AMMONITE. Gran Bretaña, 2020. Un film escrito y dirigido por Francis Lee. 117 minutos
Un muy buen drama de época es lo que se aprecia en Ammonite en donde el director Francis Lee describe un episodio de la vida de Mary Anning (1799 – 1847), la paleontóloga británica cuyos descubrimientos de lechos marinos de la prehistoria contribuyeron enormemente al avance científico en ese terreno.
El guión del realizador presenta a Mary (Kate Winslet) viviendo en la localidad costera británica de Lyme Regis, al oeste de Dorset, a mediados de la década de 1840. Allí, junto a su anciana madre enferma (Gemma Jones), lleva una vida austera donde ambas viven de un pequeño negocio dedicado a la venta de fósiles para turistas. Aunque apasionada por la paleontología, su vida personal transcurre sin mayores variantes reflejando en su taciturno rostro una considerable soledad, donde solo ha mantenido un mero vínculo social con una vecina (Fiona Shaw) y un médico (Alec Secareanu) local.
Un buen día Mary recibe la visita de Roderick Murchison (James McArdle) acompañado de su joven esposa Charlotte (Saoirse Ronan); declarándose científico él desea adquirir conocimientos de la tarea emprendida por Mary; con reluctancia ella acepta la proposición sobre todo porque con los honorarios percibidos mitiga en parte su humilde condición financiera. Lo que llama la atención es la depresión que afecta a Charlotte, debida en parte a que el matrimonio sufrió la pérdida de una criatura; dado que Roderick, debe ausentarse por algunas semanas, a cambio de una importante compensación monetaria le pide a Mary, que le acepte albergar a su esposa para que en su compañía pueda levantar su endeble estado anímico.
Con esmerado virtuosismo, Lee cuida hasta el menor detalle para que tanto la ambientación de época como así el trabajo de cámara del fotógrafo Stephane Fontaine resalten los gestos y movimientos de sus personajes, sobre todo en los momentos en que Charlotte acompaña a Mary en su diaria labor buscando fósiles en la rocosa playa. Eso se acentúa en la medida que la relación entre las dos mujeres se va intensificando hasta desembocar en el encuentro íntimo; es ahí donde con gran intensidad ambas vuelcan sus emociones encontrando momentos de éxtasis que hasta entonces no habían experimentado.
El ritmo pausado del relato de ningún modo lo aletarga sino que por el contrario permite crear el clima adecuado para que el espectador se involucre en el mismo; en tal sentido, eso se debe en gran parte a las magnéticas actuaciones de Winslet y Ronan quienes contribuyen a otorgar considerable autenticidad a las protagonistas de esta historia.
Con una secuencia final que tiene lugar en el Museo Británico de Londres, Lee le asigna un delicado toque poético a su honesto trabajo dejando una indeleble impresión al concluir su proyección.
Como en toda obra ficticia el realizador aquí adoptó ciertas licencias que han sido cuestionadas por los descendientes de la paleontóloga en lo concerniente a su orientación sexual. En todo caso, lo que el film más destaca es su labor científica que no ha sido muy difundida; por lo tanto, eso es lo que realmente cuenta. Jorge Gutman