Mar­vin Reinventado

MAR­VIN OU LA BELLE ÉDU­CA­TION. Fran­cia, 2017. Un film de Anne Fontaine

Aun­que su fil­mo­gra­fía es un tan­to des­igual con algu­nos tra­ba­jos muy bue­nos (Net­to­ya­ge à sec) y otros olvi­da­bles (Ado­re), la direc­to­ra Anne Fon­tai­ne retor­na en bue­na for­ma en su déci­mo quin­to opus Mar­vin ou la belle édu­ca­tion. El film es un buen dra­ma emo­cio­nal libre­men­te basa­do en la nove­la auto­bio­grá­fi­ca En finir avec Eddy Belle­gueu­le (2014) de Edouard Luis con un libre­to pre­pa­ra­do por Fon­tai­ne y Pie­rre Trividic.

Fin­ne­gan Oldfield

No obs­tan­te que la narra­ción está estruc­tu­ra­da en for­ma no lineal, sal­tan­do entre pasa­do y pre­sen­te, la mis­ma está muy bien cons­trui­da. La his­to­ria se cen­tra en Mar­vin Bijou (Jules Porier a la edad de 12 años y Fin­ne­gan Old­field como adul­to), naci­do en el seno de un hogar muy humil­de de cla­se tra­ba­ja­do­ra y vivien­do en una aldea ubi­ca­da en la zona mon­ta­ño­sa de Vos­ges. Como ado­les­cen­te tími­do y sen­si­ble a la vez que homo­se­xual, en su hogar sufre los emba­tes de su padre alcohó­li­co (muy buen tra­ba­jo de Gre­gory Gade­bois) al igual que los de su her­ma­nas­tro mayor (Yan­nick Mor­ze­lle) en tan­to que su madre (Cathe­ri­ne Salée) adop­ta un rol secun­da­rio tra­tan­do con los magros recur­sos que dis­po­ne en afron­tar las nece­si­da­des finan­cie­ras del hogar

Fue­ra de su núcleo fami­liar, en un medio social com­ple­ta­men­te cha­to, machis­ta y con­ser­va­dor, Mar­vin es tor­tu­ra­do por sus com­pa­ñe­ros de escue­la como con­se­cuen­cia de su orien­ta­ción sexual; en espe­cial su ape­lli­do no lo ayu­da mucho pues­to que “Bijou” tra­du­ci­do al espa­ñol es “joya” pero en sen­ti­do figu­ra­do el tér­mino alu­de a “pre­cio­si­dad”. El acto de fela­ción que es for­za­do a rea­li­zar a uno de los miem­bros de la pan­di­lla beli­co­sa en el baño de la escue­la refle­ja por sí mis­mo la cruel­dad a la que está expues­to. Con todo su des­tino ten­de­rá a cam­biar a tra­vés de la nue­va direc­to­ra de la escue­la (Cathe­ri­ne Mou­chet) quien lo esti­mu­la en la cla­se de arte dra­má­ti­co; allí, Mar­vin demues­tra sus con­di­cio­nes acto­ra­les al repre­sen­tar una inten­sa esce­na pro­ve­nien­te de su hogar; eso le abri­rá el camino para que él des­cu­bra su amor por el teatro.

Diez años des­pués el adul­to Martin,con su nue­vo ape­lli­do Clé­ment se encuen­tra en París como aspi­ran­te a escri­tor y actor don­de cuen­ta con el apo­yo inte­lec­tual de un direc­tor escé­ni­co (Vin­cent Macaig­ne). Pos­te­rior­men­te cono­ce­rá a Roland (Char­les Ber­ling), un hom­bre gay de exce­len­te situa­ción eco­nó­mi­ca quien será su aman­te a la vez que su mece­nas; él lo vin­cu­la­rá con Isa­be­lle Hup­pert (inter­pre­tán­do­se a sí mis­ma) quien que­da impre­sio­na­da des­pués de haber leí­do el tex­to auto­bio­grá­fi­co de Mar­vin don­de exor­ci­za los demo­nios de su infan­cia; es así que ella deci­de ayu­dar­lo al lograr que dicho tex­to sea lle­va­do al esce­na­rio en un espec­tácu­lo por él actua­do don­de la exce­len­te actriz cola­bo­ra­rá asu­mien­do el rol de su madre.

Aun­que el tra­ta­mien­to del tema no está exen­to de cier­tos cli­sés, Fon­tai­ne per­mi­te que su rela­to tras­cien­da gra­cias a la bue­na direc­ción de acto­res. Así, la rea­li­za­do­ra en un muy buen estu­dio carac­te­ro­ló­gi­co logra que tan­to Porier como Old­field des­te­llen en la per­so­ni­fi­ca­ción de Mar­vin; esa actua­ción trans­mi­te ple­na­men­te la odi­sea de este per­so­na­je quien per­se­ve­ran­do para supe­rar las ultra­jan­tes hue­llas que mar­ca­ron su exis­ten­cia, final­men­te encuen­tra el sen­de­ro que lo hará des­co­llar tan­to en su vida per­so­nal como profesional.

Sin ser una obra per­fec­ta, el dra­ma con­mue­ve por su sen­si­bi­li­dad y por ofre­cer algu­nas secuen­cias muy emo­ti­vas, como la que tie­ne lugar entre el pro­ta­go­nis­ta adul­to y su padre dejan­do entre­abier­ta la puer­ta de la recon­ci­lia­ción fami­liar. En suma, he aquí un film que basa­do par­cial­men­te en una his­to­ria de la vida real per­mi­te empa­ti­zar con la suer­te de su pro­ta­go­nis­ta ade­más de atraer por su inne­ga­ble ter­nu­ra y cali­fi­ca­do elenco.
Jor­ge Gutman

Una Celo­sa Exasperante

JALOU­SE. Fran­cia, 2017. Un film escri­to y diri­gi­do por David Foen­ki­nos y Stepha­ne Foenkinos

No hace mucho el cine fran­cés abor­dó la cri­sis exis­ten­cial de una mujer cin­cuen­te­na­ria en Auro­re (2017), una come­dia dra­má­ti­ca de la direc­to­ra Blan­di­ne Lenoir cuyo prin­ci­pal apo­yo radi­có en la nota­ble inter­pre­ta­ción de Agnès Jaoui. Con Jalou­se el tema de fon­do es simi­lar aun­que enfo­ca­do dife­ren­te­men­te por los direc­to­res her­ma­nos David y Stépha­ne Foen­ki­nos; lo curio­so es que la vita­li­dad de este film igual­men­te resi­de en la actua­ción de Karin Viard ani­man­do al per­so­na­je central.

Karin Viard

Natha­lie (Viard) es una pro­fe­so­ra de lite­ra­tu­ra de 50 años, recien­te­men­te divor­cia­da y madre de Mathil­de (Dara Tom­broff) de 18 años, que en un momen­to dado comien­za a expe­ri­men­tar la cri­sis de la edad madu­ra. Así como en el cuen­to de Blan­ca Nie­ves la rei­na se ofus­ca cuan­do el espe­jo le dice que hay alguien más lin­da que ella, Natha­lie es pre­sa de envi­dia cuan­do en la fies­ta de cum­plea­ños de Mathil­de, su mejor ami­ga Sophie (Anne Dor­val) le comen­ta espon­tá­nea­men­te cuán her­mo­sa es su hija.

Como si se tra­ta­ra de una reac­ción en cade­na, la acti­tud de esta mujer comien­za a vol­ver­se paté­ti­ca cuan­do ade­más de su pro­pia hija, sus celos enfer­mi­zos se mani­fies­tan con su ex mari­do (Thi­bault de Mon­ta­lem­bert) que aho­ra tie­ne una nue­va com­pa­ñe­ra mucho más joven (Marie-Julie Baup), su pro­pia ami­ga Sophie, como así tam­bién con la joven nue­va pro­fe­so­ra (Anaïs Demous­tier) que lle­ga a la escue­la don­de ella ense­ña. Into­xi­can­do la vida de quie­nes la rodean con su exa­cer­ba­do ner­vio­sis­mo, ansie­dad y mar­ca­do resen­ti­mien­to, ella inclu­so lle­ga a afec­tar la posi­bi­li­dad de reanu­dar su vida sen­ti­men­tal con un afa­ble cor­te­jan­te (Bruno Todes­chi­ni) al estar celo­sa por la for­ma en que éste mira a su hija.

Los rea­li­za­do­res enfo­can el tema des­crip­to de mane­ra hila­ran­te y sin inten­ción algu­na de pro­fun­di­zar­lo con mayor rigu­ro­si­dad don­de en algu­nos momen­tos adop­ta un sus­pen­so psi­co­ló­gi­co no muy con­vin­cen­te. En todo caso, la fuer­za de esta come­dia radi­ca en el talen­to de Viard; ella irra­dia espon­tá­nea natu­ra­li­dad en la carac­te­ri­za­ción de un rol de absur­da comi­ci­dad que con­ta­gia al espec­ta­dor; es así que sin ser dema­sia­do exi­gen­te se asis­te a un mode­ra­do entre­te­ni­mien­to sal­pi­ca­do de humor con­tem­plan­do las peri­pe­cias gra­cio­sas de una mujer ado­ra­ble­men­te inso­por­ta­ble. Jor­ge Gutman

Cine de Amé­ri­ca Lati­na y España

En su nove­na edi­ción, el Fes­ti­val de Cine Lati­no­ame­ri­cano de Mon­treal a desa­rro­llar­se entre el 6 y 15 de abril  ofre­ce una selec­ción de 10 fil­mes pro­ve­nien­tes de Amé­ri­ca Lati­na y España.

Cha­ve­la Vargas

La mues­tra se inau­gu­ra con Cha­ve­la (Méxi­co-Espa­ña), docu­men­tal de Cathe­ri­ne Gund y Daresha Kyi rese­ñan­do la tra­yec­to­ria artís­ti­ca de Cha­ve­la Var­gas, la míti­ca figu­ra de la músi­ca mexi­ca­na ran­che­ra. Otra extra­or­di­na­ria can­tan­te con­si­de­ra­da “la voz de Amé­ri­ca Lati­na” es recor­da­da en Mer­ce­des Sosa (Argen­ti­na) del direc­tor Rodri­go H. Vila. El Pas­tor (Espa­ña) de Jonathan Cen­zual Bur­ley es un film que atrae por sus con­no­ta­cio­nes socia­les don­de su apa­ci­ble comien­zo va adqui­rien­do la for­ma de un moderno western.

Entre otros títu­los se encuen­tran la come­dia Kiki El Amor Se Hace (Espa­ña) de Paco León narran­do cin­co his­to­rias román­ti­cas que acon­te­cen en Madrid; El Inca (Vene­zue­la) de Igna­cio Cas­ti­llo Cot­tin, se cen­tra en el cam­peón de boxeo Edwin “El Inca” Vale­ro; el docu­men­tal Recu­pe­ran­do El Paraí­so (Méxi­co) de José Artea­ga y Rafael Cama­cho, tes­ti­mo­nia la vio­len­cia de nar­co­tra­fi­can­tes en San­ta María Ostu­la; Vol­ver a Cuba (Cuba-Cana­dá) de David Fábre es una cró­ni­ca de la vida cuba­na toman­do como refe­ren­cia a Bár­ba­ra Ramos; ella es una mujer que habien­do vivi­do exi­lia­da 18 años en Ita­lia, retor­na a la isla cari­be­ña don­de nació con la inten­ción de afin­car­se nue­va­men­te. El Fes­ti­val con­clui­rá con la exhi­bi­ción del docu­men­tal Can­na­bis en Uru­guay (Uru­guay) de Fede­ri­ka Odrio­zo­la, que ilus­tra los aspec­tos polí­ti­cos, socia­les y cul­tu­ra­les que con­du­je­ron a que Uru­guay en 2013 fue­se el pri­mer país del mun­do en lega­li­zar el con­su­mo de la marihuana.

El fes­ti­val inclu­ye un home­na­je al osca­ri­za­do rea­li­za­dor mexi­cano Gui­ller­mo del Toro exhi­bien­do su cele­bra­do film El Labe­rin­to del Fauno (Espa­ña-Méxi­co), como así tam­bién será pre­sen­ta­da la pelí­cu­la Una Mujer Fan­tás­ti­ca (Chi­le) de Sebas­tián Lelio, que este año obtu­vo el Oscar al Mejor Film Extranjero.

Los fil­mes se exhi­bi­rán en el Ciné­ma du Parc en su ver­sión ori­gi­nal espa­ño­la con 5 de ellos sub­ti­tu­la­dos en fran­cés y los res­tan­tes en inglés. Para infor­ma­ción deta­lla­da de la pro­gra­ma­ción y los hora­rios de pre­sen­ta­ción pre­sio­ne aquí