BALLOON. Alemania, 2019. Un film de Michael Bully Herbig
Basado en un acontecimiento real, el director alemán Michael Bully Herbig ofrece en Balloon un sólido thriller enfocando la espectacular evasión emprendida por dos familias que vivían bajo el sistema comunista en la República Democrática Alemana. Para ubicar al espectador sobre lo que verá, los créditos iniciales del film señalan que entre 1976 y 1988 aproximadamente 38.000 personas de Alemania Oriental trataron de cruzar el muro de Berlín en el que 462 hombres, mujeres y niños perdieron su vida en el intento.
La acción transcurre en el verano de 1979 en la ciudad de Pobneck, ubicada en la región de Turingia. Es allí donde reside la familia Strelzyk conformada por Peter (Friedrich Mücke), su esposa Doris (Karoline Schuch) y sus dos hijos. Tanto Peter como su esposa se sienten oprimidos por el régimen implantado por sus gobernantes quienes a su vez se encuentran indirectamente controlados por la Unión Soviética; en consecuencia el propósito del matrimonio es huir de Alemania Oriental. Teniendo en cuenta que Peter es electricista y ‑según se aprecia- también reúne conocimientos de tecnología aeronáutica, él arma un globo de aire caliente que servirá como el medio de transporte hacia el lado opuesto de la Cortina de Hierro.
Lamentablemente, tras haber fracasado una primera vez en el intento, tratan de repetir esa experiencia con la esperanza de lograr el objetivo deseado; para ello y contando con la cooperación de sus amigos Günter (David Kross) y Petra Wetzel (Alicia von Rittberg), quienes comparten sus mismas ideas e igualmente son padres de dos hijos, se dedican a construir artesanalmente otro globo atendiendo a los mínimos detalles a fin de que pueda albergar a las dos familias y alcanzar la ansiada libertad.
El guión del realizador escrito con Kit Hopkins y Thilo Röscheisen describe minuciosamente la implacable cacería realizada por .Seidel (Thomas Kretschmann), un implacable oficial de la Stasi ‑la poderosa policía de seguridad del estado- quien a través de ciertos rastros dejados por los Strelzyk en la malograda tentativa tratará de identificarlos; en la medida que el cerco se estrecha cada vez más sobre ambas familias, sus integrantes son conscientes que deben apresurar la partida lo antes posible porque si llegan a ser descubiertos los padres serán encarcelados en tanto que los hijos serán destinados a orfanatos.
Si bien este tema ya fue tratado en el film Night Crossing realizado por Delbert Mann en 1982, el tratamiento otorgado por Herbig permite que su trama resulte igualmente fascinante. A través de una eficiente narración, el realizador crea un clima de suspenso que se va acrecentando a medida que el relato avanza. Así como en el film La Vida de los otros (2006) el director Florian Henckel von Donnersmarck reflejó acertadamente la forma en que la Stasi se dedica a vigilar y controlar la vida de los demás, esta misma atmósfera de alienación y miedo envuelve a los vecinos del lugar donde por temor al castigo al ser interrogados cada uno de ellos se convierte en potencial informante del repudiable organismo.
La dramatización de la defección de estas dos familias efectuada el 16 de septiembre de 1976 es lograda a través de una apasionante intriga generada por los diferentes inconvenientes que a través del relato se van sucediendo y que deben sortear a fin de evitar su captura para finalmente aterrizar en Baviera, en el extremo este de Alemania Occidental.
La conjunción de un excelente director, un remarcable guión y la irreprochable interpretación de su elenco, da como resultado una apasionante aventura histórica magníficamente reconstruida que deleitará al público ávido de buenos filmes de suspenso. Jorge Gutman