THE SOUVENIR. Gran Bretaña, 2019. Un film escrito y dirigido por Joanna Hogg
En este film de carácter parcialmente autobiográfico la directora británica Joanna Hogg pasando revista a sus años de juventud, dramatiza algunos momentos de ese período que han repercutido en su vida y definieron su futuro como cineasta.
La acción transcurre a mediados de la década del 80 en la ciudad de Londres donde vive Julie (Honor Swinton-Byrne), el alter ego de Hogg. Ella es una joven fotógrafa de clase media genuinamente ambiciosa aunque no muy segura de sí misma donde en las primeras escenas se la contempla tomando fotos de la ciudad de Sunderland que se ha visto afectada por el cierre de la industria de la construcción naval; ese material le habrá de servir para implementar el proyecto de realizar su primera película dentro de los estudios de cine que está emprendiendo.
La rutina de Julie se ve alterada a partir del momento que conoce a Anthony (Tom Burke), un hombre mayor que ella, carismático a la vez que enigmático, arrogante y bien cultivado en las artes.
En el marco de un relato donde prima una marcada ambigüedad, se aprecia en un principio la relación amistosa de estos dos personajes donde Anthony endosa las inquietudes de Julie sobre la carrera que desea emprender. Él acepta convivir con ella en el departamento que arrienda en el elegante barrio londinense de Kensington estableciéndose en un principio un inusitado vínculo platónico al compartir durante la noche el mismo lecho sin contacto alguno. En el tiempo libre, visitan galerías de arte apreciando algunas pinturas relevantes, entre ellas “The Souvenir” (que da título a este film) de Jean Honoré Fragonard, como también la ópera constituye otro modo de compartir el vínculo establecido.
Después de varios días, esa continuada vivencia adquiere el carácter de un intenso amor donde Anthony aprovecha la natural inocencia que emerge de Julie; así, él no tiene empacho alguno en solicitarle dinero sin que ella llegue a cuestionarlo. El conflicto dramático se produce cuando la conducta errática de este hombre sale a relucir y Julie se impone que la persona a quien ama es un heroinómano que llega a robarle sus joyas para poder adquirir las drogas.
El film sobriamente realizado es decididamente complejo sin que la directora alcance a explicitar claramente la motivación y racionalidad de sus personajes, especialmente en lo que concierne a la tóxica relación de dependencia de Julie de un hombre torturado que finalmente la maltrata. En todo caso Hogg está preparando la continuación de esta historia en donde probablemente queden en claro algunas de las situaciones no definidas por el momento.
Por lo que antecede queda como balance el retrato de una potencial artista que en su proceso de maduración trata de reencontrarse consigo misma después de haber experimentado una destructiva relación de pareja. Aunque emocionalmente distante, el film destila autenticidad con diálogos improvisados bien logrados y cuenta con las excelentes interpretaciones de Burke y de Swinton-Byrne en su debut para el cine; en un papel secundario se destaca Tilda Swinton como la madre de Julie, quien en la vida real lo es también de Swinton-Byrne. Jorge Gutman