MENTEUR / COMPULSIVE LIAR. Canadá, 2019. Un film de Émile Gaudreault.
En su noveno film el realizador Émile Gaudreault transita en la comedia, su género predilecto. Aunque aborda un tópico ya explotado en otras oportunidades, el relato aporta una idea interesante que lamentablemente no es aprovechada por su endeble implementación.
El popular cómico Louis-José Houde caracteriza a Simon, un ejecutivo responsable de relaciones públicas de una gran corporación internacional de aeronáutica, en donde también trabaja su hermano gemelo Phil (Antoine Bertrand) que a la vez preside el sindicato de la firma. Sucede que Simon, es un compulsivo mentiroso en la medida que todo lo que relata y comenta se opone por completo a la realidad de los hechos; así, su constante impostura se traduce en un estilo de vida que inevitablemente es tolerado por su familia y por quienes le rodean en su trabajo.
Al promediar el metraje el guión del realizador, Erik K. Boulianne y Sébastien Ravary adopta un giro inesperado cuando adentrándose en el terreno de lo fantástico recurre al artificio de convertir las mentiras de su protagonista en inesperadas verdades. Si bien el recurso de incorporar universos paralelos al planteo del relato es en principio original, lo cierto es que su desarrollo se vuelve completamente desarticulado y caótico afectando negativamente a la historia originalmente planteada.
https://www.youtube.com/watch?v=FD-p2KQ1SC4
A pesar de contar con un importante elenco, la inconsistencia del guión se manifiesta en la manera en que los actores deben componer a sus personajes donde varios de los mismos parecen emerger de un espectáculo circense. Así, la alocada alcohólica patrona de Simon (Genéviève Schmidt) y su inaguantable madre (Véronique Le Flaguais), ofrecen situaciones ridículamente jocosas que distan de cristalizar en auténtico humor. Algo semejante acontece con las réplicas de Simon que en ciertas ocasiones parafrasea a Tolstoi donde el relato trata de ofrecer un matiz sonrientemente intelectual; asimismo, las escaramuzas entre Simon y su desafortunado hermano gemelo no logran el impacto reidero perseguido.
En procura de destacar los aspectos positivos de esta fantasía, cabe mencionar el carisma y simpatía que destila Houde, la muy buena actuación de Catherine Chabot que en el rol de una remarcable traductora del idioma ruso ofrece los escasos momentos de genuina gracia y finalmente la veteranía de la excelente Denise Filiatrault que a pesar de su breve aparición como conductora de un taxi Uber es uno de los pocos personajes que adquiere un viso real. En suma, al prometer mucho más de lo que ofrece, Menteur termina siendo una fallida comedia. Jorge Gutman