DE GAULLE. Francia, 2020. Un film de Gabriel Le Bomin. 108 minutos
Un retrato íntimo y humano del general de Gaulle es lo que el realizador Gabriel Le Bomin refleja en este film que transcurre durante la Segunda Guerra Mundial.
La acción transcurre entre abril y junio de 1940 cuando aún no está decidida la suerte de Francia a pesar de que el ejército nazi ya ha comenzado a franquear la frontera de la nación. Es en ese entonces que el coronel Charles de Gaulle (Lambert Wilson) tratando de disfrutar los últimos momentos de tranquilidad en compañía de su mujer Yvonne (Isabelle Carré) y sus tres hijos, es convocado por Paul Reynaud (Olivier Gourmet) liderando el gobierno francés para recibir su asesoría sobre la actitud que debe asumir el país. Mientras que el coronel considera que lo más conveniente es enfrentar al invasor con la participación de Gran Bretaña, su posición es cuestionada por el mariscal Pétain (Philippe Laudenbach) quien considera que la mejor estrategia consiste en negociar la paz con Alemania. Frente a esta divergente situación, de Gaulle a instancias de su superior se traslada a Inglaterra para convencer al primer ministro Winston Churchill (Tim Hudson) de ofrecer a Francia su apoyo militar a fin de enfrentar al enemigo invasor. A través de una crítica semana que tiene lugar en el mes de junio, los acontecimientos se precipitan en la medida que Reynaud deja su cargo y es Pétain quien lo reemplaza y capitula con la Alemania nazi mediante la firma del armisticio y la consecuente implantación del humillante régimen de Vichi. Frente a esos acontecimientos, de Gaulle que sigue permaneciendo en Londres mientras que su familia huye de Francia, pronuncia el 18 de junio un histórico discurso radial a través de la BBC; que constituye un llamado a la resistencia del pueblo francés frente a la ocupación del ejército nazi.
Valiéndose de su propio guión escrito con Valérie Ranson-Enguiale, Le Bomin efectúa un recuento histórico bien conocido aunque su convencional narrativa adolece de la fuerza necesaria capaz de suscitar gran excitación. Más asemejado a un teleteatro bien filmado, los momentos de mayor interés residen en la intimidad familiar del héroe francés. En tal sentido resulta emotivo, el apoyo que en todo momento Yvonne brinda a su marido, el especial cuidado, protección y amor hacia su discapacitada hija Anne (Clémence Hitten) afectada por el síndrome de Dawn, como así también la incertidumbre creada cuando su señora con sus hijos escapan del país mientras él se encuentra en Inglaterra.
Wilson personifica adecuadamente a de Gaulle transmitiendo con gran convicción el crucial momento en que se dirige a su pueblo en la transmisión radial, como así también reflejando su sensibilidad como el afectuoso hombre de familia. El resto del elenco se desempeña correctamente con especial mención de Carré y Gourmet en papeles de apoyo. Globalmente considerado el film se ve gratamente aunque su insuficiente tensión dramática lo torna demasiado blando. Jorge Gutman