Crónica de Jorge Gutman
Desde el 2 hasta el 12 de noviembre se desarrollará en Montreal la vigésima tercera edición de Cinemania, el festival que centra su atención en los filmes francófonos subtitulados en inglés. Con 54 tíutlos que habrán de presentarse la muestra se inaugura con Le sens de la fête, de Eric Toledano y Olivier Nakache, y será clausurada con la a proyección de Au Revoir Là-Haut del realizador Albert Dupontel.
El festival contará con la presencia de 20 artistas para la presentación de sus filmes y entre los mismos se encuentran dos invitados de honor; uno de ellos es el veterano director Claude Lelouch quien presentará Chacun sa vie y el otro cineasta es Michel Hazanavicius quien asistirá a la proyección de su último film Le redoutable.
He aquí un breve comentario de 10 de los filmes de origen francés presenciados.
Un relato de índole feminista es lo que se aprecia en Aurore, segundo largometraje de la directora Blandine Lenoir en donde se refiere a la crisis existencial que puede evidenciar una mujer atravesando la mediana edad. Inspirándose un poco en su propia experiencia, Lenoir enfoca a Aurore (Agnès Jaoui) quien con sus 50 años vive un proceso de cambio en su existencia que la hace sentir insegura de sí misma. Habiéndose separado recientemente de su marido, presiente una inminente soledad en la medida que su hija mayor Marina (Sarah Suco) la hará pronto abuela y es posible que abandone el hogar, así como la menor Lucie (Lou Roy-Lecollinet) le anuncia su intención de mudarse a Barcelona siguiendo a su novio. En materia laboral, obligada a dejar su empleo de camarera en un bar debido a la excentricidad de su jefe, le resulta difícil a su edad encontrar otro puesto que lo reemplace. A pesar de ese cuadro poco alentador, la realizadora adopta un tono optimista demostrando que siempre existe una puerta abierta en el camino que Aurore aún le aguarda transitar. Eso se produce al reencontrar a Christophe (Thibault De Montalembert), un importante ginecólogo que en su juventud había sido su primer amor; la pasión que por él siente unida a la posibilidad de reanudar su vida sentimental, revitaliza su fe al aguardar un porvenir venturoso. Dentro del marco descripto, la directora desea borrar el falso mito de que después de las 50 primaveras una mujer madura ya no es productiva para la sociedad. Sin ser demasiado profunda, el espectador asiste a una buena comedia dramática que además de refrescante y cálida posee un fino humor, encontrando en Agnès Jaoui a la intérprete ideal para transmitir convincentemente los vaivenes experimentados por su personaje.
Estructurado como cine dentro del cine, Mathieu Amalric retorna en su doble condición de realizador y actor en un film que homenajea a Barbara (1930 – 1997 ), una de las cantantes más famosas de Francia que utilizó ese nombre como apodó artístico y bautizada como Monique Andrée Serf. Su notable popularidad se debió fundamentalmente a la claridad de su diáfana voz y a la gran emoción que transmitía a la audiencia en la interpretación de sus canciones. Sin que represente una biografía tradicional, Amalric decide incurrir en momentos claves de su vida introduciendo el personaje de Yves Zand (Amalric), un director cinematográfico cuya devoción por la cantante lo impulsa a realizar un film sobre ella; con tal propósito elige a una actriz llamada Brigitte (Jeanne Balibar) para que la personifique. En esa recreación se pasa revista a algunas facetas de la vida de la cantante, incluyendo su infancia abusiva por un padre incestuoso, la difícil relación mantenida con su madre (Aurore Clément), su participación artística en ensayos, grabaciones y sobre todo revelando su prodigioso talento en las canciones y en sus letras; dentro de ese contexto de ficción se asiste igualmente a algunos entretelones que tienen lugar detrás de las cámaras. Tanto el film como el que se desarrolla en su interior adopta un ritmo caótico donde su narración no siempre está bien cohesionada; con todo, lo que lo distingue es la magnífica actuación de Balibar reflejando el talento perfeccionista de Barbara. Además del parecido físico que guarda con la “dama de negro” ‑como solía llamarla su público‑, en su condición de actriz, cantante y pianista, resulta difícil distinguir entre la verdadera Bárbara y la que anima Balibar en la medida que transmite maravillosamente la personalidad del personaje que interpreta en la ficción.
Un tema de candente actualidad es el que el novel director Nicolas Silhol aborda en Crise R.H. (Corporate) enfocando las artimañas que algunas organizaciones empresariales suelen recurrir para desprenderse de su personal. El guión del realizador y de Nicolas Flereau ubica la acción en el departamento de Recursos Humanos de una gigantesca compañía multinacional de Francia donde su gerente es Emilie (remarcable interpretación de Céline Salette) una competente joven que reporta a Stephane (Lambert Wilson), el director de la unidad. En la medida que la firma decide prescindir parte de su personal para reducir sus costos, en lugar de recurrir al despido que implicaría asumir los gastos de indemnización, decide emplear un mecanismo sutil consistente en presionar a sus empleados, ya sea transfiriéndolos a posiciones de menor categoría o bien desplazándolos a otras sucursales fuera del lugar donde viven; de este modo, los afectados trabajadores optan por dejar voluntariamente su empleo. En ese contexto se encuentra Emilie cuando cumpliendo con las precisas instrucciones dadas por su jefe arrincona a un excelente empleado quien extremadamente agobiado por esta situacioón se suicida en la empresa. La situación se complica cuando Marie (Violaine Fumeau), la inspectora laboral, comienza su investigación para determinar la causa del fatal accidente.
En un relato muy bien narrado, el director consigue crear una atractiva intriga centrada en Emilie; agobiada de culpa frente a lo acontecido, ella debe decidir entre confesar las causas del fatal accidente ‑liberando así el peso de su conciencia aunque eso le implique ser despedida de la compañía‑, o en cambio ocultar la verdad para preservar su empleo. Inspirado por la realidad socioeconómica de Francia, el realizador denuncia en este drama laboral la deshumanización de las grandes organizaciones acosando emocional y moralmente a su personal; en tal sentido, el propósito del film está ampliamente logrado.
Apelando a algunos temas ya enfocados en su rica filmografía el gran director austríaco Michael Haneke ofrece en Happy End un sólido relato donde lanza sus dardos al comportamiento de una familia de la alta burguesía que habita en Calais. Allí se encuentra Georges (Jean-Louis Trintignant), el anciano patriarca que creó una importante empresa de construcción, su hija Anne (Isabelle Huppert) que está a cargo de la misma y su inestable nieto Pierre (Franz Rogowski). En ese grupo de familia igualmente se encuentran Thomas (Mathieu Kassovitz), el hermano de Anne junto con Eve (Fantine Harduin), una niña de 13 años producto de su primer matrimonio y su segunda mujer Anais (Laura Verlinden). Es Eve que a pesar de su corta edad, observa el proceso de desintegración de su familia constatando el adulterio de su padre, el derrumbe de su abuelo que desea morir, los secretos y mentiras encubiertas, las hipocresías y complacencias reinantes así como la total indiferencia de sus mayores frente a lo que acontece a su alrededor. Con la maestría acostumbrada, Haneke retrata la violencia latente donde cualquier elemento incidental puede hacerla estallar tal como se comprobará en un momento clave del relato. El título del film no puede ser más irónico puesto que en la visión sombría de Haneke, tomando como referencia la familia descripta no existe precisamente un final feliz.
Jeune Femme (Montparnasse Bienvenue), la ópera prima de Léonor Serraille, se distingue por haber sido premiado con la Caméra d’Or en Cannes. En un inobjetable guión de la joven realizadora, se siguen las andanzas de Paula, una chica de 31 años cuya vida frívola termina cuando es rechazada por su pareja, un fotógrafo con el que convivió durante una década. A su regreso a París después de una larga ausencia, no dispone de recursos financieros ni familia a la cual acudir. Siempre apegada a su gato le toca vivir una serie de patéticas experiencias, ya sea cambiando continuamente de alojamiento o bien teniendo que someterse a trabajos en los que carece de preparación alguna. Si bien en apariencia el film podía haber adoptado un carácter dramático, el resultado es una dinámica comedia agraciada por la excelente interpretación de Laetitia Dosch caracterizando a Paula; resulta difícil no empatizar con su comportamiento cuasi histérico y su desbordante personalidad donde a pesar de estar afectivamente herida se encuentra dispuesta a comenzar una nueva vida asumiendo una actitud positiva.
Le Sens de la fête (C’est la vie) de Eric Toledano y Olivier Nakache es una agradable comedia dislocada, protagonizada por Jean-Pierre Bacri. El actor anima a Max, un cáterin con 30 años de experiencia en el oficio, quien en esta oportunidad enfrenta un desafío importante al ocuparse de la planificación de una fiesta fastuosa; él debe coordinar los elementos necesarios ‑incluyendo comida, bebida, camareros, fotógrafo, cantante, maestro de ceremonias, etc‑, para una boda espectacular que tiene lugar en un castillo francés del siglo XVII. Para que el acontecimiento resulte inolvidable y adquiera el toque mágico deseado por los novios, nada puede quedar librado al azar. Sin embargo, durante el transcurso del día del casamiento en que se desarrolla el relato, los preparativos no van desarrollándose del modo en que Max lo había previsto; así, van surgiendo imprevistos incontrolables a través de diferentes desastres que se van sucediendo, haciendo peligrar el éxito del importante evento. Con un ritmo frenético y caótico, el relato va presentando una galería de excéntricos personajes cuyo comportamiento genera risas a granel. Aunque el relato se desnivela en algunas instancias y es sin duda difícilmente plausible, el resultado final es satisfactorio gracias a la eficacia de una sátira que provee un sano humor y en donde ligeramente se refleja cierta crítica social. Además de Bacri, el calificado elenco de este film coral incluye a Gilles Lellouche, Vincent Macaigne, Jean-Paul Rouve, Eye Haïdara, Benjamin Lavernhe y la muy buena actriz canadiense Suzanne Clément.
L’Amant d’un jour (Lover for a Day) es un muy buen film de Philippe Garrell quien con gran naturalidad y depurado estilo expone las relaciones amorosas separadas de un padre y su hija dentro del marco de una muy satisfactoria tragicomedia que transcurre en París. El director se centra en tres personajes y la dinámica interrelación establecida entre los mismos. La joven Jeanne (Esther Garrel, la hija del cineasta) de 23 años, se encuentra desconsolada al haber sido abandonada por su pareja. Es por eso que se traslada al departamento de Gilles, (Éric Carnavaca), su padre cincuentón que se desempeña como profesor de filosofía; lo que Jeanne ignoraba es que su progenitor habita con Ariane (Louise Chevillotte), una de sus jóvenes alumnas que tiene su misma edad. Por su parte, Ariane no tiene prejuicio alguno por mantener relaciones sexuales con terceros. En los sucesivos enredos que van surgiendo, aflorando los celos, la infidelidad y en donde el verdadero amor se contrapone con el deseo, Garrel ofrece un lúcido film explorando dichos tópicos al propio tiempo que resalta las diferencias generacionales. La película filmada en blanco y negro queda realzada por la buena fotografía de Renato Berta quien capta acertadamente diferentes ambientes parisinos que en esta ocasión se encuentran desprovistos del acostumbrado glamour que se suele apreciar en esta bella ciudad..
Aunque en los últimos años se ha notado un progreso en materia de igualar los derechos de la mujer con los del hombre, la realizadora Tonie Marshall demuestra en Numéro Une (Number One) que el propósito no está logrado totalmente. En este drama feminista Emmanuelle Devos caracteriza a Emmanuelle Blanchey, una ingeniera de 40 años que debido a su inteligencia y devoción al trabajo ha logrado posicionarse en un alto nivel ejecutivo en el seno de una corporación de energía ubicada en Francia. Cuando llega la hora de reemplazar al director general de la compañía por razones de salud, ella ‑estimulada por un grupo feminista- decide postularse a ese puesto; si lo lograse sería la primera representante del sexo débil de Francia en ocupar el máximo escalafón de una importante organización. A través de algunos problemas personales que atraviesa Emmanuelle aunque fundamentalmente en la feroz competencia entablada donde se intenta dañar su reputación, el film ilustra hasta qué punto se mantiene el chauvinismo masculino para mantener el estatus quo; queda por ver si acaso el mérito de una mujer puede imponerse a la misoginia machista. A pesar de que hay ciertos desajustes narrativos, la directora quien es igualmente la autora del guión brinda un eficaz thriller político resaltando la cultura sexista del mundo corporativo. Además de la muy buena actuación de Devos encabezando el elenco, también se destacan Richard Berry, Suzanne Clément y Benjamin Biolay.
Le redoutable (Redoubtable) es una ligera comedia que enfoca la relación sentimental de Jean Luc Godard con Anne Wiazemsky, quien fue la protagonista de La chinoise (1967) y que después se convirtió en su segunda esposa. Basándose en la autobiografía Un an après de Wiazemsky, el director Michel Hazanavicius enfoca la personalidad del enfant terrible de la nouvelle vague. Como consecuencia del fracaso de crítica y público de la mencionada película, simultáneamente con los acontecimientos de mayo de 1968 donde Godard se involucra en ese movimiento de protesta revolucionario, Godard (Louis Garrel) medita sobre el rumbo a seguir en sus futuros proyectos. El film describe la forma en que Anne (Stacy Martin) en su breve matrimonio con el director, lo evoca reflejando sus dudas, angustias y tormentos que lo condujeron a un intento de suicidio, y cómo su identificación con la doctrina maoísta repercutió en los filmes que posteriormente realizó adoptando un criterio radical en el que rompe por completo con el cine tradicional.
El realizador retrata a un Godard egocéntrico, narcisista e intelectualmente arrogante que menosprecia a quienes no piensan como él; al hacerlo, utiliza un tono de humor sarcástico que a veces bordea en lo caricaturesco y que no siempre logra el propósito perseguido. En esencia, sin trascender demasiado, Hazanavicius brinda un relato livianamente entretenido que se aprecia fundamentalmente por la excelente caracterización que Garrel realiza de quien es considerado como uno de los mayores precursores del cine de vanguardia.
Habiendo sido calurosamente acogida en la Quincena de Realizadores de Cannes la película Un beau soleil intérieur (Let the Sunshine In) responde muy bien a su título dado que irradia una gran luminosidad en la estupenda actuación protagónica de Juliette Binoche. El film dirigido por Claire Denis presenta a Isabelle (Binoche), una artista plástica divorciada que tiene a su cargo una niña de 10 años compartida con su ex marido (Laurent Grévill). Aunque desde su separación no ha vuelto a vivir en pareja, eso no le impide para que ocasionalmente satisfaga sus deseos sexuales con diferentes hombres. El guión de la realizadora y Christine Argot, basado en Fragmentos de un discuso amoroso de Roland Barthes, sigue sus peripecias sentimentales en la búsqueda de un gran amor a través de los vínculos mantenidos, entre otros, con un banquero casado (Xavier Beauvois), un actor (Nicolas Duvauchelle) más joven que ella, y con un amigo del medio artístico (Bruno Podalydes). Aunque ninguno de sus ocasionales amantes llegarán a colmar su frustración, finalmente encontrará una luz de esperanza en un brillante tête à tête que mantiene con Gérard Depardieu; haciendo el recuento de las aventuras amorosas por ella vividas, ese encuentro le permitirá recobrar la confianza en sí misma al surgir en ella un sol interior que le permitirá vislumbrar un futuro más optimista. En todo ese quehacer Binoche transmite todos los matices de su vulnerable y frágil personaje destilando una inmensa sensibilidad y ternura. En esencia, la realizadora ofrece un clarividente film que equilibra armoniosamente el drama con un punzante humor.
Para una lista completa de las películas programadas, las salas y los horarios en que serán exhibidas y todas las actividades vinculadas con el festival, dirigirse al sitio festivalcinemania.com