LA CHEF D’ORCHESTRE / THE CONDUCTOR. Holanda, 2018. Dirección y guión: Maria Peters. 138 minutos
Este emotivo film de Maria Peters enfoca de manera ficcional a Antonia Brico, la primera mujer reconocida y aceptada como directora de una orquesta sinfónica en una época en que el mundo musical no concebía que una representante del sexo femenino pudiese estar al frente de una orquesta.
El relato comienza en 1926, presentando a Willy Wolters (Christanne de Bruijn) de 24 años nacida en Roterdam, que vive en Estados Unidos con sus padres adoptivos holandeses (Raymond Thiry y Annet Malherbe) quienes llegaron al país en procura de un mejor porvenir. Su gran pasión por la música motiva que aprovechando su trabajo de acomodadora en una sala de conciertos, asista a uno de los mismos; viendo cómo dirige el director holandés Willem Mengelberg (Gijs Scholten van Aschat), Willy anhela que algún día ella también pueda hacerlo.
El deseo de Willy habrá de encontrar serias dificultades en la medida que continuamente se le hace recordar que el destino de una mujer es casarse y tener hijos, como se lo ratifica Mark Goldsmith (Seumas F. Sargent), su profesor de piano. En ese devenir encontrará un gran apoyo en Robin Jones (Scott Turner Schofield), un músico que tendrá un importante impacto en su vida; a todo ello en el terreno sentimental mantiene un cálido romance con Frank Thomsen (Benjamin Wainwright), un joven perteneciente a una familia de alta condición social.
El momento decisivo para ella se produce cuando a raíz de una discusión con su mamá, esta mujer le hace saber que no es su verdadera madre dado que su legítima progenitora la vendió cuando tenía 2 años y que su verdadero nombre es Antonia Brico. Esa impresionante noticia que Willy había ignorado hasta ese entonces le produce un vuelco emocional que la impulsa a viajar a Ámsterdam a fin de procurar su verdadera identidad, saber quién fue su madre y porqué la cedió en adopción. En ese viaje sale al encuentro de Mengelberg a quien le suplica que le dé lecciones de dirección orquestal; este hombre convencido de la firme determinación de Antonia la recomienda al renombrado director alemán Karl Muck (Richard Sammel); por tal razón ella se desplaza a Berlín en donde a través de las enseñanzas de su severo profesor logra ser admitida en la prestigiosa Academia de Música de Berlín. Después de su graduación de directora de orquesta, finalmente concreta su ansiado objetivo cuando en 1930 se convierte en la primera mujer que dirige a la célebre Orquesta Filarmónica de Berlín; a ello se une posteriormente su aclamada carrera en París y Londres. Su amor por la música prevalece de tal manera que a fin de no tener que dejar su carrera rechaza la propuesta matrimonial de Thomsen.
El tramo final del relato tiene lugar en 1933 en Estados Unidos, cuando Antonia ‑a pesar de su fama europea- tropieza con obstáculos para dirigir conciertos por su condición de mujer. Para superar ese inconveniente funda la New York Women’s Symphony Orchestra, integrada obviamente por instrumentistas femeninas, que logra un clamoroso suceso en oportunidad del primer concierto ofrecido.
No obstante su larga duración Peters brinda un bello film de impecable narración cuyo ágil ritmo permite que la atención se mantenga permanentemente. Todas las actuaciones del elenco resultan altamente convincentes aunque por la importancia de su rol Bruijn subyuga; ella imprime a su personaje el máximo entusiasmo, bravura y determinación en la lucha que realiza en una sociedad machista para demostrar que la música no distingue el género sexual.
La belleza del film queda realzada a través del aporte musical de Quinten Schram y Bob Zimmerman ofreciendo extractos de obras de celebres compositores como Beethoven, Bruckner, Dvořák, Gershwin, Grieg, Mahler y Prokofiev, ejecutados por la Orquesta Filarmónica de la Radio Holandesa.
En los créditos finales se hace saber que a pesar de su innegable talento Brico nunca obtuvo la posición de directora permanente de una orquesta. Además se menciona una publicación de la reconocida revista musical Gramophone señalando que en 2017 en el ranking de los 50 mejores directores de orquesta de todos los tiempos ninguna mujer se encuentra en la lista. De todos modos, esa información no descarta el hecho de que la hazaña de Antonia Brico permitió la apertura del camino para futuras directoras de orquesta. Jorge Gutman