Un Gran Víncu­lo Fraternal

MY LITTLE SIS­TER. Sui­za, 2020. Un film escri­to y diri­gi­do por Stepha­nie Chuat y Véro­ni­que Rey­mond 99 minu­tos. Dis­po­ni­ble en la pla­ta­for­ma cinemamoderne.com

De con­si­de­ra­ble expe­rien­cia en el terreno docu­men­tal y en la tele­vi­sión, las direc­to­ras Stépha­nie Chuat y Véro­ni­que Rey­mond, des­pués de The Little Bedroom (2010) pre­mia­do en Locarno, retor­nan con My Little Sis­ter, explo­ran­do el espe­cial víncu­lo entre dos her­ma­nos en un momen­to crí­ti­co de sus vidas.

Nina Hoss y Lars Eidinger

Casa­da y madre de dos hijos, Lisa (Nina Hoss) ha sido una bri­llan­te escri­to­ra que vivió en Ber­lín y que se sien­te blo­quea­da como auto­ra al haber­se tras­la­da­do a los Alpes sui­zos cuan­do su mari­do Mar­tin (Jens Albi­nus) fue con­tra­ta­do como direc­tor de una exclu­si­va escue­la de ense­ñan­za media, en don­de ella se desem­pe­ña como pro­fe­so­ra de poesía.

Su vida se tras­to­ca cuan­do su her­mano geme­lo Sven (Lars Eidin­ger), es aque­ja­do de un muy agre­si­vo tipo de leu­ce­mia; es enton­ces que regre­sa de inme­dia­to a la capi­tal ale­ma­na para pres­tar­se a un tras­plan­te de médu­la. Cuan­do él es dado de alta, sus pri­me­ros días de con­va­le­cen­cia jun­to a Lisa trans­cu­rren en el depar­ta­men­to de su madre (Marthe Keller), una vie­ja actriz que aun­que sen­si­ble no deja de lan­zar cier­tos dar­dos des­de­ño­sos a sus hijos. Sven es un con­su­ma­do actor tea­tral que ha tra­ba­ja­do por mucho tiem­po con su ami­go Tho­mas Oster­meier (repre­sen­tán­do­se a sí mis­mo), direc­tor del tea­tro Schau­büh­ne de Ber­lín; habien­do repre­sen­ta­do en varias opor­tu­ni­da­des el rol titu­lar de Ham­let, aho­ra está ansio­so de vol­ver a inter­pre­tar­lo en la pró­xi­ma repo­si­ción de la pie­za; sin embar­go Oster­meier alber­ga serias dudas de que lo pue­da lograr dada su frá­gil con­di­ción física.

Entre­tan­to Lisa resuel­ve lle­var a su her­mano a Sui­za para que él con­vi­va con su fami­lia duran­te algu­nas sema­nas; allí es muy bien aco­gi­do por Mar­tín y sobre todo por sus dos sobri­ni­tos Lin­ne- Lu (Lin­ne-Lu Lun­gershau­sen) y Noah (Noah Tschar­land). Todo pare­ce­ría desa­rro­llar­se nor­mal­men­te para Sven; pero su esta­do aní­mi­co se alte­ra cuan­do Oster­meier le comu­ni­ca su deci­sión de no vol­ver a poner en esce­na Ham­let y sobre todo cuan­do su cán­cer rebro­ta fuertemente.

Aun­que la enfer­me­dad ter­mi­nal de Sven cons­ti­tu­ye el arco dra­má­ti­co del film, las rea­li­za­do­ras intro­du­cen el con­flic­to matri­mo­nial que se pro­du­ce entre Mar­tín y su espo­sa; eso suce­de cuan­do él renue­va su con­tra­to de 5 años como direc­tor del cole­gio y Lisa se nie­ga a pro­lon­gar su esta­día por tan lar­go lap­so por­que lo que más ansía es retor­nar a Berlín.

A pesar de que este dra­ma es emo­cio­nal­men­te sen­ti­men­tal, Chuat y Rey­mond impreg­nan suma deli­ca­de­za y fina sen­si­bi­li­dad en su tra­ta­mien­to sin que des­bor­de alguno se pro­duz­ca. En mate­ria acto­ral es estu­pen­da la inter­pre­ta­ción de Hoss irra­dian­do el inmen­so amor que su per­so­na­je sien­te hacia su ago­ni­zan­te her­mano, al pun­to tal que ella reco­bra su crea­ti­vi­dad escri­bién­do­le un monó­lo­go tea­tral ins­pi­ra­do en el cuen­to de Han­sel y Gre­tel para que él pue­da inter­pre­tar­lo en esce­na. A su lado igual­men­te des­cue­lla Eidin­ger refle­jan­do con vehe­men­cia la mane­ra en que la pasión tea­tral de Sven le hace sen­tir que vive ple­na­men­te a pesar de su gra­ve estado.

En esen­cia, el públi­co asis­te a un con­mo­ve­dor rela­to que aun­que su tema no resul­ta nove­do­so de todos modos impre­sio­na favo­ra­ble­men­te por su esme­ra­da pues­ta escé­ni­ca y mag­ní­fi­ca actua­ción. Jor­ge Gutman