FINDING YOUR FEET. Gran Bretaña, 2017. Un film de Richard Loncraine
Esta comedia dramática del director Richard Longcraine reúne todas las características del cine “old fashioned” capaz de satisfacer a una audiencia de edad madura para que pase un rato agradable con las vicisitudes de sus personajes. La historia en sí misma es una reformulación de un género que ya sido explotado en numerosas oportunidades; en este caso Finding Your Feet no se distingue por su originalidad ya que apela a fórmulas demasiado conocidas.
La historia poblada de personajes de la tercera edad se centra en Sandra (Imelda Staunton), una mujer de la sociedad londinense que en la fiesta realizada en su mansión celebrando la jubilación de su marido Mike (John Sessions) con quien estuvo casada por 35 años, lo descubre “in fraganti” con su mejor amiga (Josie Lawrence). Frente al adulterio, su reacción inmediata es abandonar su hogar y mudarse a la casa de su hermana Bif (Celia Imrie).
Para Sandra es el inicio de un nuevo período de su vida donde sale al encuentro de algunos de los amigos de su hermana. Entre los mismos se encuentra Charlie (Timothy Spall) cuya mujer sufriendo de Alzheimer desde hace cinco años ya no lo reconoce cuando él va a visitarla a la residencia especializada donde se encuentra alojada. La vivaz y amablemente descarada Jackie (Joanna Lumley), como así también Ted (David Hayman), un viudo que en cierta forma cuestiona su vida al no tener a su compañera, son las otras dos personas que forman parte del grupo social de su hermana. Todos ellos integran la clase de danza dirigida por Bif donde después de realizar un exitoso baile de caridad en Piccadilly Circus el grupo es invitado para actuar en Roma.
La narrativa del film es estrictamente convencional y el guión de Meg Leonard y Nick Moorcroft, aunque agraciado con algunas escenas de humor, no se destaca por agregar alguna sorpresa; así todo hace prever el vínculo romántico de Sandra y Charlie y para ensombrecer dramáticamente al relato, obviamente se impone incluir una enfermedad terminal en uno de los personajes. A su favor cabe destacar la humana sintonía establecida entre los diferentes actores; tanto la veterana Imelda Staunton, el notable intérprete Timothy Spall, como igualmente Celia Imrie y Joanna Lumley contribuyen a realizar los moderados valores del film.
En suma, he aquí una película con un final previsto de antemano que sin llegar al nivel de The Best Exotic Marigold Hotel (2012) de tema similar, podrá conformar al sector demográfico al cual está destinado. Jorge Gutman