QUEBEC: MY COUNTRY, MON PAYS. Canadá, 2016. Un film escrito y dirigido por John Walker
Como ha ocurrido con muchas otras familias anglófonas viviendo en Quebec, la del cineasta John Walker procedió a dejar la Belle Province hacia fines de la década del 70 para marchar rumbo a Toronto. Ese exilio voluntario es el tema central de Quebec My Country, Mon Pays donde a través de este documental Walker trata de exorcizar sus demonios interiores que lo acosan al haber tenido que dejar Quebec, lugar donde nació, creció, echó raíces y aún sigue guardando un profundo vínculo afectivo.
De descendencia irlandesa y escocesa, Walker relata cómo sus ancestros hace 250 años vinieron a esta provincia sin imaginar que posteriormente sus hijos sentirían la necesidad de dejarla. Para explicar ese fenómeno, el director se convierte en un didáctico profesor de historia relatando la evolución de Quebec, desde una sociedad tradicional dominada fuertemente por el pensamiento oscurantista de la iglesia, hasta convertirse a partir de la Revolución Tranquila que comenzó en la década del 60, en otra moderna, más abierta al mundo. Eso contribuyó a que se produjeran profundos cambios sociales, culturales y políticos dando como origen el inicio de un movimiento independentista; al propio tiempo, queda reseñada la aparición de un grupo radical nacionalista que desató la dramática crisis de Octubre de 1970. A partir de entonces se inicia el éxodo de los quebequenses anglófonos que con el paso del tiempo superó la cifra de medio millón de personas.
Curiosamente, el realizador confiesa haberse sentido identificado con la aspiración de los francófonos y votado en 1976 por el naciente Partido Quebecois en la medida que preconizaba los valores de justicia social; sin embargo, prontamente quedaría desilusionado por las medidas adoptadas excluyendo a los angloparlantes.
Walker deja sentado que su visión es estrictamente personal y que de ningún modo trata de generalizarla; de allí es que no todos los anglófonos se han desplazado como aconteció con su hermana Joanne que decidió quedarse en Quebec aunque ese hecho implicó que su familia quedase dividida.
En esta exposición intercalada con fotos y valioso material de archivo, se aprecian las opiniones de destacados intelectuales francófonos, como la de los cineastas Denys Arcand y Jacques Godbout, quienes se refieren al creciente nacionalismo étnico que ha contribuido a reforzar la existencia de las llamadas “dos soledades” que conviven separadamente en la provincia.
El título que Walker eligió para su expresivo e intimista documental sintetiza muy bien sus sentimientos. A pesar de que el destino decidió que viviera fuera de Quebec, esta provincia sigue siendo inquebrantablemente su tierra, su país, donde ningún otro lugar del mundo podrá reemplazarlo. Jorge Gutman