DUNKIRK. Estados Unidos-Gran Bretaña, 2017. Un film escrito y dirigido por Christopher Nolan
Como film de guerra, Dunkirk constituye una estupenda proeza lograda por Christopher Nolan. Si bien en las últimas décadas varias películas del género se han destacado por su notable calidad, como lo fueron entre otras Saving Private Ryan de Steven Spielberg, The Thin Red Line de Terrence Malik y más recientemente Hacksaw Ridge de Mel Gibson, este épico drama histórico reconstruyendo uno de los acontecimientos más importantes que afectó al pueblo británico durante la Segunda Guerra Mundial tiene sus características distintivas, a saber: el relato se desarrolla con escasos diálogos, la narrativa evita seguir los cánones tradicionales; la filmación combinada de Imax y 65 mm, permite que el espectador sea transportado al corazón del conflicto donde deja de ser un simple observador para sumergirse en total inmersión en la dramática odisea vivida por sus protagonistas.
El relato se centraliza en la operación Dinamo que se desarrolló en los últimos días de mayo de 1940 logrando exitosamente la evacuación de más de 300 mil soldados aliados; la mayoría de los mismos han sido británicos y franceses que habían quedado atrapados en las playas francesas de Dunkerque después de que Francia fuera vencida por el ejército alemán.
Nolan estructuró el relato a través de tres subtramas narradas paralelamente en forma no lineal y a través de puntos de vista diferentes que tienen lugar en la tierra, el mar y en el aire. Así, en la playa de Dunkerque se sigue la trayectoria de dos jóvenes soldados que buscan su salvación como sea posible; en el mar prepondera un conjunto de flotillas procedentes de Inglaterra e integradas por marineros civiles que arriesgando sus vidas frente al ataque alemán demuestran un encomiable coraje participando en el rescate de los soldados; en el espacio aéreo se aprecia la acción de un trio de pilotos de la RAF (Real Fuerza Aérea Británica) que desesperadamente tratan de impedir los bombardeos en picada de los aparatos de la Luffwaffe de Alemania.
El film no tiene protagonistas porque en esencia se trata de un drama coral donde la presencia de un estupendo elenco integrado por jóvenes que recién comienzan como actores (Fionn Whitehead, Aneurin Barnard, Tom Glynn-Carney, Barry Keoghan, Harry Styles) al lado de otros veteranos intérpretes (Kenneth Branagh, Cillian Murphy, Mark Rylance, Tom Hardy, James D’Arcy), constituye uno de los factores que lo enriquecen.
Una vez más Nolan demuestra ser un maestro en los movimientos de cámara suministrando algunas secuencias aéreas de gran espectacularidad. Además supo contar con un buen equipo técnico donde se destaca el soberbio montaje de Lee Smith, la deslumbrante fotografía de Hoyte van Hoytema, los diseños de producción de Nathan Crowle y en especial la música de Hans Zimmer que por sí sola adquiere especial relevancia dado que los efectos sonoros brindan al público una singular experiencia sensorial.
El director logró un film de resonancia universal que conmueve profundamente por la humanidad que esboza sin apelar a melodramáticos artificios sentimentales; de este modo deja al espectador la sensación de haber visto una película memorable. Si ciertamente los aliados no ganaron la batalla de Dunkerque, Nolan en cambio obtiene una gran victoria al ofrecer uno de los mejores filmes de guerra realizados hasta la fecha. No resulta arriesgado predecir que por sus excepcionales valores este film obtendrá varias nominaciones para los Oscars que serán discernidos en 2018. Jorge Gutman