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RÉPER­TOI­RE DES VILLES DIS­PA­RUES. Cana­dá, 2018. Un film escri­to y rea­li­za­do por Dénis Cȏté.

Con Réper­toi­re des villes dis­pa­rues, su oncea­va pelí­cu­la, Dénis Cȏté.se aden­tra en una his­to­ria fan­tás­ti­ca con la adap­ta­ción que efec­tuó de la nove­la homó­ni­ma de Lau­ren­ce Oli­vier. El atrac­ti­vo del film radi­ca en la ambi­güe­dad crea­da por el rea­li­za­dor que se pres­ta a diver­sas lecturas.

Robert Nay­lor

El esce­na­rio don­de la acción se desa­rro­lla es Iré­née-les-Nei­ges, un muy peque­ño pue­blo rural ubi­ca­do en la zona nór­di­ca de la pro­vin­cia de Que­bec; allí, en el mar­co de un ári­do invierno Simon Dubé, un joven de 21 años, mue­re en un acci­den­te auto­mo­vi­lís­ti­co. Aun­que no se sabe si la des­gra­cia acon­te­ci­da fue pre­me­di­ta­da o no, lo que tras­cien­de es la for­ma en que el lamen­ta­ble suce­so impac­ta a la pobla­ción que no supera las 215 almas. Entre las per­so­nas más afec­ta­das se encuen­tran su her­mano Jimmy (Robert Nay­lor), su padre (Jean-Michel Anctil) y su madre (Josée Des­chê­nes). Para apa­ci­guar el due­lo de los aldea­nos, su alcal­de­sa (Dia­ne Lava­llée) actúa como si fue­se una tera­peu­ta tra­tan­do de ate­nuar su trau­ma y mirar hacia ade­lan­te ya que la vida pro­si­gue su marcha.

Des­pués de algu­nos días, van sur­gien­do apa­ri­cio­nes mis­te­rio­sas que crean una atmós­fe­ra intri­gan­te a la vez que som­bría per­tur­ban­do a sus habi­tan­tes. ¿Se tra­ta de muer­tos resu­ci­ta­dos, espec­tros, silue­tas fan­tas­ma­gó­ri­cas o zom­bies que sutil­men­te desean apo­de­rar­se de la aldea?

De allí en más, la tra­ma cobra una dimen­sión fan­tás­ti­ca don­de los luga­re­ños tra­tan de pro­te­ger­se fren­te a extra­ños que pue­dan lle­gar a alte­rar el orden exis­ten­te e inclu­so diez­mar la esca­sa pobla­ción de la aldea has­ta hacer­la des­apa­re­cer. Ese com­por­ta­mien­to pue­de ser inter­pre­ta­do como una metá­fo­ra de la situa­ción actual rei­nan­te en don­de nume­ro­sos gobier­nos recha­zan la inmi­gra­ción resal­tan­do sus efec­tos nega­ti­vos. Una dife­ren­te inter­pre­ta­ción sería la de que fren­te a una ame­na­za o agre­sión poten­cial que afec­te a una comu­ni­dad, la mis­ma tra­ta de defen­der­se adop­tan­do una acti­tud solidaria.

Como resul­ta­do de lo expues­to Cȏté logra un dra­ma coral super­na­tu­ral de natu­ra­le­za inti­mis­ta que ade­más de estar muy bien cons­trui­do y actua­do se dis­tin­gue por su belle­za atmos­fé­ri­ca mer­ced a la remar­ca­ble foto­gra­fía de Fra­nçois Mes­sier-Rheault cap­tan­do el inmen­so pai­sa­je neva­do. Con un final deli­be­ra­da­men­te abier­to este logra­do film se pres­ta para que cada espec­ta­dor extrai­ga sus pro­pias con­clu­sio­nes. Jor­ge Gutman