Crónica de Jorge Gutman
ONCE. Libro: Enda Walsh basado en la película escrita y dirigida por John Carney – Dirección: Andrew Shaver –- Elenco: Greg Halpin, Eva Foote, Liv Simcha Chaimberg /Mia Czarnecki, Eric Digras, Olivier Gervais-Courchesne, Mahalia Golnosh Tahririha, Al Goulem, Jon-Alex MacFarlane, Marie Mahabal, Sophie Paradis, Bryan Quinn, Matthew Raudsepp, Justin Rutledge – Música y Letra: Glen Hansard y Markéta Irglová — Director Musical: David Terriault — Coreografía: Annie St-Pierre - Escenografía: Ken Mackenzie — Vestuario: Amy Keith – Iluminación: Martin Sirois – Diseño de Sonido: Bryan Kenny — Duración: 2 horas más un entreacto — Representaciones: Hasta el 28 de de Octubre de 2018 en la sala principal del Segal Centre (www.segalcentre.org)
La nueva temporada del Segal Centre no pudo haber comenzado de manera más auspiciosa con esta pieza que en 2012 fue galardonada en Broadway con 8 Tonys, incluyendo la de mejor comedia musical. Trasladando a la escena la hermosa película de John Carney de 2006, la adaptación realizada por la dramaturga Enda Walsh es decididamente satisfactoria. Así como el éxito del film radicó en su sencilla historia plena de emotividad, nuevamente en la comedia musical queda reflejado todo el encanto, calidez y melancolía del film original.
El espectáculo comienza antes de entrar a la sala donde un grupo de músicos ofrece al público que se encuentra en el hall del teatro algunos bonitos temas musicales para ambientardo en la historia que se desarrollará inmediatamente después desde el escenario. La acción acontece en Dublin, donde Él (Grieg Halpin) es ‚un desencantado músico que se gana la vida interpretando canciones en las calles de la ciudad así como arreglando artefactos eléctrónicos. Una de las transeúntes que lo oyen es Ella (Eva Foote), una pianista checa mucho más joven que El inmigrada a Irlanda en procura de un futuro mejor. Con su innata vivacidad Ella llegará a un acuerdo con el guitarrista, en donde lo llevará a su casa para que le arregle la aspiradora descompuesta y en pago habrá de tocarle en piano una pieza de Mendelssohn. La conexión que se establece a partir de ese momento se prolongará por espacio de 5 jornadas donde el vínculo musical creado los estimulará a componer canciones, De esa relación amistosa deviene un amor platónico no confesado donde ambos tienen algo para ofrecer;: así, Ella ayuda a su compañero a superar su falta de seguridad en sus condiciones naturales de artista, en tanto que Él contribuirá para que la joven, madre de una pequeña niña, pueda encontrar el camino para reorientar su vida.
Uno de los méritos de esta comedia es que sus números musicales se encuentran perfectamente intercalados en la trama permitiendo que la misma se desarrolle fluidamente. Reteniendo las canciones escritas por Glen Hansard y Markéta Irglová para el film, el público se deleita con sus melodías románticas donde entre las canciones se destacan la evocativa balada Falling Slowly ‑ganadora del Oscar a la mejor canción de 2006‑, como así también When Your Mind’s Made Up y Broken Hearted Hoover Fixer Sucker Guy. La dirección musical de David Terriault es excelente permitiendo que el eficaz desempeño del guitarrista y la pianista se complemente con la entusiasta participación de otros instrumentistas tocando entre ellos el acordeón y la mandolina llegándose a convertir en personajes dentro de la historia.
Otro de los valores de este espectáculo reside en la puesta escénica de Andrew Shaver quien ha logrado que el elenco integrado por 14 actores brinde el máximo entusiasmo requerido; así actuando, cantando y bailando con estilizados movimientos físicos, los mismos permiten que la esencia de la melancólica y agridulce historia relatada cale plenamente en el público asistente; con todo habrá que distinguir la gran performance de Eva Foote y Greg Halpin, dos jóvenes talentos que haciendo su debut en el teatro profesional dan prueba de una considerable madurez escénica. En tal sentido, Halpin personifica magníficamente al bohemio músico irlandés que encuentra un incentivo a su vida a través de su relación con la dulce inmigrante. Por su parte, Eva Foote transmite calidez y ternura como la joven que realiza lo imposible para que su compañero eleve su auto estima; además en su interpretación cabe resaltar que su esfuerzo de hablar inglés con un acento checo resulta ampliamente convincente.
Por los valores mencionados, con Once el público asiste a una muy buena velada teatral.
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