FLEUVE NOIR. FrancIa-Bélgica, 2018. Un film de Erick Zonc.
El director Eric Zonca y Fanget Signolet adaptaron la novela The Missing File (Une Disparition inquietante) del autor israelí Dror Mishani, cuyo tema gira en torno de la misteriosa desaparición de un adolescente. Dentro de lo que típicamente podría encasillarse en el género de cine negro (film noir) Fleuve Noir intriga como drama policial durante la mayor parte de su metraje pero disminuye su impacto en una resolución desconcertante que resiste credibilidad.
En los primeros minutos del relato Solange Arnault (Sandrine Kiberlain) manifiesta su intensa preocupación al comandante policial François Visconti (Vincent Cassel) porque su hijo Dany de 16 años habiéndose dirigido por la mañana a la escuela, al fin de la jornada no ha regresado al hogar. Visconti al principio minimiza esa ausencia aunque en cierta forma no deja de preocuparle debido a que su propio vástago Denis (Félix Back) que es también un adolescente está envuelto en el tráfico de drogas.
A medida que transcurren los días y no hay noticias de Dany, el detective, que en muchas ocasiones no ha resuelto satisfactoriamente los casos que tuvo entre manos por su marcada afición a la bebida, ahora está firmemente decidido en resolver este problema. Gradualmente la trama va intensificando el misterio subyacente cuando Yann Bellaile (Romain Duris), un vecino del edificio que como profesor ha dado clases particulares a Dany, se muestra muy interesado en colaborar con Visconti; no obstante, hay actitudes de este docente y aspirante a escritor que lo vuelven cada vez más sospechoso al ocultar ciertos hechos acerca del muchacho y su estrecha relación con él mantenida.
Si bien gran parte de la trama se centra en la marcada confrontación establecida entre el detective y Bellaile, Zonca sabe cómo mantener la intriga tratando de evitar que el espectador pueda prever el desarrollo de los acontecimientos. Para ello introduce varias vueltas de tuerca donde casi todos los personajes parecen estar involucrados en la inquietante desaparición. Sin embargo, para esclarecer el misterio el relato apela a revelaciones como si fueran sacadas de la galera de un mago que no responden al planteamiento inicial de esta historia.
A pesar de su insatisfactoria resolución el film logra entretener a través del suspenso creado a lo largo del mismo y por el buen desempeño de sus intérpretes. Cassel, uno de los mejores actores de Francia, impresiona muy bien como un policía en decadencia dañado psicológicamente a causa de su adicción alcohólica; Duris fascina igualmente en un rol ambiguo de doble personalidad, así como Kimberlain sale airosa transmitiendo la angustia de una madre que teme por la posible pérdida de su hijo. En otros roles de apoyo se destacan Lauréna Thellier como la mentalmente discapacitada hermana de Dany y Elodie Bouchez caracterizando a la esposa de Bellaile. Jorge Gutman