LA CHUTE DE SPARTE. Canada, 2018. Un film de Tristan Dubois
Hay innumerables películas sobre estudiantes adolescentes, algunas muy buenas y otras no tanto. En un intento de superar la medianía del género, el director Tristan Dubois se ha valido de la novela juvenil de Sébastien Fréchette (cuyo seudónimo es Biz) para centrarse en un muchacho de 16 años. El resultado de dicho esfuerzo es un film que no agrega nada nuevo al respecto y que en todo caso no alcanza el nivel logrado por 1:54 (2016), la madura ópera prima canadiense de Ian England, abordando una similar temática.
El protagonista es Steeve Simard (Lévi Doré), un muchacho que asiste al último año de educación media en un colegio polivalente ubicado en Saint Lambert, un suburbio residencial próximo a Montreal. A diferencia de otros estudiantes de su clase, antes que el deporte prefiere volcarse a la literatura de Quebec, especialmente en las obras del desaparecido poeta Gaston Miron; de este modo, dada su naturaleza solitaria, su inquietud intelectual le permite huir de la realidad que lo circunda. En su vida hogareña no parece apreciar el confort y la comodidad que sus padres burgueses (Gabriel Sabourin, Marianne Farley) le ofrecen y el cariño que le dispensan.
El relato basado en el guón de Dubois y Biz, sigue la peripecia clásica de los filmes americanos sin poder evitar los clisés de este género. En una realización convencional, Dubois entre otros aspectos muestra la atracción que despierta en Steeve, la bella compañera de clase Veronique (Lili-Ann de Franceso), los celos que esa situación produce en Giroux (Karl Walcott), el deportista matón quien lo intimida y aterroriza permanentemente, así como el afecto que este adolescente mantiene con su único amigo Virgile (Jonathan St-Armand).
En esencia, la mayor parte de la historia se asocia a las presiones que la escuela ejerce en Steeve y si en algo se distingue es por cierto clima poético que se trasluce a través de la literatura amada por su protagonista. Aunque en general la emoción no prevalece en el desarrollo del relato, la misma se hace presente en la última parte del relato frente a un hecho dramático que sacude fuertemente a Steeve y que posiblemente habrá de alterar de algún modo su vida al creer que él es culpable de lo acontecido.
Con una buena actuación de Lévi Doré en el rol protagónico, La Chute de Sparte es un film aceptable que principalmente conformará al público juvenil de Quebec.
Jorge Gutman