LA FLOR. Argentina, 2018. Un film escrito y dirigido por Mariano Llinás
Si bien en 2008, Mariano Llinás sorprendió con Historias Extraordinarias, un film excelente de poco más de 4 horas de duración, con La Flor el realizador ofrece un trabajo a todas luces revolucionario de 13 horas y 34 minutos, sin tener en cuenta los intervalos existentes.
Esta monumental epopeya que fue aplaudida en 2018 en ocasión de su estreno mundial en el Festival de Locarno, para después repetir su suceso en los de Toronto, Nueva York y Londres, llega ahora a Montreal para que el público dispuesto a verla asista a una obra de amplia libertad narrativa, expresada en 6 episodios independientes que fueron realizados a lo largo de 10 años.
La mayoría de los mismos sin tener desenlace responde a diferentes géneros y estilos estructurados por varias subtramas derivadas del eje central de cada historia. Asimismo en casi todos los episodios, con excepción de uno de ellos, Llinás se ha valido de 4 estupendas actrices pertenecientes al grupo teatral argentino Piel de Lava; así, en cada segmento, Elisa Carricajo, Valeria Correa, Pilar Gamboa y Laura Paredes causan admiración por su notable ductilidad expresiva en la caracterización de sus diferentes personajes.
A través de las historias relatadas, donde en su inicio el director informa sobre lo que se habrá de presenciar, el espectador es transportado en un viaje que engloba tres continentes diferentes mediante escenas filmadas en Argentina, Chile, Colombia, Nicaragua, Corea del Sur, Mongolia, Líbano, Rusia, Bulgaria, Inglaterra, Bélgica, Francia y Hungría.
En una rápida síntesis de su contenido, se puede anticipar que el primer episodio tiene lugar en un laboratorio de investigación arqueológica donde el descubrimiento de una momia precolombina que revive, causa estragos; para aplacar su furia se cuenta con la asistencia de una consultora experta en la materia. El segundo episodio, más elaborado, es un melancólico melodrama musical donde una cantante melódica es dejada de lado por su pareja y socio musical al haberse enganchado con otra cancionista. El tercer episodio que transcurre durante la guerra fría ‑ciertamente el más ambicioso, fascinante y el más extenso- es un verdadero thriller que está narrado en su mayor parte a través de la voz en off del director y de su hermana Verónica Llinás; el relato enfoca a 4 espías femeninas que mantienen prisionero a un científico y que están a punto de enfrentarse con otra banda rival también interesada en el hombre cautivo. El cuarto episodio es un verdadero rompecabezas donde las piezas que lo componen no terminan integrándose de manera coherente; si bien es el segmento menos interesante, en todo caso no deja de intrigar. El episodio siguiente es un medio metraje mudo y sin banda sonora en donde Llinás homenajeando a Jean Renoir adapta su film Una Partida de Campo de 1936 al medio campestre argentino donde dos gauchos intentan conquistar a dos jóvenes mujeres turistas; la intercalación de una escena de acrobacia aérea le otorga a este simpático relato un toque especial de distinción. El último de los episodios ubicado en el siglo 19, es un corto metraje mudo con cierto aliento lírico que se centra en el relato de una mujer británica que junto a otras tres fueron mantenidas en cautiverio por nativos americanos. Como nota última es necesario resaltar la importancia de los créditos finales de 40 minutos de duración; además de dar cuenta del numeroso elenco y equipo técnico también se menciona el centenar de personas e instituciones que a través de una década prestaron su colaboración para que este ambicioso proyecto pudiera concretarse.
En resumen, como un gran pionero del cine independiente del presente siglo, Llinás ofrece un film radical, audaz, provocativo, exuberante y caprichoso pero a todas luces magistral como creación artística. Todo hace presumir que a través del tiempo La Flor será considerada como una de las obras más trascendentes de la cinematografía universal. Jorge Gutman
Entrevista al Realizador
Sencillo, afable y muy bien dispuesto a contestar mis preguntas ha sido la impresión que me causó la entrevista efectuada al director Mariano Llynás.
Teniendo en cuenta la diversidad de géneros abordados en esta película, mi primera pregunta ha sido acerca de qué es lo que le inspiró en concebir el libreto de los episodios que conforman La Flor. El realizador respondió que ha sido su infancia. Desde los 8 hasta los 14 años, no obstante haber sido un niño solitario y con poco contacto social, siempre se mostró muy activo y con mucha curiosidad; eso se tradujo en su inclinación por los libros, el cine, la enciclopedia, la geografía con la lectura de mapas, etc. Recordando como adulto su período infantil manifestó que el infante de entonces estaría muy contento si supiera que los proyectos que cupieron en su imaginación tres décadas después serían implementados.
La siguiente pregunta estuvo referida al motivo que le impulsó a englobar en un único inventivo largometraje 6 historias completamente distintas que por su duración podrían haber originado películas separadas. La respuesta se debe a que la excusa para realizar este film ha sido las cuatro artistas protagonistas (Pilar Gamboa, Elisa Carricajo, Laura Paredes y Valeria Correa) del grupo teatral Piel de Lava; dada la gran versatilidad demostrada en los diferentes roles que les cupo interpretar en cada uno de los episodios, la particular emoción producida en esa acumulación de variados disfraces dentro de un mismo film realizado en 10 años, no habría sido lograda de haber sido rodado independientemente. En cuanto a la larga duración, el director señaló que eso no ha sido obstáculo alguno con respecto a su proyección en salas de cine teniendo en cuenta que en ocasión de su estreno en Francia la película ha sido vista por 40 mil personas, además, varios países han adquirido los derechos de distribución para su exhibición comercial.
Sabiendo que Llynas se inclina por el cine visto en la pantalla grande antes que en la comodidad del hogar frente al televisor, le pregunté cuál sería su posición si hipotéticamente Netflix estuviese dispuesto a financiar un proyecto futuro sabiendo que solamente sería visto por sus abonados. Llynas manifestó que si bien en un principio él no podía comprender cómo Alfonso Cuarón o Martin Scorcese podían realizar filmes para esta gigantesca plataforma de televisión, hoy día ha cambiado completamente de opinión; así, siguiendo los consejos del gran realizador francés Robert Bresson (1901 – 1999) de que los directores deben hacer películas sin importar de dónde se obtiene el dinero, gustoso aceptaría la oferta de Netflix, siempre y cuando le permitiera la flexibilidad de hacer lo que quiere y la manera de efectuarlo.
Finalmente, referido a futuros proyectos, Llynas aún no puede desvincularse de su último trabajo; en todo caso en esta visita realizada a Montreal y paseando por un parque le surgió la idea de que sería interesante regresar a esta ciudad para centrar su atención en las hojas de los árboles que al comienzo del otoño van cambiando de color antes de comenzar a caer.