L’INTERVENTION. Francia-Bélgica, 2019. Un film de Fred Grivois
He aquí otro de los numerosos films que últimamente llegan a la pantalla inspirados en hechos reales. Un dramático suceso acaecido en el continente africano es el foco de atención en la historia relatada por el director Fred Grivois.
A los pocos minutos de iniciado el relato, la tranquilidad de una aldea de Djibouti ‑última colonia de África- se ve alterada cuando el 3 de febrero de 1976 un grupo armado de rebeldes somalíes negros secuestran arrebatadamente un ómnibus escolar; los asaltantes amenazan a los 21 niños franceses que se encuentran a bordo y al conductor del vehículo a quien le exige que los conduzca hacia la frontera con Somalia, país que en ese entonces había quedado libre de todo vestigio colonial.
Al no poder traspasar la frontera, los terroristas con los chicos prisioneros en el ómnibus se ven confrontados con las autoridades francesas. Es así que Francia convoca a una élite de francotiradores altamente entrenados liderados por André Gerval (Alban Lenoir) para efectuar su rescate en una operación que a todas luces se vuelve altamente arriesgada. A todo ello Jane Andersen (Olga Kurylenko), la maestra americana de los niños, se ofrece como rehén a fin de brindarles su protección y cariño maternal frente a la odisea que atraviesan.
La estrategia de Gerval para liberar a los secuestrados se ve obstaculizada por las órdenes provenientes de la jefa (Josiane Balasko) en París deseando lograr una solución diplomática antes que recurrir a la abierta acción. Cuando con más de 24 horas de secuestro los esfuerzos de solucionar pacíficamente el grave problema fracasan, el equipo de rescate inicia el ataque dando lugar a 15 minutos de guerra con la concomitante violencia generada entre el grupo comando y los secuestradores.
Si bien las escenas de acción cobran vuelo hacia el final, el film no logra hasta ese momento la tensión necesaria; eso es debido a que la mayor parte del relato se centra fundamentalmente en las conversaciones e historias personales de los miembros del grupo de rescate sin que cobren mayor interés. Además, el poco estructurado guión deja de lado la compleja realidad geopolítica de esta parte de África en el momento en que transcurre el relato; al no hacerlo, los secuestradores descriptos de manera unidimensional quedan ilustrados como desalmados terroristas y no como luchadores que tratan de liberar a Djibouti del yugo colonial.
Los aspectos positivos del relato descansan en la calidad técnica de la producción, la humana caracterización que Kurylenko brinda a su personaje como así también la de Lenoir componiendo al comandante de la unidad antiterrorista quien hacia el final no puede contener la intensa emoción que le produce el comprobar que la victoria lograda ha sido a expensas de la vida de una criatura inocente.
En los créditos finales se informa que 3 meses después de los incidentes relatados, la acción de este grupo ha originado la creación del Groupe d’ intervention de la Gendarmerie nationale (GIGN) de Francia, considerado como uno los más expertos comandos antiterroristas del mundo; desde entonces ha intervenido en 40 países habiendo procedido al rescate de más de 600 rehenes amenazados. Jorge Gutman