­ños y gran­des momen­tos de sus hijos don­de cada uno de ellos mani­fies­ta lo que qui­sie­ra lle­gar a ser; así, se sabe que Mar­kus a quien le apa­sio­na el fút­bol desea­ría con­ver­tir­se en juga­dor pro­fe­sio­nal, en tan­to que Lukas más refle­xi­vo y filo­só­fi­co mani­fies­ta su inquie­tud con res­pec­to a los mis­te­rios del uni­ver­so. A todas luces, este film es un docu­men­to ínti­mo, dis­tin­ti­vo e impreg­na­do de ter­nu­ra que Aslaug com­par­te con el públi­co. Este film mere­ció el pre­mio al mejor docu­men­tal inter­na­cio­nal en el Fes­ti­val Hot Docs de Toron­to de 2016.

Lukas y Markus Holm en Brothers

Lukas y Mar­kus Holm en Brothers

El sor­pren­den­te docu­men­tal Aus­ter­litz (Ale­ma­nia) ‑que fue pre­sen­ta­do en el TIFF de este año, es uno de los mejo­res que exhi­be el RIDM. He aquí la opi­nión ver­ti­da sobre el mis­mo. “Este film cons­ti­tu­ye un lega­do del Holo­caus­to a tra­vés de la visión del exce­len­te docu­men­ta­lis­ta Ser­gei Loz­nit­sa. Fil­ma­do en blan­co y negro y con pla­nos fijos que a veces resul­tan de dura­ción exce­si­va, a pesar de que care­ce de diá­lo­gos y no exis­te narra­ción algu­na, que­da cla­ro que el direc­tor quie­re tras­lu­cir has­ta qué pun­to tie­ne sen­ti­do que lo que fue en el pasa­do un horro­ro­so cam­po de con­cen­tra­ción que­de trans­for­ma­do en la actua­li­dad en un par­que temático.

Eso es lo que se apre­cia en el anti­guo lugar de exter­mi­nio de Sach­senhau­sen ubi­ca­do en Ale­ma­nia. Así en la lar­ga toma ini­cial que tie­ne lugar en la puer­ta de entra­da don­de ingre­sa un impor­tan­te con­tin­gen­te de visi­tan­tes, está gra­ba­da una ins­crip­ción “Arbeit macht frei” (el tra­ba­jo os hace libres); ese es el lema que había sido empla­za­do por el régi­men nazi en nume­ro­sos cam­pos de con­cen­tra­ción. Ya en el inte­rior se va obser­van­do a los turis­tas, con espe­cial refe­ren­cia a jóve­nes lucien­do lla­ma­ti­vas reme­ras, toman­do fotos, comien­do sus merien­das y/o pres­tan­do aten­ción a los guías que los van con­du­cien­do y narrán­do­les los tris­tes epi­so­dios del Holocausto.

A fal­ta de diá­lo­gos, las imá­ge­nes quie­ren refle­jar que el públi­co que con­tem­pla esta dra­má­ti­ca exhi­bi­ción la con­si­de­ra simi­lar a cual­quier otra atrac­ción turís­ti­ca sin real­men­te com­pe­ne­trar­se en la tra­ge­dia que está presenciando.

Si aca­so la inten­ción de Loz­nit­sa es demos­trar cómo una exhi­bi­ción reves­ti­da de tra­ge­dia pue­de ori­gi­nar a que el turis­ta lo tome como si fue­se un entre­te­ni­mien­to simi­lar a cual­quier otro, lo cier­to es que quien eli­ge hacer­lo es por­que se sien­te moti­va­do sin que nadie lo obli­gue a reci­bir o con­su­mir algo que no le intere­se; de allí que resul­te muy dis­cu­ti­ble cali­fi­car de tri­vial o super­fi­cial la acti­tud de quien visi­ta este par­que turístico.

La visión de este docu­men­tal se pres­ta al deba­te, pero más allá de cual­quier dis­cu­sión al res­pec­to lo cier­to es que cine­ma­to­grá­fi­ca­men­te está exce­len­te­men­te realizado”.

Para infor­ma­ción adi­cio­nal sobre los cines en que se pro­yec­tan los fil­mes, sus hora­rios y una des­crip­ción de los mis­mos pre­sio­ne aquí