CIAO CIAO. China, 2017. Un film escrito y dirigido por Song Chuan.
El realizador Song Chuan ofrece en Ciao Ciao una visión de los valores que predominan en las áreas rurales de China que han sido contagiadas por ciertos vicios prevalecientes en las grandes ciudades.
El éxodo cada vez más intenso que se produce por parte de la juventud de aldeas campesinas hacia los centros urbanos en procura de mejor oportunidad y decididamente mejores ingresos es utilizado por el realizador para analizar lo que sucede cuando se emprende el camino de retorno. Es lo que acontece con Ciao Ciao (Liang Xueqin), una joven que habiendo dejado la aldea en que vivió en la provincia de Yunnan para probar suerte en la inmensa y rica metrópoli de Guanzhou regresa a su pueblo natal para ayudar a sus ancianos padres. Lo que en principio parecería ofrecer la colisión existente entre las costumbres imperantes en una sociedad rural y la cultura que rige en los grandes conglomerados urbanos, el film va más allá de tal descripción.
Ciao Ciao, completamente alienada de la gran ciudad, no demuestra entusiasmo alguno por la perspectiva que le ofrece su tierra natal, observando serias grietas en la integridad y conducta de varias de las personas con quien se vincula. Entre los mismos se encuentra su padre (Wang Laowu) que poco contribuye al hogar familiar y se apropia del dinero de su mujer para adquirir afrodisíacos. Su madre (Zhou Lin) que se dedica a las labores agrícolas mantiene relaciones extraconyugales con Li (Hong Chang), quien es el proveedor oficial de alcohol contrabandeado. Su amante es a su vez el padre de Li Wei (Zhang Yu), un bruto holgazán y tempestuoso mujeriego que además de dedicarse a la gimnasia sexual con prostitutas locales igualmente siente un apasionado amor por Ciao Ciao. Mientras tanto la ambiciosa joven es también objeto de las atenciones de un peluquero (Zhou Quan) que al igual que ella regresó de Guangzhou y que le promete retornar a la ciudad para abrir un salón de belleza.
Si bien existe entre medio un triángulo amoroso, el énfasis del film es ilustrar el modo en que la obsesión del dinero va determinando las relaciones interpersonales y cómo la corrupción no es atributo exclusivo de la China moderna. Con gran desesperanza, el director ofrece un panorama poco alentador acerca de la ruptura moral y social que se está produciendo en la China rural post-comunista.
Aunque las interpretaciones son correctas sin ser destacables, el film además de su tema se distingue por las atractivas imágenes de la fotogarfía de Li Xuejun destacando la belleza del valle verdoso en que transcurre la acción. Jorge Gutman