THE UNKNOWN GIRL (La fille inconnue). Bélgica-Francia, 2016. Un film escrito y dirigido por Jean-Pierre y Luc Dardenne.
En The Unknown Girl los hermanos Dardenne centralizan su atención en un enigmático caso vinculado con la identidad de una chica desconocida.
Adèle Haenel anima a Jenny, una joven doctora que en la ciudad de Lieja trabaja temporalmente en una clínica reemplazando a otro médico (Yves Larec) que por razones de salud está por jubilarse. Allí tiene como asistente a Julien (Olivier Bonnaud) quien es un estudiante de medicina que después de 5 años está próximo a graduarse. Al comenzar el relato, después de haber auscultado a algunos pacientes, ella alecciona a Julien que en la práctica profesional un médico nunca debe permitir que la emoción lo domine; al final de una larga jornada y después del horario de consulta suena el timbre pero ella no acude al llamado. Al día siguiente, se descubre el cadáver de una joven africana y a través del video de seguridad de la clínica queda constatado que fue esa mujer quien había acudido a la consulta la noche anterior. ¿Podría la víctima haber sido salvada de haber sido atendida en la clínica?
El film adopta el carácter de un relato moral en la medida que Jenny presa de un profundo sentimiento de culpa comienza a realizar una labor detectivesca para determinar la identidad de la occisa que en principio se desconoce quién era. Su propósito es que ella no sea enterrada anónimamente como si no hubiera existido; al propio tiempo Jenny adquiere en el cementerio la concesión temporaria de un espacio de tierra para su sepultura.
Gran parte de la trama se vincula con la obsesiva misión que esta doctora se impuso y es así que dada la situación planteada, existe cierta intriga por saber quién ha sido la joven desaparecida. Si el punto de partida resulta interesante, su narración se torna repetitiva y sin mayor tensión en la búsqueda incansable que realiza la protagonista donde en ciertos momentos llega a arriesgar su vida. A todo ello, resulta difícil de comprender la obstinación de Jenny por resolver el caso como tampoco queda claro de qué modo el hecho acaecido la motiva a renunciar al puesto de médica de una prestigiosa clínica privada para seguir practicando su profesión de la forma en que actualmente está trabajando.
Como en todos los filmes de estos renombrados directores, aquí también se refleja un trasfondo social a través de las condiciones de vida de los inmigrantes ilegales y la explotación de los mismos por parte de inescrupulosos individuos. El lado humano también está presente al apreciar la dedicación de Jenny con sus pacientes; ese hecho igualmente se manifiesta en el esfuerzo que realiza para que Julien que había renunciado a completar sus estudios de medicina vuelva a reanudarlos para recibirse de médico.
Lo que antecede no alcanza a disimular la debilidad de un forzado guión que se vale de situaciones improbables y escasamente convincentes; eso se destaca fundamentalmente en la poca credibilidad que ofrece uno de los personajes claves de esta historia interpretado por Jéremie Renier. Lamentablemente, cuando llega el momento en que se revela el misterio que alimenta al relato, su resolución deja frustrado al espectador.
Si las imputaciones señaladas no alcanzan a desmerecer al film eso es debido a su cuidada realización, a la muy buena fotografía de Alain Marcoen y a la meritoria interpretación central de Adèle Haenel. Jorge Gutman