Una Diva de la Can­ción Popular

LA BOL­DUC. Cana­dá, 2017. Un film de Fra­nçois Bouvier

Antes de que la gran Céli­ne Dion res­plan­de­cie­ra mun­dial­men­te, Que­bec tuvo a otra popu­lar dama de la can­ción lla­ma­da Mary Rose Anna Tra­vers, aun­que más cono­ci­da como La Bol­duc. Es por ello que resul­ta bien­ve­ni­do el film rea­li­za­do Fra­nçois Bou­vier que tie­ne varias face­tas de inte­rés, entre ellas la excep­cio­nal inter­pre­ta­ción de Deb­bie Lynch-White.

Deb­bie Lynch-White

El rela­to pre­sen­ta a Mary, una madre de fami­lia de humil­de con­di­ción social vivien­do en Mon­treal a comien­zos del siglo pasa­do que por impe­rio de las cir­cuns­tan­cias lle­ga a con­ver­tir­se en una figu­ra de gran reper­cu­sión popu­lar. Casa­da en 1910 con Édouard Bol­duc (Émi­le Proulx-Clou­tier), encuen­tra que su hogar se ve des­pro­te­gi­do finan­cie­ra­men­te cuan­do su mari­do es des­pe­di­do de su tra­ba­jo; es allí que su afi­ción por el can­to per­mi­te que ten­ga la opor­tu­ni­dad de rea­li­zar­lo públi­ca­men­te lo que le brin­da módi­cos ingre­sos mone­ta­rios que ayu­dan a sol­ven­tar las nece­si­da­des del hogar. Pron­ta­men­te su actua­ción a tra­vés de can­cio­nes que com­bi­nan moti­vos irlan­de­ses con la expre­sión musi­cal fol­cló­ri­ca de Que­bec impul­sa su éxi­to ini­cial para lle­gar a ser una muy que­ri­da vedet­te de la can­ción; ade­más de su talen­to vocal un fac­tor impor­tan­te es el inge­nio vol­ca­do en la letra de sus can­cio­nes cuyo con­te­ni­do social impac­tan fuer­te­men­te en la apre­cia­ción del público. .

Den­tro del mar­co des­crip­to el film con­si­de­ra la posi­ción de la mujer casa­da en la épo­ca en que trans­cu­rre la acción que se carac­te­ri­za por estar rele­ga­da al rol de casa y dedi­ca­da a la crian­za de los hijos exclu­si­va­men­te; de allí que no es extra­ño que sur­ja una ten­sión en la vida con­yu­gal de La Bol­duc cuan­do Édouard, frus­tra­do por no con­se­guir empleo y vol­ca­do a la bebi­da, comien­za a resen­tir el éxi­to artís­ti­co de su mujer que en cier­tas oca­sio­nes la ale­jan del hogar por las giras que realiza.

https://www.youtube.com/watch?v=CCI6rmxPqW4

El guión de Fré­dé­ric Oue­llet y Ben­ja­min Alix per­mi­te abor­dar al pro­pio tiem­po la con­di­ción femi­nis­ta con­si­de­ran­do que en ese enton­ces la mujer no podía votar, como ni siquie­ra podía abrir una cuen­ta ban­ca­ria sin el per­mi­so del mari­do, entre otros aspec­tos. Es así que se des­ta­ca la figu­ra de Thé­rè­se Cas­grain (Mylè­ne Mac­kay) abo­gan­do por rever­tir la situa­ción en cuan­to al dere­cho al voto e influir en Mary para que adquie­ra con­cien­cia de la con­di­ción feme­ni­na. Igual­men­te intere­san­te resul­ta obser­var la con­duc­ta ambi­gua de La Bold­luc cuan­do su hija mayor (Rose-Marie Perrault) dota­da de con­di­cio­nes artís­ti­cas, debe dese­char la opor­tu­ni­dad de lle­gar a ser actriz en Holly­wood por­que no se le per­mi­te que se ale­je de su familia.

Ape­lan­do a la memo­ria colec­ti­va, Bou­vier brin­da un dra­ma clá­si­co muy bien rea­li­za­do; ade­más de la tra­ma argu­men­tal el valor del film se encuen­tra refor­za­do por la bue­na pin­tu­ra de épo­ca enfo­can­do la cri­sis eco­nó­mi­ca de los años 20 y 30 y la situa­ción atra­ve­sa­da por la cla­se obre­ra de Que­bec. Pero lo más tras­cen­den­te es el home­na­je del rea­li­za­dor a la can­ción popu­lar de esta pro­vin­cia que encon­tró en La Bol­duc a su gran repre­sen­tan­te y que con la magis­tral per­so­ni­fi­ca­ción de Lynch-Whi­te no pudo haber esta­do mejor carac­te­ri­za­da. Jor­ge Gutman