CRÍMENES DE FAMILIA. Argentina, 2020. Un film de Sebastián Schindel. 99 minutos. Disponible en Netflix
Por segunda vez en este pandémico año la plataforma Netflix estrena un film argentino que por su calidad se beneficiará al poder ser apreciado por sus millones de abonados. El título es un tanto engañoso porque más bien este notable drama de suspenso judicial está centralizado en los conflictos producidos en el seno de una familia burguesa.
De manera rigurosa el realizador Sebastián Schindel narra una historia estructurada en tiempos diferentes y a la manera de un rompecabezas al que no le falta pieza alguna para que el público pueda recomponerlo en su desenlace.
Por razones de discreción solamente se puede adelantar que el guión del realizador concebido con Pablo del Teso se centra en un matrimonio porteño de edad media y de buena posición económica integrado por Ignacio y Alicia Arrieta (Miguel Ángel Solá, Cecilia Roth); ambos son padres de Daniel (Benjamín Amadeo), un adicto a las drogas quien se encuentra separado de su cónyuge Marcela (Sofía Gala Castiglione) y legalmente no le es permitido ver a su hijito. En el confortable departamento de los Arrieta trabaja Gladys (Yanina Ávila) como empleada doméstica de cama adentro; ella es madre soltera de un niño quien también habita en el hogar de esta familia donde Alicia lo trata con gran cariño además de educarlo como si se tratara de su propio nieto.
Más allá del tema central, el film atrae igualmente por diversas razones; así ilustra la violencia emocional y física que se produce en el quiebre de un vínculo conyugal donde lamentablemente la víctima generalmente tiene cara de mujer. No menos importante es el silencio que guardan las personas humildes frente a situaciones humillantes por parte de los más poderosos; el cuestionamiento de la justicia es otro tópico urticante cuando influyentes abogados pueden manipularla de manera tal que una persona culpable pueda resultar inocente, impidiendo por lo tanto distinguir la verdad de la mentira; asimismo, la historia refleja hasta dónde puede llegar el amor incondicional de una devota madre cuando entra en colisión con los valores morales que sustenta
El relato se valoriza considerablemente por la remarcable descripción que los guionistas han efectuado de los diferentes personajes participantes y por haber creado una trama capaz de sustentar una legítima intriga que se mantiene hasta su imprevisible y convincente desenlace.
La esmerada puesta en escena y el eficiente guión se complementan con un sólido reparto. Roth en el rol protagónico como Solá, Amadeo, Castiglione y sobre todo Ávila, destilan absoluta naturalidad en sus respectivas prestaciones. En papeles de apoyo igualmente se lucen Paola Barrientos, Marcelo Subiotto, Diego Cremonesi y Claudio Martínez Bel. Finalmente, los factores técnicos de producción brindan una impecable factura a este notable film. Jorge Gutman