Los Dos Rivales

FORD V FERRA­RI. Esta­dos Uni­dos, 2019. Un film de James Mangold

No hay duda sobre la com­pe­ten­cia de James Man­gold como rea­li­za­dor dado sus bue­nos ante­ce­den­tes como tal en Girl Inte­rrup­ted (1999), Walk the Line (05) y Logan (2017), para citar algu­nos ejem­plos. Aquí reafir­ma sus con­di­cio­nes en un dra­ma depor­ti­vo muy bien fil­ma­do e inob­je­ta­ble­men­te actua­do; sin embar­go Ford V Ferra­ri ado­le­ce de una exce­si­va dura­ción que ate­núa su impacto.

Matt Damon y Chris­tian Bale

La his­to­ria comien­za en Detroit, en la déca­da del 60, don­de Henry Ford II (Tracy Letts) deci­de con­tra­rres­tar la caí­da de las ven­tas de la Ford Motor Com­pany como así tam­bién recu­pe­rar la ima­gen de la mis­ma que fun­dó su céle­bre abue­lo; para ello nada mejor que estar pre­pa­ra­do para tener un vehícu­lo depor­ti­vo que pue­da par­ti­ci­par en la famo­sa com­pe­ten­cia de Le Mans y al pro­pio tiem­po ven­cer a Ferra­ri, la pode­ro­sa empre­sa ita­lia­na rival a car­go de su pre­si­den­te Enzo Ferra­ri (Remo Giro­ne). Es así que Lee Iacoc­ca (Jon Bernthal), el jefe de publi­ci­dad de la Ford, con­tac­ta a dos figu­ras cla­ves para lograr el pro­pó­si­to per­se­gui­do. Uno de ellos es el caris­má­ti­co y apa­sio­na­do dise­ña­dor de autos de carre­ra Carroll Shelby (Matt Damon) quien igual­men­te como exce­len­te auto­mo­vi­lis­ta resul­tó gana­dor en el tor­neo de Le Mans en 1959; el otro per­so­na­je es Ken Miles (Chris­tian Bale), el ave­za­do mecá­ni­co y remar­ca­ble corre­dor bri­tá­ni­co esta­ble­ci­do en Esta­dos Unidos.

Dicho lo que ante­ce­de, el res­to del rela­to con­ce­bi­do por el guión de Jez But­ter­worth, John-Henry But­ter­worth y Jason Keller con­cen­tra su aten­ción en el tra­ba­jo del dise­ño del Ford GT40, refle­jan­do al pro­pio tiem­po la amis­tad entre Shelby y Miles a la vez que des­ta­ca los incon­ve­nien­tes que ambos deben enfren­tar y supe­rar, entre ellos la ani­mo­si­dad del intran­si­gen­te direc­tor eje­cu­ti­vo (Josh Lucas) de la Ford que sien­te aver­sión hacia el pilo­to bri­tá­ni­co; simul­tá­nea­men­te se ilus­tran momen­tos de la vida fami­liar de Miles a tra­vés de su abne­ga­da espo­sa (Catrio­na Bal­fe) y de su que­ri­do hijo (Noah Jupe). Obvia­men­te todo ello con­du­ce al gran even­to de las 24 horas de Le Mans de 1966 cuya carre­ra abar­ca un ter­cio del film.

https://www.youtube.com/watch?v=6hWrPtUxO2M

Con algu­nas licen­cias, el film basa­do en acon­te­ci­mien­tos reales repro­du­ce exce­len­te­men­te el perío­do en que trans­cu­rre. Pero en líneas gene­ra­les, a pesar de la sóli­da direc­ción de Man­gold, el rela­to está engo­lo­si­na­do con múl­ti­ples deta­lles téc­ni­cos; si bien pue­den resul­tar de inte­rés para quie­nes están invo­lu­cra­dos en la indus­tria auto­mo­triz, en cam­bio disi­pan la aten­ción del espec­ta­dor corrien­te, sobre todo por su ya men­cio­na­do exten­so metra­je. A su favor, el film se enri­que­ce con la mag­ní­fi­ca foto­gra­fía de Phe­don Papa­mi­chael apor­tan­do la emo­ción que pro­du­ce el vér­ti­go de la gran carre­ra final en don­de se tie­ne la com­ple­ta sen­sa­ción de estar asis­tien­do a la misma.

Den­tro del muy buen elen­co, tan­to Dam­mon como Bale ofre­cen dos actua­cio­nes nota­bles; com­po­nien­do per­so­na­li­da­des dife­ren­tes, cada uno en lo suyo expre­sa el ardor y pasión del auto­mo­vi­lis­mo refle­jan­do el alto espí­ri­tu depor­ti­vo que los ani­ma; en tal sen­ti­do, tan­to en los acto­res como en sus per­so­na­jes exis­te una logra­da simbiosis.

En suma, he aquí un film que a pesar de no estar logra­do total­men­te, cier­ta­men­te satis­fa­rá a los espec­ta­do­res aman­tes de este arries­ga­do depor­te. Jor­ge Gutman