Una Inge­nio­sa Sátira

TEL AVIV ON FIRE. Israel-Luxem­bur­go-Fran­cia-Bél­gi­ca, 2018.. Un film de Sameh Zoabi

Una ori­gi­nal e inte­li­gen­te come­dia israe­lí es la que se pre­sen­cia en Tel Aviv on Fire del rea­li­za­dor Sameh Zoa­bi, apar­tán­do­se de los temas vin­cu­la­dos con el eterno con­flic­to entre israe­líes y palestinos.

Kais Nashef y Yaniv Biton

El guión del rea­li­za­dor escri­to con Dan Klei­man ubi­ca la acción en la épo­ca actual. Salam (Kais Nashef), un joven y cal­mo soña­dor pales­tino vivien­do en Jeru­sa­lén, comien­za a tra­ba­jar como asis­ten­te de su tío Bas­san (Nadim Sawalha) que es el pro­duc­tor de la popu­la­rí­si­ma tele­no­ve­la pales­ti­na Tel Aviv on Fire; la mis­ma trans­cu­rre en 1967, pocos días antes del comien­zo de la Gue­rra de los 6 días (5 al 11 de junio) y en su tra­ma Tala (Lub­na Aza­ba­la) per­so­ni­fi­ca a una espía pales­ti­na que se infil­tra en Israel para sedu­cir al gene­ral Yehu­da (You­sef Sweid) con la inten­ción ulte­rior de asesinarlo.

Cuan­do al poco tiem­po Salam es pro­mo­vi­do como guio­nis­ta de la tele­se­rie, tro­pie­za con un serio obs­tácu­lo. El incon­ve­nien­te se pro­du­ce cuan­do tras­la­dán­do­se des­de su casa en Jeru­sa­lén al lugar de tra­ba­jo ubi­ca­do en los terri­to­rios ocu­pa­dos él es rete­ni­do en el pues­to de con­trol por el coman­dan­te Assi (Yaniv Biton). Al saber que Salam es el autor de la tele­se­rie que apa­sio­na a su espo­sa, le obli­ga a que éste le sumi­nis­tre el libre­to para saber cómo con­ti­núa; al leer­lo le indi­ca que para dejar satis­fe­cha a su cón­yu­ge el folle­tín debe tener un des­en­la­ce feliz. Para ello Assi le retie­ne su tar­je­ta de iden­ti­dad y le pro­me­te devol­vér­se­la siem­pre y cuan­do la his­to­ria con­clu­ya con una bella his­to­ria de amor entre Tala y Yehu­da. Lo cier­to es que Salam se ve en un difí­cil dile­ma por­que por un lado su tío con­si­de­ra que es com­ple­ta­men­te irrea­lis­ta que la espía se case en una cere­mo­nia judía con el gene­ral y por otra par­te debe con­ten­tar al coman­dan­te; en tan­to, la pobla­ción tan­to israe­lí como pales­ti­na está en ascuas fren­te al tele­vi­sor por saber cómo fina­li­za­rá la telenovela.

Muy bien hil­va­na­da a tra­vés de giros y vuel­tas que ame­ni­zan la expo­si­ción del rela­to, la hila­ri­dad de esta his­to­ria se gene­ra a tra­vés de los ocu­rren­tes diá­lo­gos con­te­ni­dos en el film como así tam­bién los de la tele­no­ve­la en cues­tión. Aun­que difí­cil­men­te esta pelí­cu­la pue­da alte­rar el rit­mo de los acon­te­ci­mien­tos del Medio Orien­te, es a todas luces loa­ble el pro­pó­si­to de Zoa­bi en esti­mu­lar el espí­ri­tu de con­fra­ter­ni­dad entre pales­ti­nos e israe­líes y dejar de lado el anta­go­nis­mo polí­ti­co exis­ten­te. En suma esta impe­ca­ble sáti­ra moti­va a que el públi­co esbo­ce una amplia son­ri­sa al ter­mi­nar su pro­yec­ción. Jor­ge Gutman