En la Bús­que­da de un Padre

SOFIA. Fran­cia-Qatar, 2018. Un film escri­to y diri­gi­do por Mer­yem Benm’Barek

En los cré­di­tos ini­cia­les de Sofía se infor­ma que en Marrue­cos es ile­gal y con­se­cuen­te­men­te puni­ble entre un mes y un año de pri­sión el hecho que una mujer no casa­da man­ten­ga rela­cio­nes sexua­les. Este tema urti­can­te es lo que la direc­to­ra y guio­nis­ta Mer­yem Ben­m’­Ba­rek con­si­de­ra en su ópe­ra prima.

Maha Ale­mi

La acción que se desa­rro­lla en Casa­blan­ca pre­sen­ta a Sofía (Maha Ale­mi), una joven sol­te­ra per­te­ne­cien­te a una bue­na fami­lia de la ciu­dad que se encuen­tra en esta­do de gra­vi­dez sin que nadie que la rodea lo haya nota­do. En medio de una comi­da fami­liar, ella comien­za a expe­ri­men­tar calam­bres esto­ma­ca­les y es allí que Lena (Sara Per­les), su pri­ma médi­ca, se asom­bra al saber que ella está emba­ra­za­da y a pun­to de dar a luz. Es así, que con una bue­na excu­sa dada al res­to de los comen­sa­les, Sofía y Lena se diri­gen al hos­pi­tal don­de la par­tu­rien­ta para ser asis­ti­da debe iden­ti­fi­car­se como así tam­bién sumi­nis­trar deta­lles sobre su mari­do; como obvia­men­te tal per­so­na es inexis­ten­te, en vis­ta de la urgen­cia del caso, es aten­di­da e inme­dia­ta­men­te des­pués del naci­mien­to de su bebi­ta la clí­ni­ca hos­pi­ta­la­ria otor­ga Sofía un pla­zo de 24 horas para que reve­le la iden­ti­dad del padre y éste apa­rez­ca en per­so­na para reco­no­cer a la criatura.

Si bien el eje cen­tral del rela­to resi­de en tra­tar de satis­fa­cer los reque­ri­mien­tos lega­les para evi­tar la denun­cia y la con­si­guien­te pri­sión, el otro aspec­to sub­ya­cen­te de esta his­to­ria es la pre­sión social ejer­ci­da para sal­var el honor de la familia.

Aun­que Marrue­cos se dis­tin­gue como uno de los paí­ses más moder­nos del con­ti­nen­te afri­cano, no obs­tan­te exis­ten valo­res fuer­te­men­te arrai­ga­dos de una socie­dad tra­di­cio­nal y patriar­cal nutri­da de hipo­cre­sías y tabúes, don­de la mujer que­da rele­ga­da a ocu­par un lugar secun­da­rio. Esos aspec­tos han sido muy bien cap­ta­dos por la novel rea­li­za­do­ra en el retra­to que efec­túa de sus per­so­na­jes median­te una narra­ción sen­si­ble y sobria, evi­tan­do cual­quier des­bor­de emocional.

De modes­tos alcan­ces pero efec­ti­va­men­te rea­li­za­da y con con­vin­cen­tes actua­cio­nes de Maha Ale­mi en el rol pro­ta­gó­ni­co y de Sarah Per­les, esta pelí­cu­la mere­ce su visión.
Jor­ge Gutman