THE 15:17 TO PARIS. Estados Unidos, 2018. Un film de Clint Eastwood
Tal como lo hiciera en American Sniper (2014) y Sully (2016), el veterano director Clint Eastwood nuevamente se inspira en acontecimientos y personajes reales en 15:17 to Paris para narrar el acto de heroísmo de tres muchachos, entre 22 y 23 años de edad, que lograron salvar a los pasajeros de un tren de un ataque terrorista. Desafortunadamente, en esta ocasión Eastwood ofrece un film endeble en donde el aspecto más cuestionable es la pobre adaptación que la novel guionista Dorothy Blyskal efectuó del libro escrito por los héroes de este relato junto con Jeffrey E. Stern.
El viernes 21 de agosto de 2015, Spencer Stone, Alek Skarlatos y Anthony Sandler, tres amigos americanos de la infancia que se encuentran en Europa disfrutando de sus vacaciones, deciden viajar en un tren de alta velocidad desde Ámsterdam a París. Después de un primer tramo apacible, irrumpe Ayoub el-Khazzani (Ray Corasani), un terrorista musulmán cargando un fusil automático AK-47 y varias otras armas con la intención de cometer una masacre a las 500 personas que se encuentran a bordo. Después de haber herido gravemente a un pasajero, Spencer ‑arriesgando su vida- y con la ayuda de sus dos camaradas logran abatir al mercenario maniatándolo; además vuelcan sus esfuerzos para auxiliar al herido individuo hasta el arribo de la policía que tiene lugar en una estación intermedia del trayecto. Ese extraordinario gesto de valor y coraje de los jóvenes motiva a que François Hollande, el presidente de Francia, los condecore posteriormente con la Legión de Honor.
Lo descripto tiene lugar en los últimos 15 minutos del film donde los valientes muchachos se interpretan a sí mismos reproduciendo de este modo lo que han vivido dos años atrás. Los 80 minutos precedentes de este docudrama ilustran de manera fragmentaria algunos aspectos de la infancia del trío en Sacramento y el fuerte lazo que los une; así quedan reflejados algunos problemas de conducta en la escuela cristiana donde asisten, las relaciones con sus madres, como así también los momentos de ocio en donde gozan jugando a la guerra, sobre todo Spencer quien demuestra ser un apasionado de las réplicas de las armas de fuego. Ya como adultos, el relato enfoca a Spencer y Alek quienes han optado por seguir una carrera militar. mientras que Anthony se dedica a estudiar. La acción salta a 2015, donde Spencer y Anthony se reencuentran para visitar Europa con estadías en Venecia, Roma y luego en Berlín donde se les une Alek; el próximo destino es Ámsterdam y de allí tienen planeado viajar en tren a París.
Todo este largo preámbulo que precede al ataque final es poco funcional al propósito perseguido por el film en la medida que Eastwood no aporta información alguna sobre los antecedentes del criminal. En líneas generales, la carencia de introspección psicológica de sus personajes, unida a la falta de riqueza emocional contribuye a que se asista a un docudrama narrativamente desdibujado, carente de solidez dramática y sin matices que alcancen a distinguirlo; si bien en sus tramos finales asoma cierto suspenso por la tensión creada, eso no logra rescatarlo de su medianía. Sus escasos hallazgos radican en una muy buena reproducción del atentado abortado como asimismo en la interpretación natural de los tres verdaderos protagonistas del relato.
En conclusión: Aunque resulte loable la intención del realizador en rendir tributo a estas tres personas, los inconvenientes apuntados conducen a que este film resulte fallido. Jorge Gutman