CRISE R.H. Francia, 2017. Un film de Nicolas Silhol
Un thriller de candente actualidad es el que el novel director Nicolas Silhol aborda en Crise R.H. enfocando las artimañas a las que algunas organizaciones empresariales suelen recurrir para desprenderse de su personal.
Aunque el relato no está basado en personajes verdadeross cualquier coincidencia con la realidad no es mera coincidencia. El guión del realizador y de Nicolas Flereau ubica la acción en el departamento de Recursos Humanos de una gigantesca compañía multinacional de Francia; allí se desempeña como gerente Emilie (Céline Salette) una competente joven que reporta a Stephane (Lambert Wilson), el director de la unidad.
En la medida que la firma decide prescindir parte de su personal para reducir sus costos, en lugar de recurrir al despido que implicaría asumir los gastos de indemnización, decide aplicar métodos de gestión inhumanos. Eso se traduce en presionar a sus empleados, ya sea transfiriéndolos a posiciones de menor categoría o bien desplazándolos a otras sucursales fuera del lugar donde viven; de este modo, los afectados trabajadores optan por dejar voluntariamente su empleo.
Dentro de ese contexto Emilie, cumpliendo con las precisas instrucciones dadas por su jefe, arrincona a un excelente empleado quien extremadamente agobiado por esta situación se suicida en la empresa. La situación se complica cuando Marie (Violaine Fumeau), la inspectora laboral, comienza su investigación para determinar la causa del fatal accidente.
A medida que el relato transcurre, la intriga se va intensificando a través del comportamiento de Emilie. Agobiada de culpa frente a lo acontecido y dejando a un lado su acostumbrada frialdad que adopta para cumplir con su tarea, ella experimenta un fuerte impacto emocional. Ése es el momento en que debe decidir entre confesar las causas del fatal accidente ‑liberando así el peso de su conciencia aunque eso le implique ser despedida de la compañía‑o en cambio ocultar la verdad para preservar su empleo.
Dentro de una sobria y clásica realización e inspirado por la realidad socioeconómica de Francia, en este drama laboral el director denuncia la deshumanización de las grandes organizaciones acosando emocionalmente a su personal para lograr su propósito; en tal sentido el trabajador es solo un nombre en la nómina de la empresa en donde su buen desempeño laboral y lealtad a sus empleadores no son apreciados. Con un tema candente muy bien tratado, ése es un film de innegable calidad que se distingue, entre otros valores positivos, por la remarcable interpretación de Céline Sallette. Jorge Gutman