O QUE ARDE. España-Francia-Luxemburgo, 2019. Un film de Oliver Laxe. Disponible en la plataforma cinemamoderne.com
Nacido en Francia pero establecido en España, Oliver Laxe es reconocido como uno de los realizadores españoles más prestigiosos teniendo en cuenta que con solo tres películas en su haber, las mismas han sido premiadas en Cannes: así, Todos Vos Sodes Capitains (2006) obtuvo el premio de la Crítica Internacional en la sección de La Quincena de los Realizadores, Mimosas (2016) fue galardonada con el Gran Premio de la Semana de la Crítica y finalmente O Que Arde (2019), el film que se comenta, fue distinguido con el Premio del Jurado en la sección oficial Un Certain Regard del festival.
Ambientado en una región de la Galicia rural, el relato del realizador escrito con Santiago Fillol si bien es de ficción en gran parte adopta un tono documental digno de apreciar. Su comienzo es sencillamente deslumbrante donde en sus primeras imágenes se observa la deforestación de un frondoso bosque de eucaliptos seguido de inmediato por un avasallante incendio cuya visión resulta fascinante; en tal sentido la cámara alcanza dimensión extraordinaria al dar la sensación de que la misma tuvo de algún modo haber estado sumergida en el fuego para brindar de esta manera un realismo sorprendente.
De allí en más el film enfoca a Amador (Amador Arias), el pirómano autor del incendio quien sale de la cárcel después de dos años de haber purgado el grave delito cometido; ahora retorna a su aldea ubicada en una zona perdida en la región montañosa de Galicia donde reside su madre Benedicta (Benedicta Sánchez), una anciana mujer aún activa que se dedica a la explotación de su huerta. Conviviendo con ella junto a sus tres vacas y su perra, él le presta su ayuda en las tareas pertinentes que requiere la granja.
Más que en su trama, el director enfatiza el medio ambiente en que transcurre ilustrando la cultura de un pequeño pueblo con gente cuya forma de vida está directamente vinculada con los avatares de la naturaleza. Consecuentemente, las imágenes captadas cobran inusitada fuerza generando una belleza visualmente poética agraciada por la excelente fotografía de Mauro Herce.
Sus dos protagonistas animados por actores no profesionales se desempeñan con completa convicción donde Arias brinda la justa nota como el pirómano lacónico que marginado de la sociedad trata de ajustarse a ella en tanto que Sánchez sobresale brindando una humana ternura a su Benedicta.
Con mesurada meticulosidad Laxe ofrece una historia melancólica y contemplativa que constituye un tributo a un mundo rural en vías de desaparición. Jorge Gutman