FЀTE DE FAMILLE. Francia, 2019. Un film de Cedric Kahn
Una vez más el cine francés sigue abordando el tema de la gran reunión de familia en donde siempre surge un factor inquietante que refleja las fisuras existentes en su seno.
El realizador Cedric Khan, que también actúa y es igualmente autor del guión escrito con Fanny Burdino y Samuel Doux ubica la acción en una mansión campestre del sur de Francia donde habita Andrea (Catherine Deneuve), junto con su segundo marido Jean (Alain Artur) y la adolescente nieta Emma (Luana Bajrami). Los miembros de la familia se aprestan a celebrar el cumpleaños de Andrea; entre los mismos están Vincent (Kahn), uno de los hijos, junto a su mujer Marie (Laetitia Colombay) y sus dos vástagos; también se hacen presente Romain (Vincent Macaigne) quien llega con Rosita (Isabel Aime González-Sola), su nueva pareja, al igual que Julien (Joshua Rosinet), el amigo de Emma.
Todo está dispuesto para el ágape con el cual Andrea anhela que su cumpleaños constituya una razón para que todos lo festejen de manera dichosa. Claro está que los buenos deseos no siempre se cumplen; así ella no puede evitar los roces existentes entre sus dos hijos donde Vincent, individuo responsable como padre de familia y empedernido trabajador, contrasta con la personalidad de Romain, un bohemio desocupado y un presumible artista que critica a su hermano burgués y que para esta ocasión insiste en filmar con su cámara el desarrollo del festejo. Con todo, el elemento perturbador que provoca la desarmonía de la reunión es la llegada inesperada de Claire (Emmanuelle Bercot), la hija menor de Andrea y de su difunto padre a la vez que la mamá de Emma, quien hace 3 años partió a Estados Unidos sin mantener contacto con los suyos. El motivo que la trae de retorno es reclamar como herencia de su padre la parte que le corresponde del valor de la mansión; a todo ello, su inestabilidad mental por su bipolaridad la induce a revelar algunos trapos sucios de la familia a la vez que demuestra un profundo resentimiento hacia su madre por razones no del todo injustificadas; además, en su frágil estado emocional no puede ocultar un sentimiento racista que va dirigido al amigo negro de Emma.
Dentro del marco ilustrado, esta comedia dramática no agrega nada nuevo a lo ya visto en el cine acerca de las discordias que pueden generarse en la dinámica familiar cuando sus integrantes se reúnen. No obstante, en este caso la película es apreciada por la elegancia empleada en la narración de Kahn, la muy buena descripción de sus personajes como así también por su impecable elenco en donde sobresale la remarcable actuación de Bercot. Jorge Gutman