DOLOR Y GLORIA. Video distribuido por Sony Pictures Home Entertainment
Aunque ya nos hemos referido entusiastamente a este excelente film español de Pedro Almodóvar, la aparición reciente del video mediante los formatos DVD, Blu-ray y en Digital motiva a volver sobre el mismo.
Para quienes no hayan visto el film en sala o bien para quienes ya lo han disfrutado, ésta es la ocasión de apreciarlo nuevamente en la medida que siempre existen detalles a descubrir en este excelente drama sobre Salvador Mallo, un realizador de mediana edad que atraviesa una de las etapas más difíciles en su carrera así como en su vida personal. Como es bien sabido, el film logró para Antonio Banderas el premio al mejor actor en la muestra competitiva de Cannes del año pasado y además es uno de los candidatos nominados por la Academia de Hollywood en la misma categoría, como también es uno de los cinco títulos seleccionados como mejor film internacional.
La película es presentada en su versión original española; también se puede verla de manera descriptiva en inglés, o bien doblada al francés; Opcionalmente es posible apreciarla con subtítulos en inglés o francés.
Además del efectivo traslado al video, éste se valoriza por sus dos agregados. El primero de los mismos de 32 minutos de duración incluye un coloquio en el que el crítico de cine y moderador de eventos Scott Mantz efectúa una conversación coloquial (Q/A) con Almodóvar, Banderas, el compositor Alberto Iglesias y el productor Agustín Almodóvar, hermano del realizador, abordando el proceso creativo y la génesis del film. Para el cineasta uno de las escenas trascendentes es cuando la anciana madre de Salvador le manifiesta antes de morir que él no había sido el hijo que aguardaba que fuese. Por su parte Banderas expresa que el ataque cardíaco sufrido tres años atrás constituyó una significativa experiencia para sumergirse plenamente en el estado anímico que atraviesa su personaje. El consagrado músico Iglesias explica de qué manera su partitura trató de ajustarse a cada una de las etapas de la vida del protagonista. Cuando el moderador le pregunta a Agustín Almodóvar cuál fue el mayor desafío que tuvo que enfrentar en este proyecto, él le responde que ha sido la tarea de casting, especialmente en lo que concierne a los 3 actores masculinos ‑Banderas, Asier Etxeandia y Leonardo Sbaraglia- a fin de que existiera una misma sintonía..
El otro agregado intitulado “Pedro Almodóvar en sus propias palabras” de 25 minutos de duración permite que el cineasta se refiera a sus primeros años de realizador cuando en los inicios de la década del 80 viviendo en Madrid se sumerge en el mundo de “la movida”; eso constituyó un modo de vida lúdico de liberad absoluta que se manifestaba, entre otros medios, en la discoteca que fue la gran “universidad” para la juventud madrileña de dicho período; ese movimiento se transmite en su primera película Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón.
Entre otros aspectos se refiere al poder que tiene un director y guionista, quien como él ha sido capaz de imponer su punto de vista, sobre todo en lo que concierne a orientación sexual y veracidad cinematográfica. Uno de sus comentarios va destinado a Banderas que colaboró con él en 9 películas y que representa al prototipo masculino de intensa pasión, intuición extraordinaria y que además tiene a su favor una gran fotogenia. Con elogiables palabras se refiere también a Penélope Cruz con quien le agrada trabajar en la medida de que todo lo que ella interpreta transmite credibilidad como por ejemplo lo demostró con solo ocho minutos de actuación en Carne Trémula, e igualmente en Todo sobre mi Madre.
Almodóvar también se refiere a La Mancha, la región patriarcal donde nació y en el que vivió siempre rodeado de mujeres; es en esa comunidad en la que admiró la fortaleza femenina evidenciando una gran capacidad de superar los problemas; es por eso que los personajes femeninos adquieren primordial importancia en la mayor parte de su filmografía.
El corto concluye mencionando a su último film donde inspirado en la realidad el protagonista era él pero tenía que saber cómo distanciarse de sí mismo en su guión a fin de lograr la mayor objetividad posible; de todo ello obtuvo un resultado balsámico al propio tiempo que terapéutico sintiéndose muy bien al final del rodaje. Jorge Gutman